Nina. La venganza tiene nombre de mujer.
La cineasta navarra Andrea Jaurrieta estrena su segundo largometraje -tras ‘Ana de día’- después de haberlo presentado en el 27º Festival de Málaga, donde se alzó con el premio de la crítica: es una historia de dolor con aroma de western moderno que se ha filmado en localizaciones vascas y protagoniza una furiosa Patricia López Arnaiz.
Todas tus películas tienen nombre de mujer. Y la siguiente también podría, pero no será así. Yo no tengo otra manera de ver el mundo que desde la mirada femenina, pero sería interesante hacer una película desde el punto de vista de un hombre.
Me gusta que metas a Maribel Verdú en el argumento. La escogí porque tenía que situar la época a comienzo de los años noventa y cuando yo era niña quería ser Penélope Cruz, pero tenía que ser un tiempo previo a esa época y entonces era Maribel Verdú la actriz española más admirada: hablamos con ella y nos cedió sus fotos para el filme. Yo soy supermitómana, pero no la conozco en persona.
La protagonista es, efectivamente, actriz en la ficción, como en ‘La gaviota’. Sí, el pasado de la película es muy Chéjov, el presente es más de la obra homónima de José Ramón Fernández en que se basa ‘Nina’. Están trabajados los dos textos para una vez entrelazados yo meter mi parte: un 33 por ciento de cada uno, porque yo he introducido mucho mío.
¿El montaje, con los dos tiempos separados en los que transcurre la acción, ha sido una aventura? Lo que más costó fue aceptar cortar cosas. La escena más construida en edición es la procesión, pero todo lo demás, la persecución y los dos tiempos, están rodados para montarse así.
La cinefilia está presente en ‘Nina’, con fogonazos de ‘Johnny Guitar’, que además ya aparecía en una película de Almodóvar… Si, pero los diálogos están un poco cambiados y hay asimismo un homenaje a Jennifer Jones en ‘Duelo al sol’.
Tú naciste al lado de Pamplona, pero has rodado este largometraje en el País Vasco… Todo el folklore que aparece lo quise reconstruir en un lugar con mar y un faro. Como la cultura vasca y la navarra son primas hermanas, en 2021 viajé con el director de fotografía para localizar y descubrimos Mundaka y Urdaibai, donde vimos verde, el campo, la lluvia y el mar, esa dureza, ese pueblo laberíntico… Eso me servía para hablar de un lugar pequeño y frío donde todos saben, pero hay una ley del silencio.
¿Tienes planes de seguir produciendo o de seguir dando clases? ¡Gran pregunta! Ahora voy al paro, pues no tengo nada real. Empezaré a escribir una nueva película y comenzaremos a producir. Tenemos un proyecto en La Incubadora de la ECAM llamado Macramé, que yo dirigiré. Seguiré dando clase, por supuesto, pero continuaremos haciendo cosas, porque no me imagino la vida sin cine, aunque es duro tener dos trabajos. Me encanta dar clases de historia del cine, pero la verdad es que prefiero dirigir. Texto de Alfonso Rivera.