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September 7, 2024

El Columpio Asesino. La amenaza de un día azul.

bam bam 6

Tras cinco años de relativo silencio la banda de Pamplona regresa con ‘Ataque Celeste’, un disco más melódico que los anteriores pero con el trasfondo oscuro y ácido que les caracteriza. Superado el parón del confinamiento participarán en el Km Zero Musik Fest de Baluarte. Habla Albaro Arizaleta.

Es un álbum más electrónico. ¿Buscasteis intencionadamente que los nuevos temas fueran más bailables?

Bueno, intencionadamente no. Corresponde más a una evolución natural. En cada disco nos gusta buscar nuevas fórmulas. En ‘Ballenas…’ dimos por cerrado un determinado tipo de sonido. Quisimos explorar otros caminos y nos encontramos con un disco más electrónico, en el que Cristina tiene más protagonismo…pero deliberado tampoco creo que fuera. Es una progresión.

¿Compusisteis muchas canciones que no llegasteis a usar?

Tampoco es que compongamos tantos temas pero una misma canción puede recorrer cincuenta caminos diferentes. Aunque en este disco sí que quedaron algunas canciones fuera que no nos encajaban en el concepto del disco. Podríamos haber metido un par de temas más pero se rompía el concepto y no se sentaba tan bien el círculo con su discurso y su sonido.

En este disco parece que buscáis también que cada tema sea distinto, hay algunos bastante experimentales como ‘Siempre estás tú’ o la propia ‘Ataque Celeste’.

Sí, los dos singles con los que presentamos el disco despistaron bastante porque quizás eran más pop. Hay mucha diferencia entre las canciones. Pero creo que Dani les dio bastante unidad en cuanto a la producción. Pero desde luego hay todo un mundo de canción a canción, aunque creo que es algo que nos ha pasado en todos los discos.

¿Creéis que desde ‘Diamantes’ tenéis un estilo más reconocible que en los inicios o no es algo que os preocupe?

Al principio se notaban mucho la frescura y la inconsciencia de mezclar las cosas con una alegría de cuidado. En ‘Diamantes’ empezamos a acotar mejor el estilo. Lo que pierdes en frescura lo ganas en sabiduría a la hora de concretar la propuesta. En ‘Ballenas…’ el sonido fue deliberadamente oscuro por el contexto en el que se grabó y ‘Ataque Celeste’ ha sido una evolución natural de toda nuestra trayectoria y de nuestra manera de entender la música.

La idea de ‘Ataque Celeste’ es que puedes sentirte mal aunque salga un día con el cielo azulado. Antes de que llegara el disco se habló incluso de una posible separación de la banda. Tras este parón que nos ha tocado vivir, ¿cómo os encontráis anímicamente?

El parón está siendo un palo que no te puedes ni imaginar. Llevamos muchos años de gira con discos, son procesos muy intensos y con la gira de ‘Ballenas…’ acabamos muy cansados por lo que se valoró la posibilidad de separarnos. Decidimos darnos un año sabático y después nos juntamos y empezamos a grabar ‘Ataque Celeste’. Estuvimos tres años trabajando duro en el disco y ahora que por fin salía a la luz se ha parado todo. Ese tipo de crisis las hemos tenido casi con cada disco porque nuestras grabaciones son intensas.

«Es curioso cómo estando todos confinados en nuestra casa después de haber visto todas las series que podías ver, de haber leído todos los libros que tenías por leer y de haber amasado todo el pan que podías haber amasado, llegaba un momento en el que no te quedaba otra cosa que enfrentarte a tu soledad y yo creo que la gente estaba evitando eso a toda costa».

El disco también incluye este lema del ‘Yes, We Can’, reflexione sobre las ideas de la productividad y el positivismo, algo de lo que también se ha hablado mucho durante esta crisis.

Es curioso cómo estando todos confinados en nuestra casa después de haber visto todas las series que podías ver, de haber leído todos los libros que tenías por leer y de haber amasado todo el pan que podías haber amasado, llegaba un momento en el que no te quedaba otra cosa que enfrentarte a tu soledad y yo creo que la gente estaba evitando eso a toda costa: enfrentarse con ellos mismos. El confinamiento era una oportunidad para darle la vuelta y replantearse muchas cosas. Pero la gente se ha llevado la hiperactividad que tiene habitualmente a sus propias casas. Tenemos una vida muy programada. En el momento en que se desprograma entramos en colapso y nos entra el mono de actividad.

Daniel Ulecia ha llegado incluso a inventar un termino, el ‘felicimiento’.

Estamos en una sociedad en la que evitamos continuamente aceptar el sufrimiento y el vacío. No es que reivindiquemos esto sino que pensamos que esto forma parte de la vida.

¿Soléis darle muchas vueltas a las letras o surgen de forma espontánea? Algunas parecen tener algo de escritura automática, incluso en los títulos, como ‘Lechuzas, cúters y somníferos’ .

Sí, procuro trabajarlas mucho. Juego con imágenes potentes. Todas las letras las escribo con las tripas. Muchas veces comienzas a escribir y parece que las cosas no tienen forma pero poco a poco vas corrigiendo, cortando y van tomando un determinado cariz. Es un proceso.

Se ha dicho que este disco es más optimista que ‘Ballenas…’ pero las letras siguen siendo afiladas.

No me parece que sea más positivo. La diferencia es que es más melódico. El discurso, el trasfondo, es más venenoso incluso que el anterior. ‘Ballenas…’ giraba en torno a dos crisis paralelas, la personal y la individual. Y en este el círculo se ha cerrado más y habla más de las crisis y las miserias personales en la soledad de una noche en casa, por decirlo de alguna manera.

¿Os dais cuenta enseguida de quién va a ser la voz para cada tema?

Cuando hay melodía normalmente los temas van para Cristina porque a mí me quedan un poco ñoñas. Cristina las llena mucho más y ha hecho un gran papel. Eso se ve enseguida. No es que pensemos las canciones para uno de nosotros pero pronto vemos a quién le encaja mejor.

Seguís disfrutando del éxito de ‘Toro’. Siempre la incluís y parece que no estáis cansados de la canción.

Sí, la verdad es que a ‘Toro’ le debemos mucho. Sin este tema no creo que hubiéramos trascendido de la escena underground en la que nos movíamos antes con ‘La gallina’ o ‘De mi sangre a tus cuchillas’. No voy a decir que estoy hasta los huevos de la canción porque ha sido muy importante para nosotros.

¿Cómo fue el rodaje del videoclip ‘Huir’, dirigido por Haritz Zubillaga?

Nunca habíamos participado en una superproducción como aquella. Fue como grabar una película. Fue toda una experiencia salvo por los momentos en que nos tocaba llevar máscara, que no podíamos ni respirar…Y ahora vamos todos con mascarilla (risas)…

Ahora trabajáis con Oso Polita,¿Qué tal el cambio de discográfica?

Estamos muy contentos con cómo nos han tratado y la gran apuesta que han hecho por nosotros. Se agradece mucho la cercanía. Estuvimos muy a gusto con Mushroom Pillow pero acabó una etapa y apreciamos mucho el trabajo que están haciendo en Oso Polita. Texto de Roberto González. Fotografía de Mikel Muruzabal.

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