Los Fresones Rebeldes. ¡Fresones a mí!
Con sólo un par de LPs Los Fresones Rebeldes consiguieron varios hits y se convirtieron en un grupo de culto hasta el punto de que su público no les deja irse. Ahora se reúnen para una serie de conciertos que incluye dos fechas en el bar Muelle de Bilbao (días 5 y 6 de abril). Hablamos con Cristina Segura sobre sus inicios, la nostalgia, el tontipop y su influencia en la música actual.
En los últimos años habéis tenido una serie de reuniones puntuales con motivo del aniversario de Subterfuge. ¿Cómo ha surgido esta nueva gira?
La anterior reunión fue con motivo del 25 aniversario de Subterfuge en principio para un concierto pero al final la cosa se alargó dos años y medio más. En esta ocasión ha sido similar. Nos queríamos reunir por los 30 años de Subterfuge y nos propusieron si teníamos ganas de volver a hacer, en principio, un concierto en Madrid pero debido a esto otras salas nos han llamado para actuar, entre ellas la sala Muelle de Bilbao.
Sólo tuvisteis dos LPs y sufristeis unos cuantos cambios en la banda, ¿fue fácil mantener el tirón?
Sí, la verdad es que hemos sido un grupo bastante atípico. Lo formamos Felipe y yo un día sin canciones y en mi caso sin tener ni idea de tocar el bajo. A partir de ahí se fue incorporando gente. Las chicas estábamos estudiando y a veces por circunstancias como viajes de Erasmus y cosas así había un ir y venir constante sobre todo de cantantes. Salió el primer LP y ya nada más salir hubo un cambio drástico de cantante y Felipe que en el primer LP tocaba la batería se pasó a la guitarra y se incorporó un batería diferente. Justo en el tirón cuando salió ‘Al amanecer’ que de repente se produjeran tantos cambios sobrevivir a eso fue algo inaudito. En la reunión que hicimos por el 25 aniversario una de las cantantes que ya lo había dejado de la primera formación le apetecía colaborar y en esta nueva reunión también habrá otro cambio porque el batería acaba de ser papá. Son circunstancias variadas pero las canciones siguen siendo las mismas. Y la base que es Felipe que es el máximo compositor y yo que también he estado desde el principio de momento seguimos.
En alguna ocasión habéis tirado de covers como ‘¿Por qué me tengo yo que enamorar?’ basada en ‘A teenager in love’ de Dion & the Belmonts que también tuvo una adaptación de Los bólidos. O aquella bonus track de ‘Teenage Kicks’ de The Undertones.
Lo de ‘Teenage Kicks’ fue algo que surgió en el estudio. Es una canción en la que estamos todos cambiados de instrumento. No estaba ensayado ni nada. Nos dio un ataque de risa y en un arranque espontáneo decidimos ponerla. Cada uno de nosotros confluimos en muchos estilos y en muchos grupos pero luego cada uno tenemos nuestros artistas favoritos. El garaje, el punk, el beat nos gustaban a todos muchísimos, también todas las bandas de los 60 desde los Beatles a la Motown y también había un punto en común en todos que era el Sonido Donosti. Bandas como La Buena Vida, El joven Bryan Superstar…Eran cosas muy diferentes pero a todos nos gustaban y eso nos unía. A mí me encantaban Sex Museum, Los Flechazos…e igual a otros les gustaba más Teenage Fanclub, por ejemplo. Teníamos muchas influencias y supongo que eso se reflejaba en las versiones que hacíamos.
Vosotros teníais ese toque retro y ahora vuestros seguidores también os recuerdan con cariño. ¿Qué opinas del tema de la nostalgia?
Los primeros sorprendidos de que sigamos actuando ahora somos nosotros. Por lo que hemos podido ver en la gente que acude a nuestros conciertos más que nostalgia es que perciben como si no hubiera pasado el tiempo. Hemos retomado los ensayos con ganas. Y ahora con el cambio de formación los que han entrado también le han dado un impulso y una manera nueva de tocar. Nosotros seguimos viéndonos como algo fresco, más que nostálgico. La sensación de los primeros conciertos no la vamos a tener porque aquello fue mágico. Por ahí sí podría tener un poco de nostalgia pero me alegra que aún haya gente que lo sigue disfrutando.
Y ya más en general, ¿qué opinión te merece ese sentimiento? Los Fresones teníais esos temas como ‘¡Vaya Futuro!’ que recogían esas ideas de la ciencia-ficción retro.
En alguna canción se veían un poco reflejados los años sesenta pero no había una canción puramente sesenta o puramente punk o puramente beat sino que casi todas eran pop con algunos toques de todo eso. En cuanto a las letras la mayoría hablaban más de amor y de amistad salvo las de Miguel que igual sí que introducían algunas referencias más a los viajes al espacio y a lo que nos vendían que iba a ser el futuro.
Y las canciones más ligadas al amor y la adolescencia, ¿siguen llegando a las nuevas generaciones?
El amor es atemporal. Quizás nosotros nos sentimos más adolescentes que la edad que tenemos pero somos así. Los adolescentes de ahora son diferentes a los de antes. Ha cambiado mucho el modo en que te llegan las noticias y el entusiasmo ante las cosas. Ahora todo es más individualista y la información tiene que ser muy inmediata. Los adolescentes de ahora también van a conciertos pero a la mayoría de los que seguían la música en nuestros tiempos también les unían otras cosas como por ejemplo todo el tema de los fanzines…Mira, por esa parte sí que tengo algo de nostalgia (Risas). A nosotros nos viene el público de antes y a veces hermanos pequeños o incluso hijos. Intentamos que allá donde tocamos puedan acudir también menores.
Aquel track un poco de broma que introdujisteis ‘El día en que 200 periodistas vinieron a vernos’, ¿era una crítica a la prensa especializada?
Eso sale de una frase real que nos dijeron una vez, que no podíamos entregar más invitaciones porque nos iban a venir a ver doscientos periodistas y luego no vinieron doscientos periodistas ni mucho menos…Además estaba un poco la broma de que a lo mejor tú invitas a muchos periodistas pero a la mitad de ellos ni les interesa el concierto y están haciendo la crítica desde la barra, tomándose un cubata y hablando con un amigo.
«Detractores tuvimos muchos, muchísimos. Menos mal que no había instagram, facebook ni twitter porque nos habrían acribillado. La gente no recibe bien lo que percibe como un éxito espontáneo y no a todo el mundo le gustaba la música que hacíamos, lo que es normal. Por lo demás ya te digo yo que somos más punkis que ñoños».
Se os criticó mucho por ser ñoños, con esa etiqueta de ‘tontipop’. Pero también teníais un toque punk y de mala leche que para mí está bien reflejado en esa línea de ‘La inocente’ que dice: “Rescátame o te mataré”.
Detractores tuvimos muchos, muchísimos. Menos mal que no había instagram, facebook ni twitter porque nos habrían acribillado (risas). En los primeros conciertos en Barcelona fue bien, cada vez nos venía más gente…pero luego tuvimos incluso detractores que decían que éramos un grupo inventado porque al principio no tocábamos bien y creían que éramos una fórmula, una creación artificial. También había otros que pensaban que habíamos grabado una canción y ya habíamos salido en los 40 Principales. Nosotros empezamos grabando maquetas en casa e íbamos mandando a todas las emisoras por correo hasta que alguien nos hizo caso. Tuvimos un proceso: primero las maquetas, luego el primer single con una discográfica muy pequeña de Villarobledo en Albacete…y luego llegamos a Subterfuge. Hubo esta crítica porque no toda la gente recibe bien lo que percibe como un éxito espontáneo y luego que a todo el mundo no le gustaba la música que hacíamos, pero está bien, no pasa nada. Por lo demás ya te digo yo que somos más punkis que ñoños (Risas). Sobre todo en directo.
Tengo el recuerdo de que Subterfuge Records os apoyo mucho con la promoción en su momento.
Sí, ellos nos hubieran apoyado cien por cien para que nos pudiéramos dedicar de lleno a la música durante una temporada, pero cada uno tenía su vida y sus obligaciones. De hecho siguen confiando en nosotros. Ahora estamos tranquilitos en casa y cada cierto tiempo nos hacen una llamada para el 25 aniversario, para el 30…y así.
¿Qué temas podemos esperar en vuestros nuevos conciertos?
Nos hemos quedado con las versiones más significativas potenciando más los temas propios y no descartamos que podamos incorporar alguna canción nueva pero no te puede asegurar que estén para el concierto de Bilbao. Si más adelante puede haber canciones para hacer un EP, se hará. Todo va sobre la marcha y sin agobios.
Aunque las letras fueran de Felipe, ¿te parece que la esencia de Fresones es que contara con voces femeninas?
Sí. Una de las cosas buenas de las canciones de Felipe es que las escribe un chico pero están como pensadas por una chica. Al igual que son atemporales, yo creo que tampoco tienen género. El hecho de que las cantantes sean chicas sí que es totalmente identificativo del grupo. Si en todos estos cambios que solemos tener de repente tuviera que cantar un chico pensamos que la esencia se perdería. Da igual quién cante pero sí que tiene que ser una voz femenina.
¿Os parece que habéis influido en algún grupo actual? Por ejemplo en Pantones…
Pantones tiene también esas influencias de la Motown, del punk, del beat, cantan en castellano, voces femeninas, canciones cortas, espontáneas y frescas…Sí que hay un punto de conexión. Papa Topo también se han identificado mucho con nosotros, llegando a hacer una versión de ‘Quiero saber’ en su momento pero por lo demás…el pop está ahí y sigue estando todo lo que nos influyó a nosotros. Además nosotros también cambiamos bastante del primer al segundo disco, hay una diferencia. Y si hubiera llegado a haber un tercer disco habría habido otra evolución. Íbamos dirigidos a introducir más teclado y otros sonidos.
¿Qué experiencias habéis tenido en el País Vasco?
En la primera época fuimos bastante por Euskadi y el País Vasco y tenemos un recuerdo impresionante de nuestros conciertos por allí, especialmente de uno que dimos en Getxo. ¡Tenemos unas ganas tremendas de ir! ¡Que hagan tortillas a saco que nos las vamos a comer todas! Texto de Roberto González. Fotografía de Anxela Baltar.