Goyo Jiménez. El humor manchego universal.
El conocido monologuista estrena este verano de 2018 el nuevo espectáculo ‘Aiguantulivinamerica 2’ sobre EE.UU. y Trump (del que piensa hacer muchas bromas) y está encantado de presentar el show en la ciudad de Bilbao que siempre le trata como un vecino más del Botxo.
¿Qué nos depara tu nuevo espectáculo de humor, Goyo? Lo de ir a Bilbao a presentar el show es tradición y ya no sé si voy o vuelvo de allí (risas). Siento que formo parte de la vida del Botxo, me saludan como si fuera un vecino más. 15 años despúes de estrenar el monólogo de los americanos, la gente me daba mucho la brasa y decidí hacer otro y, justo ahora, la cosa está candente con Trump…
Le darás ese toque de surrealismo y disparate, ¿más aún que el anterior? América para mí es un mundo ideal donde todo es perfecto, quitando dos o tres pegas (risas). Empiezo a construir los personajes a raíz de observar. Por ejemplo, un malo, el que siempre mata en las pelis, igual no era malo de verdad y, si era malo, ¡esa persona tenía una vida!; a lo mejor solo estaba trabajando en eso hasta que saliera algo de lo suyo…
¿Qué recuerdas de tu primera vez en un escenario? Me subí con 14 años a un escenario y sólo ha variado el conocimiento. Tengo las mismas ganas de “jugar”. Es que, los americanos, en vez de “jugadores”, a los actores de teatro, les llaman players y yo juego con la gente. Mi trabajo está relacionado con el ilusionismo y con hacer reír.
¿Cuál es la clave del éxito? Mientras actúo, me voy dirigiendo. La clave del éxito no es tanto tener un guion bueno, si no ir improvisando e ir variándolo. Anticiparse, encauzarlo sobre la marcha.
¿Cuántas veces has estado en EE.UU.? Nunca. Eso es lo bonito. He hecho este espéctaculo como boceto de un programa o reality en el que vaya próximamente a Estados Unidos y compruebe en distintos episodios si todo lo que he ido contando sobre los americanos es cierto o no.
¿Tanto te gusta el mundo de la televisión? Necesito muchas vidas para sacar adelante todos los proyectos que se me ocurren. ¡Estoy acabando una serie! El problema es el tiempo. Por suerte, he conseguido un buen estatus para sacar adelante los proyectos que me interesan.
¿Cuánto de glamurosos somos los españoles al lado de los americanos? En cuanto a glamour, los americanos dejan mucho que desear. ¡Incluso Rajoy era más glamuroso que Donald Trump! Tenemos una monarquía con glamour (risas). Eso sí, cuando pones Callejeros, España salimos perdiendo. La imagen que tenemos del glamour es Hollywood; es la alfombra roja de los Oscars. Apetece más ver el espectáculo de la alfombra que la gala en sí, que es un tostón.
Explícanos el humor manchego… La Mancha ha tenido la fortuna de dar cabida a creadores como Almodóvar o José Mota, que nos sirvieron de modelo a otra segunda hornada. Yo estoy entre los motas y los chanantes.
¡Fuiste co-director y guionista de ‘La Hora de Jose Mota’! Lo que empezó siendo un apoyo puntual, acabó siendo una relación laboral preciosa donde yo aprendí muchísimo. Para mí, Mota es de los mejores cómicos televisivos de este país; ¡es el más completo!, imita, canta, baila… Él tiene ese instinto especial para saber si algo hace gracia o no. Acabé esa etapa porque era un trabajo agotador, perfeccionista y exigente, pero es lógico, solo que yo tenía mis proyectos personales. ¡Somos más amigos que gorrinos ahora!
¿Qué le dirías a toda esa gente que no entiende tu humor? Que vayan al médico (risas). Es interesante que haya gente que no le haga gracia, perdería la esencia poética. Todos los humores requieren algo diferente. Estamos acostumbrados a pensar de una forma determinada y hay quienes se quieren quedar con las pataticas y el pollico de su pueblo (risas). Hay que ver mundo y salir para que la humanidad avance.
Texto de Ángela Saiz.
