Brodas Bros. Bailando por el mundo.
La compañía internacional de hip hop nacida en Barcelona presenta con ‘Around the World’ su espectáculo más futurista. Una combinación de danza, luz y tecnología que llegará al Teatro Barakaldo a finales de diciembre. Hablamos con Lluc Fruitós, uno de los bailarines y el director artístico de la obra.
Se trata de vuestro espectáculo más tecnológico, ¿qué tipo de innovaciones incorpora? Somos muy fans de la tecnología mezclada con el baile. En esta ocasión lo que hemos hecho es mezclar los trajes de led con una pantalla creando una especie de hologramas vivos. Gracias a las proyecciones que hemos trabajado con Desilence hemos conseguido una proyección muy orgánica e interactiva que se hace a partir de sensores de movimiento. También hay un número con un láser en el que todo se desarrolla dentro de un espacio limitado en el que te deja moverte ese láser o el número de Palestina que es como danza aérea con un bungee, en el que la proyección sigue los movimientos de la bailarina que intenta volar por encima de esa pared de Palestina. Los focos también se mueven al ritmo de la música y tienen su propia coreografía como si fueran un bailarín más del espectáculo. También hacemos un poco de música con un mando de la Wii, que es un momento interactivo en el que jugamos con el público. Jorge García y Marc Carrizo han sido los diseñadores de las luces, un tema por el que hemos estado incluso nominados a los Premios Max. La música también es muy importante, para ella hemos contado con una artista francesa llamada CloZee y con Arturo Calvo.
Puede servir para dar una pequeña vuelta al mundo en unos momentos en que no se aconseja viajar. Se habla de que hay una influencia especial de China, ¿en qué se refleja? Un año antes del Covid fuimos tres veces, una vez cada mes, a China. De hecho, la primera ciudad que pisamos de China fue, casualmente, Wuhan. Al estar tanto tiempo allí de gira, quieras que no, vas acumulando experiencias. Algunas cosas las hemos querido incorporar. Hay una escena que es bastante estresante en la que la música no para de subir, en la que no para de entrar ruido, con los led y los láser que trata de reflejar cómo en China hay muchas tiendas que tienen un altavoz fuera que te van haciendo publicidad en la calle. También hay una influencia en la música de CloZee que le da un toque muy oriental.
¿Cómo son vuestros shows acogidos en los distintos países? ¿Tienen un nivel similar de aceptación o hay algunos lugares en los que gusten especialmente? Pues la verdad es que en cada sitio tiene su público, pero lo que cambian son sus reacciones. No se puede generalizar porque dentro de cada país hay diferencias pero sí hay cosas que parecen más habituales. Por ejemplo en China la gente entraba tarde al espectáculo, hacía ruido y se desmadraban a tope con el espectáculo y en cambio en Alemania era todo mucho más ordenado y políticamente correcto e igual no aplaudían durante la función pero luego al terminar hacían una gran ovación y lo daban todo. Me acuerdo especialmente de una actuación en Haití que fue apoteósica porque el público estaba deseando subir a bailar al escenario y así ocurrió al final del todo.
Algo que se destaca sobre vuestros shows es que incorporan humor, ¿os parece un elemento interesante? Leo que habéis llegado incluso a colaborar con Tricicle… El humor siempre ha estado presente en nuestros shows y hace tiempo en nuestro primer gran espectáculo nos hecho una mano Joan Gràcia de la compañía Tricicle, que siempre ha sido uno de nuestros grandes referentes. Este no es nuestro show más humorístico pero sí que hay algo de eso en la parte que te comentaba con el mando de la Wii y la interacción con el público.
¿Existe cierto purismo en el mundo del hip hop o en general están bien visto todo tipo de fusiones e innovaciones en la puesta en escena? Nosotros mismos somos bastante puristas pero a la vez somos de no ponernos fronteras ni límites. Las innovaciones tecnológicas gustan y están muy bien integradas en el baile. Nosotros seguimos haciendo estilos como el popping, el looping, el breaking o el hip hop. Nos gustan bastante puros y nos gusta romperlos también.
¿Hay alguna otra compañía que enfoque el hip hop de manera parecida a la vuestra? ¿Tuvisteis algún referente y/o habéis creado escuela? Hemos tenido referentes pero no exactamente de nuestro estilo. Nosotros hemos aprendido mucho de una compañía que se llama Barcelona Adictos, por ejemplo, y también hemos salido mucho fuera y hemos vivido mucha cosa en Francia, con compañías como los Boogie Lockers o compañías de Alemania como los Flying Steps. En España nos parece que sí hemos creado bastante escuela porque ahora hay bastantes compañías que se dedican al hip hop y creemos que hemos aportado un granito de arena para que todo esto crezca.
¿Qué tipo de mensajes sobre el presente y sobre el futuro se pueden extraer del show? Nosotros creamos el espectáculo antes del confinamiento y no pudimos estrenarlo. Finalmente lo estrenamos en julio en Barcelona. Vimos que tenía mucha aceptación y que muchas cosas que habíamos creado tenían mucho que ver con lo que está pasando ahora. Por ejemplo una coreografía al final que está hecha con cuadrados de luz es como si fuera la distancia de seguridad, totalmente, lo que tienen ahora todas las escuelas. No lo habíamos pensado así. Luego si hemos readaptado un par de cosas para incorporar lo que estamos viviendo, pero otras coincidieron así. En cuanto al mensaje, Brodas Bros es una compañía de danza urbana muy positiva con muchas ganas de vivir, de bailar, de compartir y eso es lo que llevamos a todo el mundo. La gente sale del espectáculo con un chute de energía. Eso es lo que nosotros buscamos y queremos transmitir, ese hip hop mediterráneo y esa energía positiva que ahora nos hacen tanta falta.
Texto de Roberto González. Fotografía de Brodas Bros.