Recuerdos de un Bilbao muy diferente, según ÓSCAR BILBAO.
Libros // En ‘Los nietos bastardos de Warhol’ el creativo y redactor publicitario Óscar Bilbao nos cuenta la historia de “El Tony”, uno de tantos chavales que buscaban cumplir sus sueños en un Bilbao que cambiaba a pasos agigantados.
1. – ¿Qué es lo que te atraía del mundo literario? Seguramente sea una válvula. Cuando haces publicidad lo haces respondiendo a unos objetivos, a un target, a unos insights… En cambio, la literatura es libre, una vez tienes la idea, basta con dejarse llevar y que fluya.
2. – ¿Cómo surge la idea de ‘Los nietos bastardos de Warhol’? Normalmente, las historias se te aparecen, por algo que has visto, vivido, o leído… y aquí vuelven a juntarse mis dos mundos. De la comunicación, cada vez me interesa más la sociología, la psicología, la antropología… El Tony sería eso que en ‘First Dates’ se empeñan en llamar «prototipo» de una gente que sabe que lo de la meritocracia tiene bastante de timo, que, según donde hayas nacido, si esperas a que alguien te dé tu parte del pastel, estás jodido. Podría haber sido un drama a lo ‘Perros Callejeros’, pero el cuerpo me pedía sátira.
3. – En la novela describes el Bilbao de una época en que estaba cambiando a pasos agigantados, ¿cómo has vivido esos cambios? Con cierta distancia. Llevo unos 25 años viviendo en San Sebastián, y tal vez sea eso lo que me ha hecho más consciente. Evidentemente, ha cambiado a mejor. La ciudad está más limpia, más bonita, y es más cosmopolita, pero por el camino, nos hemos dejado, como casi todas las ciudades, la autenticidad. Algún precio hay que pagar.
4. – ¿Crees que, con el auge de las redes sociales, cada vez hay más jóvenes como el Tony? Y no tan jóvenes. Lo que pasa es que el acceso al ratito de fama se ha democratizado a niveles que Warhol jamás hubiese sospechado.
5. – ¿No piensas que muchos «famosos y famosas» son tan sólo víctimas de los grandes medios? Los quince minutos de Warhol, son cinco en el libro y hoy volverían a ser quince, pero segundos. Los grandes medios siempre han sido fábricas de juguetes rotos, pero cada vez necesitan más madera. Aunque también es verdad que tampoco nos hace falta que nos empujen demasiado. Somos así de gilipollas.
6. – La historia transcurre en un momento en que la telebasura empezaba a invadirlo todo… ¿Hay algo que se salve en la televisión de ahora? Primero hay que definir qué entendemos por televisión, porque las plataformas, las series, los documentales y los programas de divulgación son televisión. Pero si hablamos de «esa» televisión, la misma mierda que hacía Nieves Herrero la hace hoy Ana Rosa Quintana. Ahora parece que Mediaset está inmerso en un cambio profundo, y eso es porque el modelo se agota. Y a lo mejor, lo que viene es peor.
7. – ¿Habrá una continuación de la historia de el Tony? Lo he pensado, y el libro deja ese camino abierto, pero el riesgo es alto; el Tony es quien es gracias al barrio, a su gente, tengo miedo de que se me pierda. Y, lo que es peor, no quiero caer en la caricatura. Tengo apuntes de algunas escenas divertidas, pero ‘LNDW’ es una sátira, no una parodia. El Tony no se merece algo así. Así que, de momento, la banda sonora sería el ‘Todos menos tú’ de Sabina. Texto de Sergio Iglesias.
