Cariño. Contra la bajona.

Paola Rivero toca la guitarra, Alicia Ros el bajo y canta y María Talaverano toca los teclados y canta. Son Cariño, una banda nacida en verano de 2017 que destaca por temas frescos y divertidos como ‘Canción de pop de amor’, ‘Bisexual’ o ‘Mierda seca’ que recopilan en el mini LP ‘Movidas’. Las veremos en el festival Uni Sound.
El concepto de amor está siendo redefinido y cuestionado en los últimos tiempos pero sigue dando juego en el mundo de la música. Vuestro primer tema fue ‘Canción de pop de amor’, que trata sobre ello de manera un tanto irónica. ¿Es difícil hablar ya del amor romántico de una forma seria? No es que sea difícil, nosotras utilizamos el humor y la ironía para transmitir conceptos más serios. Sin embargo si es verdad que hoy en día el amor se ridiculiza de alguna manera. En parte porque se están rompiendo los conceptos de pareja y lo que veníamos entendiendo por amor: para siempre, con una única persona, con hijos, con unas actitudes concretas… hoy en día tener pareja no es la máxima aspiración de todo el mundo. Y supongo que por ello se ridiculiza un poco, es como que da vergüenza enamorarse a la antigua. Es todo un poco más frívolo pero creo que más real.
Por cierto que según tengo entendido el grupo surge un poco de la idea de combinar poesía y música. Entiendo que la poesía es un campo más complicado que el de la música para darse a conocer… Sí. No fue por darse a conocer sino por dar salida a una serie de poemas que no permitían quedarse solo en la clasificación de poesía. Los usos en poesía no permiten un lenguaje sencillo y directo, decir “Te quiero” queda medio mal, por lo trilladísimo del término. Sin embargo puedes decir “Te quiero” en una canción y nadie se cuestionará nada.
Reivindicáis el tontipop y entre vuestras referencias citáis a Los Fresones Rebeldes (a los que entrevistamos en este mismo número). Es curioso cómo esta banda ha llegado a varias generaciones, ¿cómo/cuándo la conocisteis? Más que reivindicarlo, lo practicamos sin más. Los Fresones son un grupo que han estado ahí siempre. No podríamos decir en qué momento apareció en nuestras vidas; pero sería en nuestra adolescencia. Luego más conscientemente nos hemos ido acercando a sus canciones; redescubriéndolos con una actitud más crítica.
Es normal que lleguen a tantas generaciones. Aparte de porque son geniales, porque trataron un género que en su momento no tenía demasiados seguidores y lo llevaron a un público más generalista. Esto ha hecho que se configuren dentro de una especie de papilla musical de la que todos nos alimentamos. Están en la memoria musical colectiva.
«Hasta ahora siempre ha habido canciones de chico canta a chica, o chica canta a chico. Realmente lo que estamos viendo es una libertad sexual y la muerte de lo heteronormativo. Da igual a quién ames o quién seas, tu sexualidad o tu género».
De todas las influencias de las que habláis a mi me recordáis especialmente a Los Punsetes por las melodías y la ironía de las letras, aunque las vuestras tratan de temas más cotidianos y sentimentales. ¿Os veis aumentando ese toque cáustico en el futuro? Diría que ya lo tenemos bastante desarrollado. Al tratarse de temas más íntimos, igual no deberíamos aumentar la violencia por no parecer más psicópatas, por seguir teniendo amigos y parejas, vaya.
Tenéis temas como ‘Bisexual’ que reivindican esta orientacion sexual de la que se habla poco. Parece que tanto la homosexualidad como recientemente la transexualidad han sido más reivindicadas y que la bisexualidad es especialmente incomprendida porque la gente lo interpreta como una cierta indefinición. ¿Lo veis así? No es tanto bisexualidad, es más bien replantearse los roles de género y romper con los tabúes sexuales en la música pop. Hasta ahora siempre ha habido canciones de chico canta a chica, o chica canta a chico. Realmente lo que vemos es una libertad sexual y la muerte de lo heteronormativo. Da igual a quién ames o quién seas, tu sexualidad o tu género. Eres igual de válido que una persona heterocis o trans, no hay límites. Es por ello que si somos lesbianas y hacemos las canciones para chicas, no vamos a cambiarle el género por ser “lo que está aceptado socialmente”. Que le den a eso; durante mazo tiempo hemos tenido que besarnos a escondidas o vivir con el miedo de que la peña del insti se enterase, y eso se acabó.
¿Cómo surgió lo de hacer una versión de C.Tangana que en principio no se adscribe del todo al género que cultiváis? Escuchamos de todo. Mucha música urbana, entre otros a C.Tangana. Siempre hacíamos el tonto con esta canción en el local, llevándola al pop. (Se puede llevar todo al pop realmente). Y un día María y Paola decidieron crear una versión en condiciones. Paola hizo una guitarra que pegaba en todo con nuestro estilo y María cambió cosas de la canción para que se adaptasen más a nuestra humilde vida. Por ejemplo, jamás iríamos en limos. En todo caso en vespinos.
¿Creéis que es un buen momento para los grupos independientes, pequeños o autoproducidos? Es el mejor momento. Hoy en día casi todo el mundo tiene al alcance un aparato con el que poder crear canciones. Con el mismo móvil y un par de apps puedes hacerte un tema. La facilidad de producción, sumada a la facilidad de difusión gracias a las redes sociales, hacen que sea más fácil que nunca llegar a un público potencial.
¿Llegáis a generaciones más mayores que vosotras o no comprenden tanto vuestro estilo? Sí, hace unos meses las estadísticas de Instagram decían que quienes más nos seguían eran hombres de entre 30 y 50 años y al acabar los bolos siempre suele venir alguien a felicitarnos por seguir haciendo música como la de los grupos que escuchaban en su juventud. Se sienten muy viejos y no lo son tanto.
Creo que hemos conseguido dar con algo más o menos actual que bebe de grupos que no lo son tanto. Y por suerte, la gente que nos escucha no está concentrada en una edad concreta.
¿Qué podemos esperar de vuestro concierto en Bilbao? Pues ,si todo sale bien, un concierto divertido, donde la gente baila y se lo pasa bien. Y si todo sale genial una experiencia medio punk en el que la gente salta al escenario y se vuelve un poco loca. Solemos movernos entre estas dos opciones o el desastre. Texto de Roberto González. Fotografía de Sharon López.