Triángulo de amor bizarro. Huyendo del Fomo.
Nuestro cuarteto gallego favorito está de vuelta por el País Vasco. Su música siempre entra bien porque son un grupo sincero y humilde que sigue desarrollando su discurso sin artificios ni florituras.
Sois un grupo muy prolífico. ¿Cómo os sentís al ver que podéis seguir sacando discos y que la gente los escucha? No nos consideramos prolíficos, nuestra media es un álbum cada tres años, lo que pasa es que entre los seis LPs nos juntamos con mucho material que en los conciertos sentimos que sigue aún vigente. Nuestro principal impulso para ponernos con canciones nuevas son las ganas de hacerlas, que vayan surgiendo por sí solas sin forzar. No solemos ponernos plazos ni nada por el estilo, solo cuando sentimos que tenemos algo nuevo que decir lo hacemos. Intentamos no caer en el ciclo actual de bombardeo por saturación de lanzamientos. Si el algoritmo nos penaliza, ¡qué se le va a hacer! Ahora estamos componiendo canciones nuevas de cara al año que viene, pero ya se verá, queremos que lo que saquemos aporte algo a lo que ya tenemos.
Este último disco ‘Sed’ tiene una sonoridad muy concreta. ¿Cómo lo abordasteis? ¿Cuál fue la intención o inspiración? ‘Sed’ está planteado como una película de terror que empieza muy idealizada y muy al principio corres la cortina y ves todas las tripas. Es uno de nuestros discos más crudos pero con el comienzo disfrazado de nostalgia ideal. También somos nosotros probando cosas nuevas, más crudas, reiniciando un poco nuestro propio estilo, probando nuestro nuevo estudio. El disco anterior fue un disco muy complejo de componer y grabar, y queríamos afrontar un disco un poco más directo, casi con cierto deje a folletín, que fuese divertido de hacer y también de escuchar.
Vuestras letras siempre tienen un componente simbólico (¿místico?) muy importante. ¿Podríais darnos autores o pistas para ahondar un poco más en ello? Intento que no me influya nada en concreto pero a la vez uso todo lo que me llega y recuerde. Mi intención es que mis palabras sean mías, y, claro, voy cambiando como persona con lo que me va pasando y con todo lo que voy absorbiendo. No me gusta hacer muchas letras de costumbrismo indie o de sociedad, por ejemplo, que es como el tema predominante a la hora de escribir letras en esta época en general. Así que intento escribir sobre cosas que me motivan o me produzcan alguna sensación.
Sin duda este disco recuerda por qué os llamáis Triángulo de Amor Bizarro (sobre todo) desde el single. ¿Os habéis aburrido de los discos de guitarras? ‘Estrella solitaria’ es como el single ideal que alguien que no nos conociese esperaría de un grupo con nuestro nombre, nuestra intención claramente con ella es engañar, a la vez que intentar hacer una buena canción. Por eso a partir de ahí con la segunda canción del disco se corre el velo. Pienso que ‘Sed’ tiene seguramente las guitarras más crudas desde ‘Año Santo’, así que sí, seguimos siendo un grupo de guitarra, bajo y batería.
«Hacemos lo que nos sale. No creo que seamos tan arriesgados, lo que pasa es que la industria de masas actual odia el riesgo y lo que no suene a algo de éxito contemporáneo ya probado. Falta espacio para otras propuestas no mayoritarias».
Como siempre el trabajo tiene (al menos) dos caras (elegante, rabiosa…). ¿Cómo hacéis para cruzar tantas sonoridades diferentes en un mismo repertorio? ¿Hay algo prohibido, que hayáis echado para atrás o nunca hayáis hecho? Sí, claro, descartamos muchísimo material, la mayoría de las veces porque lo consideramos malo pero algunas veces, y esto es más difícil y nos da pena, porque nos suena demasiado a otras bandas que nos gustan.
Siempre tomáis muchos riesgos, ¿creéis que es eso lo que define vuestra práctica o público? Es que hacemos lo que nos sale y en el género de música que nos gusta, no creo que seamos tan arriesgados, lo que pasa es que la industria de masas actual odia el riesgo y lo que no suene a algo de éxito contemporáneo ya probado. Aunque tal vez siempre fue así, sí que falta espacio para otras propuestas no mayoritarias.
Está claro que os gusta la carretera, ya que seguís girando (gracias) por provincias. ¿Sigue existiendo esa familia de las giras? ¿Como banda después de tantos años, ¿qué habéis aprendido o qué estrategias habéis desarrollado? Nos gusta dar conciertos. Tantos viajes son una cosa dura pero tocar en directo sigue siendo de lo mejor que hay. Intentamos ir a la mayor cantidad de sitios que es posible. En España, si te quedas solo con grandes ciudades y festivales, haces 5 o 10 conciertos al año, lo que no permite desarrollar un sonido propio para una banda ni estar en forma, ni pasarlo bien ni nada. Está muy bien para crear FOMO y vender muchas entradas en dos sitios, pero nosotros no queremos forzar ninguna escasez con nuestros conciertos. Queremos que quien quiera ir, que dentro de un plazo tenga la opción.
¿Qué podemos esperar del concierto en Donostia? Pues creo que va a estar muy bien. Tenemos muchas ganas de volver a Donosti. Siempre nos sentimos como en casa, y aunque hemos ido muchas veces, cada concierto es único. Tocaremos muchas canciones conocidas y seguramente también algo de lo nuevo que estamos haciendo. Texto de Mikel Izarra. Fotografía de Toño Chouza.
