Irudigileak. Bizkaia ilustrada.
Álex Oviedo y Kike Infame presentan ‘Irudigileak’, un ensayo sobre la historia de nuestra ilustración en euskera y castellano, atendiendo a campos como el sector editorial, el diseño y la animación.
¿Qué es ‘Irudigileak. La ilustración en Bizkaia’ (1975-2019)?
Álex Oviedo: Se trata de un ensayo en euskera y castellano sobre la ilustración que comienza en 1975 y acaba el pasado año, en el que analizamos visualmente y a lo largo de cuatro décadas la importancia de los ilustradores e ilustradoras en nuestro territorio.
Kike Infame: En el libro hemos analizado, a través de las décadas, cuál ha sido la historia de nuestra ilustración, no solo en el sector editorial, sino también en el mundo del diseño y la animación.
¿Por qué os centráis en la ilustración en Bizkaia?
Álex: El libro ha sido publicado por la Diputación Foral de Bizkaia, que nos pidió que rellenáramos el hueco que existía sobre la ilustración vizcaína desde la Transición. La Diputación había publicado ya otros tres libros, uno centrado en los ilustradores hasta la muerte de Franco (‘Ilustradores vizcaínos: Una odisea gráfica’ (XVI-XX), otro dedicado al ilustrador Juan Carlos Eguillor y ‘Komikia’, sobre el cómic vasco, del que no se había hablado hasta entonces, escrito por Kike Infame y Mikel Begoña. Faltaba por tanto poner una cuarta pata a la silla y mostrar a través de texto e imágenes la cantidad de creadores que ha dado y da Bizkaia.
Kike: En cualquier caso, hablamos de Bizkaia pero muchos otros lugares se pueden sentir identificados con el relato que se cuenta: cómo los ilustradores se han buscado la vida a lo largo del tiempo adaptándose a las circunstancias, algo con lo que mucha gente, no sólo de aquí, se puede sentir representada.
¿Cómo ha sido la documentación?
Álex: Fue complicado porque no había nada escrito hasta el momento, por lo que decidimos, en vez de recurrir a las bibliotecas o a la documentación estricta, hablar con los protagonistas, que ellos fuesen los que nos contasen esos años, nos hablasen de su forma de trabajar, de sus intereses creativos y de paso viéramos a través de sus ojos una sociedad determinada, una situación política y económica o una evolución de los temas, de los métodos de trabajo, etc.
Kike: Ese viaje ha sido precioso, un descubrimiento continuo que nos ha hecho ver que la ilustración está mucho más presente en nuestras vidas de lo que pensábamos y que tenemos mucho que aprender del pasado (y del futuro) de nuestros autores y autoras.
«Hablamos de Bizkaia pero muchos otros lugares se pueden sentir identificados con el relato que se cuenta: cómo los ilustradores se han buscado la vida a lo largo del tiempo adaptándose a las circunstancias, algo con lo que mucha gente se puede sentir representada».
La parte gráfica tiene un gran peso en el libro.
Álex: Tenía que ser así. No podíamos dejarlo sólo en texto, porque las imágenes, las ilustraciones, nos permitían ver la evolución creativa de los ilustradores en Bizkaia en estos años, las técnicas que se usaban, desde lo artesano hasta la implantación casi total del ordenador y las nuevas tecnologías. Pero es que además tuvimos la suerte de que fueron los propios creadores los que nos cedieron sus imágenes en alta calidad, en un contacto directo con ellos que nos permitió elegir y llenar el libro de algunas de las mejores ilustraciones que se han hecho, desde las más icónicas hasta las más actuales.
Kike: Simplemente por eso el libro merece la pena. Desde los comienzos de las ikastolas hasta la aparición del álbum ilustrado en editorial, desde la potente cartelería política de los ochenta a la actual de festivales, de la animación por encargo a un planteamiento mucho más autoral… el abanico que se abre es impresionante. Las estéticas son muy diferentes en cada época. Algunas se convierten en testimonio de su momento, en otros casos sorprenden por mantener su vigencia. Es un elenco impresionante.
Organizáis el libro por décadas. ¿Cuál os ha llamado más la atención?
Álex Oviedo: Yo te diría que la década de los ochenta, porque fue la que me tocó vivir más de cerca y de pronto descubrí que conocía muchas de las ilustraciones que hemos llevado al libro (desde carteles, portadas de libros y discos hasta pegatinas políticas) pero no el nombre de sus autores. Y cómo muchos de ellos dejaron de ilustrar y otros, sin embargo, siguen en activo.
Kike: Opino como Álex, los años ochenta, pero por haberlo conocido menos. Hay cosas del Bilbao en el que crecí que he reencontrado y muchas otras que he descubierto preparando el libro. Cada generación piensa que ha inventado la rueda pero escuchar a los que estuvieron antes te da una buena cura de humildad.
¿Ha afectado al libro el confinamiento?
Álex: Sin duda. Se publicó justo en pleno confinamiento por lo que toda la promoción tuvimos que hacerla a través de videoconferencias o llamadas telefónicas. Tampoco pudimos sacarnos fotos juntos, sino que tuvimos que recurrir a la gran caricatura que nos ha hecho Asier Sanz o a montar una foto individual de cada uno de nosotros convirtiéndola en un fotografía en pareja. Y el libro ha permanecido en los almacenes guardado durante dos meses mientras los lectores lo solicitaban por correo electrónico a la Diputación.
Kike: Eso genera una gran incertidumbre. Llevamos mucho tiempo trabajando en él y tenemos muchas ganas de ver cómo lo recibe la gente pero se va a encontrar un escenario que es una incógnita para todos. Afortunadamente, desde antes de su salida, estamos recibiendo un feedback muy ilusionante que nos hace pensar que va a encontrar su espacio. Esperamos estar a la altura de la historia que tenemos que contar.
¿Cómo se va a distribuir y mover el libro?
Álex: En principio, desde el mes de junio está ya en las librerías, no sólo en la de la Biblioteca de la Diputación Foral de Bizkaia, sino también en otras como Joker, Sopa de sapo, Aerre, Anti Liburudenda, Cámara, Elkar… Y se puede pedir online a la Diputación de Bizkaia. Texto de Roberto González. Ilustraciones de cabecera de Juan Roller.