Ginebras. Disfrutando de los sueños cumplidos.
Ginebras regresan a Bilbao, esta vez para presentarnos los temas de su último álbum ‘¿Quién es Billie Max?’.
De nuevo volvéis a Bilbao, donde siempre sois muy bien recibidas. ¿Son especiales para vosotras los conciertos en Euskadi? Pues la verdad es que sí. Teníamos muchas ganas de volver porque hemos estado súperpoquito, por no decirte dos veces en cinco años de carrera que llevamos. Nos encanta Bilbao y su ambiente, muchas ganas de volver a sentir la energía de allí y ver si podemos irnos de pintxos (risas).
¿Y en qué formato os sentís más cómodas? ¿En un festival como el BBK Live o en una sala, como en el Antzoki? Siempre que nos hacen esta pregunta es muy complicado quedarte con una sola, porque las sensaciones son muy diferentes. En la sala todo es más familiar y cercano, ves la cara de la gente, pagan expresamente para vernos a nosotras y la energía es supercontagiosa. Y en un festival como el BBK Live, al que deseamos poder volver porque nos acogieron súperbien y hay cartelazos siempre, la sensación es que te encuentras con público nuevo, que no te conocía y terminas enganchándoles. Mola mucho tocar ante tanta gente, porque siempre ves una cara conocida y compartes backstage con amigxs y gente supertop en la música.
¿De las cosas que habéis conseguido con vuestro último trabajo, cúal ha sido la más bonita? ¿Tocar con Dani Martín o grabar en Abbey Road? A veces no somos conscientes de todo lo que nos está pasando; haber podido grabar con alguien como Dani Martín, al que admiras y que es una de tus influencias musicales por su música y sus letras, y luego grabar en Abbey Road, que para nosotras como fans de los Beatles, imagínate… pisar suelo donde se han creado y se han hecho música y bandas sonoras increíbles. El sitio es inspirador. Aunque realmente a veces no sabemos cómo deberíamos sentirnos, estamos súperagradecidas por vivir estas experiencias, y por eso intentamos disfrutarlo lo máximo posible y pellizcarnos para saber que es real.
¿Os sigue sorprendiendo veros en los carteles de los grandes festivales, o ya os habéis acostumbrado? Nos sorprenderemos realmente cuando en un festival con mucho renombre ponga en grande ‘GINEBRAS’. Pero siempre que tenemos una confirmación nueva la recibimos con mucha alegría y entusiasmo, y nos da un chute para seguir escalando posiciones. Nosotras seguiremos trabajando, esforzándonos y siendo constantes en nuestro trabajo.
Para los y las que ya os vimos hace un año y medio en la sala BBK ¿Qué novedades podemos esperar, aparte, obviamente de los nuevos temas? Ginebras somos impredecibles, y a veces no sabemos ni nosotras por dónde vamos a salir. Pero de hace un año y medio para acá, hemos dado un salto más a nivel musical y confianza en el escenario. Físicamente, también cambiamos, sobre todo el pelo (risas). Pero bueno, sólo esperamos que el público durante el tiempo del concierto se evada de todo lo de la semana, y quiera pasar un buen rato con nosotras.
«Ginebras somos impredecibles, y a veces no sabemos ni nosotras por dónde vamos a salir. Pero de hace un año y medio para acá, hemos dado un salto más a nivel musical y confianza en el escenarios».
En vuestras canciones habláis mucho sobre música y sobre músicos y bandas, ¿se ha convertido la música, aparte de un trabajo, en parte fundamental de vuestras vidas? La música ha estado en nuestras vidas desde que tenemos uso de razón. En casa siempre ha habido música y eso es de agradecer. Es la que te acompaña siempre, hasta el silencio es música. Estás triste, te pones música, estás alegre te pones música, estás reflexiva, música… En resumen, música de fondo nada más, como decimos en la canción de ‘Ansiedad’.
Ya en aquel concierto de la sala BBK, tocasteis ‘Ansiedad’, ¿Creéis que es importantísimo visibilizar un problema mucho más común de lo que se piensa, y que, por desgracia, parece que va a ir en aumento en los próximos años? Sí que es importante tratar este tema, y ojalá cambien ciertas cosas desde el gobierno para que todo el mundo sea tratado como se merece, y que no sólo los que tengan dinero puedan permitirse una especialista. Al principio, esta canción iba a ser para una amiga que estaba pasando una mala racha, luego vimos que se convirtió en un tema para sanarnos a nosotras, en las noches que no podíamos dormir, y hoy es un tema para todxs lxs que lo escucháis. Con esta canción jamás llegamos a pensar lo que podríamos emocionarnos al cantarla, y ahora es nuestra canción favorita y seguimos emocionándonos como la primera vez cada vez que la cantan al unísono. Se crea una atmósfera tan bonita, que a veces, es imposible que no se nos escape alguna lágrima.
¿Qué importancia ha tenido en vuestra todavía breve (pero intensa) carrera haber estado en Vanana Records? Vanana Records lo es todo, nos hace crecer como artistas y como personas, tener un sello que te cuida, te quiere y te protege es súper importante. Somos como una familia, y aprendemos mucho los unos de los otros, no nos imaginamos una vida sin ellos.
¿Creéis que estamos viviendo un renacimiento de la industria con la aportación de sellos pequeños pero valientes que están apostando por las bandas jóvenes de aquí, como Montgrí, Sonido Muchacho o los mismos Vanana, por ejemplo? Sin duda. Probablemente, esta tendencia también venga de las nuevas formas de consumir arte, hay muchísima más oferta de artistas, y eso hace que la creación de sellos independientes se cree también para cubrir estas necesidades.
Visto el tipo de bandas por las que están apostando estos sellos en su mayoría, ¿hay motivos de sobra para seguir creyendo que hay futuro en la música de guitarras? Claro que sí. Con la música urbana y electrónica parece que las guitarras quedan invisibilizadas, pero para nada es así. Las guitarras están más vivas que nunca, solamente hay que tener la curiosidad de querer escuchar, más allá de lo que los grandes medios ofrecen.
Supongo que la máquina sigue en marcha, a pesar de la extensa gira de presentación del disco. ¿Ya estáis preparando cosas para el siguiente? Así es, ya estamos haciendo música nueva con ideas en mente. Es verdad que, a veces, se hace complicado girar y componer, siempre hay que aprovechar los picos de creatividad que se producen cuando nos juntamos y paramos un poco. Texto de Sergio Iglesias. Fotografía de Rothrigo.
