Damasco: El Silencio de la Guerra. Ahora que las armas callan
‘Damasco: El Silencio de la Guerra’ es el primer documental producido por la revista 5W. En él, el periodista Mikel Ayestaran recorre las calles de la capital siria para recoger el pulso de una ciudad que poco a poco despierta de la pesadilla de la guerra. Entrevistamos a su director José Bautista, quien filma la desolación de lo que ha sido zona de guerra y recopila testimonios que hablan con pesar sobre su reciente pasado y miran con indisimulada esperanza al futuro.
¿Cómo surgió la idea de llevar al cine un conflicto como el de Siria?
El documental está producido por Revista 5W, un medio digital con sede en Barcelona financiado por socios suscriptores. En mayo de 2018 lanzaron ‘HOW’, una plataforma que permite al público escoger y financiar coberturas. El proyecto ganador fue el de los reporteros Mikel Ayestaran y Guillem Trius, y gracias a la financiación de 165 mecenas viajaron a Siria para documentar las heridas aún abiertas en el país.
En 5W tuvieron la idea de hacer un esfuerzo adicional para enviar un equipo más grande y poder realiar su primera incursión en el formato del corto documental. Entonces fue cuando su editora gráfica, Anna Surinyach, me propuso dirigir el capítulo piloto de una serie que hablaría de la cara “B” de la guerra allí donde se había producido un conflicto armado. Por motivos logísticos y de producción decidimos desarrollar este primer corto documental en Damasco.
No ha debido ser sencillo filmar en Damasco y conseguir los testimonios que recoge el documental, ¿hubo un trabajo previo antes de emprender el viaje y llegabais con una agenda cerrada de entrevistas o los posibles imprevistos dejaban parte del argumento al azar?
Mikel Ayestaran lo dejó claro desde el principio: “Los visados y permisos para poder trabajar en la ciudad, si nos los dan, son sólo de 4 días. Creo que podré arrancar algún día más, pero hay que tener en cuenta los viajes y el permiso de acceso para rodar ¿Crees que podremos hacer algo en 5 días de rodaje?”
Sopesé la posibilidad de hacer el documental en otro sitio, porque no veía la manera de producir una pieza así en solo 5 días, pero había que hablar de Siria porque la cobertura financiada por los mecenas trataba de ese país y Mikel nos dijo que Damasco era el mejor sitio para desarrollar nuestro trabajo.
Por otro lado, hubo que contactar con mucha antelación con los entrevistados para que nos dieran permiso y se fueran haciendo a la idea. La gente en general tenía mucho miedo y había un riesgo de que no pudiésemos conseguir una entrevista decente. Además, en cada entrevista tenía que haber un funcionario del Ministerio de Información Sirio, que en este caso era también nuestro traductor por lo que no habría problemas de “censura”, pero eso era algo de lo que los entrevistados recelaban. De hecho, tuvimos que desechar varias entrevistas porque los testimonios estaban tamizados por temor a represalias.
El formato coral y reflexivo del documental en el cual diferentes personajes conforman el guion de la pieza recorriendo el pasado, presente y futuro de Damasco fue casi la única opción que podía proponer a 5W.
«La sociedad siria alberga un gran orgullo como nación e intentará no caer en una depresión profunda que le impida sobreponerse ante tanta desgracia vivida».
Alguna de las escenas, como la del coro que interpreta el tema central del documental, parecen pequeños milagros dentro del caos que se le supone a una ciudad que ha sufrido años de guerra, ¿habéis conseguido filmar todo lo que estaba previsto o ha quedado algo que os hubiera gustado incluir en el documental y no ha sido posible?
El coro fue un “capricho” que les propuse a 5W ya que desde el primer momento pensé en la posibilidad de que la música la interpretaran músicos locales. Surgió finalmente la idea de contactar a un conjunto coral femenino, a ser posible gente joven para mostrar una faceta distinta del estereotipo que podamos tener al pensar en ciudadanos sirios. Mikel me envió varias opciones entre las que se encontraba el Coro de la Ópera de Damasco, dirigido nada menos que por el director de la Orquesta Nacional de Siria Misak Baghbudarian, así que esa fue mi elección. Escribí la partitura que tenían que interpretar y se la enviamos para que la ensayaran. Imagínate lo que supuso para mí el momento de la grabación de esa música en el escenario de la Ópera de Damasco. Aún he de contener las lágrimas al recordarlo. La Ópera es un edificio que han conservado y reconstruido continuamente durante la guerra. Era un símbolo el cual había que preservar a toda costa, y resulta doblemente impactante saber que a solo 10 minutos en coche se encuentra la más absoluta destrucción en el barrio de Yarmouk, devastado por la aviación siria y rusa ya que el Daesh se había hecho fuerte allí.
Otro personaje interesante del documental es una mujer joven, ex-modelo, abogada y que pincha como DJ en locales de la parte cristiana de Damasco. Pudimos grabarla durante una sesión, y más allá de lo extraño que pueda parecer la escena lo verdaderamente interesante es la visión diferente que aporta sobre la guerra.
No pudimos filmar todo lo que nos hubiera gustado ni profundizar en los personajes para mostrar su día a día, por los pocos días de permiso y la negativa de esas personas para que grabásemos su entorno familiar.
Tanto los testimonios como algunas localizaciones presentan profundas heridas que se intuye tardará muchos años en cicatrizar. Sin embargo, a pesar de lo devastación, tanto material como vital, hay un ansia en todos los entrevistados que es la de salir hacia adelante y dejar atrás la guerra, ¿es más un deseo que una realidad o puede empezarse a hablar de la guerra en Siria como algo pasado?
Ese deseo de luchar para salir adelante lo percibimos en todos los entrevistados. La sociedad siria alberga un gran orgullo como nación, e intentará no caer en una depresión profunda que impida sobreponerse ante tanta desgracia vivida. Pero también percibimos que ese deseo a veces camufla un sentimiento de esperanza forzada, porque es difícil imaginar que la devastación que presenciamos pueda reconstruirse en 10 o 15 años como nos decían.
La impecable factura técnica del documental, así como la original forma de aproximarse al que ha sido el peor conflicto del siglo veintiuno no ha pasado desapercibida en los festivales por los que ha pasado, ¿habrá próximas proyecciones en algún otro festival? ¿hay alguna otra forma de poder ver el documental?
Una de las cosas que teníamos muy claras desde el principio es que de alguna forma queríamos acercar el lenguaje documental al aspecto cinematográfico, y por ello apostamos por llevar un equipamiento capaz de producir en 4K, con lentes de cine, etc. Asimismo, el sonido está mezclado en Dolby Atmos. Era muy importante intentar mostrar de la mejor forma posible dentro de nuestros medios esta historia, y por eso apostamos por una técnica cuidada en los planos, la música, el sonido.
El documental está disponible para verlo de forma privada si eres suscriptor de la revista 5W. Ahora mismo está en el circuito de festivales y no podemos exhibirlo públicamente hasta que no haya transcurrido un tiempo de recorrido. Texto de David Tijero.