Buñuel en el laberinto de las tortugas. Un genio en Las Hurdes.
En el pasado festival de Málaga se presentó este filme de animación acerca del rodaje del documental de Luis Buñuel ‘Las Hurdes, tierra sin pan’. Se trata de una adaptación de una novela gráfica de Fermín Solís que ha llevado al cine el realizador Salvador Simó. Hablamos con José Luis Ágreda, ilustrador, dibujante de cómics y director de arte de la película.
El estilo de Fermín Solís como dibujante es diferente del tuyo. Como director de arte del filme, ¿trataste de acercarte a sus dibujos o de darles otra dimensión?
Yo respondí a la petición de Salvador Simó, el director, que estaba buscando algo un poco distinto al estilo de Solís. Fermín es muy expresivo y dependiendo de lo que quiera transmitir el personaje puede aparecer representado con unas características o con otras. En animación eso sería carísimo porque habría que realizar modelos de personaje específicos para diferentes escenas. Era necesario unificar esos diseños. Además tenía que ser una película en color y, aunque después Fermín le ha dado color, el cómic de partida era en blanco y negro y su estilo original aprovechaba mucho esto: línea muy gruesa, etc. Se fue buscando una cosa un poco más realista. Yo puse todas mis habilidades al servicio de la idea de Salvador, que es el autor de la película.
Combináis animación e imagen real, algo que hacían también filmes como ‘Un día más con vida’. Sin embargo vuestro estilo de dibujo está más alejado de lo real.
Aquí lo que funciona es justo el contraste. La primera vez que aparece imagen real es dentro de un cine en el que están proyectando la película ‘La edad de oro’ y eso te da un poco la clave de cómo se van a intercalar ambos lenguajes. No tenía sentido que nosotros recreáramos la pobreza de Las Hurdes cuando ya la había recreado Buñuel mucho mejor de lo que podríamos hacerlo nosotros . En animación vemos cómo ruedan el documental, lo que ellos ruedan en cambio lo vemos en imagen real. Incluimos así secuencias que ya aparecieron en el documental y también descartes del mismo que hemos empleado para darle más veracidad a la historia. Estás viendo la parte de animación y de pronto la imagen real te pone en tu sitio. Te da un apoyo que demuestra que eso ocurrió así y pone en contexto la acción
En Málaga contasteis que Juan Luis Buñuel, al ver el diseño, dijo ‘Ese no es mi padre’.
Después de su crítica se limó un poquito el diseño para acercarlo más a la idea de Juan Luis, aunque tampoco se cambió mucho. El diseño no se hace sólo para que se parezca al personaje real de Luis Buñuel. No se trata de hacer una caricatura perfecta sino un diseño que funcione bien para el tipo de animación que empleamos que es animación limitada y también que tenga un aspecto que sirva para definir un personaje dentro de esta ficción, ya que ,al fin y al cabo, esto es una ficción aunque se base en algo que ocurrió.
La trama y el aspecto visual han sufrido cambios, tanto en las secuencias ‘reales’ como en las surrealistas.
Tienen el mismo punto de partida pero son obras complementarias. Fermín ha sido muy generoso al dar total libertad a los guionistas y a mí también como director de arte para que pudiéramos contar nuestra propia historia. Se han puesto algunos temas alrededor como la relación de Buñuel con su padre para darle más dimensión.
¿Fue más difícil realizar las partes oníricas o las costumbristas?
Los sueños también son bastante naturales a su manera (Risas). En el departamento de arte mi problema venía más de la parte costumbrista, de representar Las Hurdes. Intentar huir de una representación estética que fuera demasiado bonita. Usamos un estilo de acuarelas y un lápiz más roto, más sucio, para no suavizar las condiciones de vida de esta gente. En cuanto a la interpretación de los personajes no hay diferencia entre las secuencias de sueño o realidad.
Aunque el filme se centre en el rodaje de ‘Las Hurdes’, ¿revisaste la obra de Buñuel para introducir algún guiño visual?
La revisé por placer. Me volví a leer la biografía de Buñuel, ‘Mi último suspiro’, para meterme un poco en el tema. Pero realmente no hay demasiados guiños a la obra posterior de Buñuel, si acaso algún detalle muy escondido.
¿Qué estudios han participado en la animación del filme?
La principal es Sygnatia, GLOW Animation Studio en Almendralejo, donde se hizo la mayor parte de la película, Hanpa de Valencia (‘Memorias de un hombre en pijama’, ‘Black is beltza’) y Submarine (de Holanda). El departamento de arte de Almendralejo que es donde estábamos nosotros tenía que coordinar un poco a todos estos estudios.
¿Qué tal se han recibido los aspectos más ‘incorrectos’ de la historia como todo lo referente al maltrato animal? Buñuel no tenía problemas en matar a un burro o una cabra para incluirlos en el filme.
Se recibe bien porque la película es crítica con esas cosas. Las pone sobre la mesa. Intentamos ponernos en la mentalidad de la época. A algunos personajes les parecen bien estas cosas y a otros no tanto. Había otra sensibilidad, la vida animal no contaba tanto como ahora. En la película se ve las implicaciones que tiene eso. Es desagradable y algunos personajes lo cuestionan.
Texto de Roberto González.