Edificio de viviendas Glas Eraikuntza. Luz marina y matizada.
Ya desde la elección de su situación, los arquitectos han ido encadenando un buen número de acertadas decisiones que han dado como resultado un edificio de calidad arquitectónica no exenta de calidez humana, con un más que notable resultado.
El reto y a la vez la oportunidad de transformar un barrio de un uso industrial a residencial conlleva la responsabilidad de ser muy meticuloso y cuidadoso y sobre todo sensible. Es en este último punto donde radica el acierto de la propuesta que se aparta del estándar de vivienda al uso de una promoción inmobiliaria privada para su venta, en la cual se desconoce la singularidad de los futuros habitantes del edificio, sus necesidades y preferencias, presentando, en este caso, un producto más adaptado y personalizado. Así pues, queda demostrado que el acercamiento entre arquitectos y futuros moradores es del todo punto necesario, habiéndose perdido hoy en día, salvo en contadas ocasiones. Esperemos que sirva de precedente para posteriores promociones en este barrio.
El edificio de viviendas promovido en régimen de cooperativa, responde a su ubicación, como no podría ser de otra forma como remate edificado de una manzana lineal y dando frente y abierto, a su vez, al parque de reciente creación. La carga de la idea de este remate es generar una fachada atractiva por su plasticidad y movimiento (asemeja un Cubo de Rubik a medio resolver). De esta forma, se rompe con la idea de esquinas formalmente configuradas dando continuidad a las fachadas en “un todo uno”, Con esto se consiguen un buen número de atractivas vistas perspectivas desde cualquier lugar del paseo al que se asoma y además desde su proximidad.
La presencia de diferentes soluciones de huecos afianza la idea de continuidad formal de las fachadas y rompe con la monotonía que podría suponer esta continuidad, llegando a su extremo en los huecos circulares de los tendederos a modo de “burbujas de aire”. Si acaso se podía haber considerado la oportunidad de plantear algún pequeño balcón en alguno de los vuelos de plantas.
En su conjunto parece ideado como una barcaza siendo su casco curvo en una planta baja bien diferenciada del volumen superior del resto de la edificación.
Toda la planta baja se ejecuta en vidrio moldeado de colores y formas diferentes, con muy reseñables efectos. Mientras que para el cuerpo de las plantas superiores, el revestimiento de panel de aluminio blanco con entrecalles horizontales pronunciadas le da un aspecto muy amable y doméstico a modo de mueble, amén de reforzar su carácter “marinero” (horizontalidad siempre es sinónimo del mar). Son muchas las referencias a este aspecto, como la cubierta plana de la terraza solárium con piscina tratada con madera sintética, los ojos de buey de las puertas de la escalera, y las barandillas de ésta, el remate de protección de la piscina con elementos textiles, las propias chimeneas, etc.
Otro acierto es la propia disposición de los garajes resueltos a medias plantas lo que multiplica las plazas de aparcamiento de forma considerable minimizando el efecto de las rampas de acceso. No cabe duda de que se trata de una obra muy pensada y por ello bien resuelta, al detalle y pormenor. Todo ello con gusto y sensibilidad.
Texto de Leonardo Ignacio González Ferreras.
EDIFICIO DE VIVIENDAS GLAS ERAIKUNTZA EN BILBAO
Autores: Miret Arquitectos.
Ubicación: Bailén Kalea nº12. Barrio de Ametzola. Bilbao.
Lo mejor: Los efectos de luz que se consiguen con los vidrios moldeados de planta baja.
Un detalle: El remate de la cubierta rompiendo la continuidad del antepecho configurando un balconcillo.