El acoso escolar, según Estibalitz Tijero.
Libros // Esta autora de Gurutzeta-Cruces (Barakaldo) es voluntaria de NACE (Asocación No al Acoso Escolar) y ha centrado su segunda novela -tras ‘Rojo Venecia’- en este espinoso tema. Es la historia de una alumna de psicología que decide realizar su Proyecto Fin de Grado con esta lacra social como eje central, lo que le lleva a estudiar el caso de otra estudiante. Hablamos con la escritora sobre esta problemática.
¿Por qué no te gusta el término bullying?Entiendo que decir “acoso escolar” clarifica con más intensidad de dónde parte el daño, generalmente del entorno educativo.
¿Es siempre consciente el acosador de que está haciendo daño a la víctima? ¿Qué tipo de medidas preventivas pueden cambiar a un posible abusador? Como se ha “normalizado» la violencia, el acoso es un juego, broma o “cosas de niños”; insultar y burlarse de alguien cada día, es habitual. Somos insensibles al daño que produce. El empoderamiento es la solución principal. La responsabilidad siempre debe recaer en adultos generadores de seguridad y clima. Los protagonistas son los niños; sin público no hay acoso. Por lo que son los iguales las piezas fundamentales.
¿Suelen actuar de manera correcta adultos y profesores? O, mejor dicho, ¿qué tipo de fallos son los más habituales en su forma de abordar estos problemas? Hay profesores muy sensibilizados. Otros miran hacia otro lado y lo obvian, culpabilizan o etiquetan. Los adultos cedemos a comportamientos «normales», porque “siempre han sucedido”…, a veces para evitar desencuentros. Para abordarlo debe visibilizarse. Todos somos diferentes sin derecho a maltratar con palabras o golpes, a humillar, ni a aislar a nadie. Deben contarlo y frenarlo. Mirar para otro lado, reír la gracia o sumarte, te hace culpable, acosador.
Dices que la novela se basa en hechos reales. ¿Se acerca a algún caso en concreto o es una mezcla del estudio de varios casos diferentes? Aunque he enlazado diversos y estremecedores casos, hay mucho de ficción en la novela.
Parece que avanzamos hacia una sociedad cada vez más sensibilizada con respecto al respeto a los demás. ¿Sigue habiendo algunos colectivos o tipos de personas especialmente vulnerables?Lo diferente nos hace sentir extraños; físico, religión u orientación sexual…, o niños con TDAH, TEL, DOWN, TEA, altas capacidades…
¿En qué momento se pasa de hacer una broma a ejercer acoso escolar? ¿Están muy claros los límites?El paso es minúsculo. Una broma hiriente y pública es acoso; insultos repetidos, exclusión en juegos, vacíos…
A la hora de escribir, ¿tienes especial interés por la temática social? ¿Consideras que la literatura puede tener un efecto positivo a la hora de cambiar las cosas? Una vez publicado y recibido el feedback, ¿sientes que tu libro ha servido de ayuda a varias personas?No tenía interés especial por escribir sobre altas capacidades y acoso escolar; surgió por casualidad gracias al entonces presidente de NACE. Leer tiene un efecto positivo e invita a meditar. Cambiar las cosas depende de cada uno. Me asombra la visión de los lectores; reseñas que hacen pensar que la historia ayuda. Leer puede motivar y hacer entender qué camino seguir. Me encantaría que ‘En aquel banco’ fuera ficción, pero hay muchos niños que no llegan a ver la luz al final del túnel. La realidad siempre supera a la ficción.
Texto de Roberto González.