Mattreses of Bilbao. Explorando las posibilidades del espacio público.
El artista plástico Ismael Iglesias nos habla sobre su proyecto desarrollado durante los últimos cuatro años en las calles de Bilbao y que ahora aparece resumido en un libro de reciente publicación.
¿Cúales serían las motivaciones que han dado lugar a un proyecto ‘Mattresses of Bilbao’ y cómo surgió la idea de que fueran colchones el soporte sobre el que llevar a cabo el mismo?
En un primer momento lo realizaba en mi camino desde mi casa hacia al estudio, actualmente procuro estar atento cuando camino por las calles de cualquier ciudad. Al observar la abundancia de colchones que son abandonados por sus dueños pensé que podría ser un buen lugar para escribir, si llevaba junto a mí siempre, un spray, esa acción punkformance dejaría de ser un pensamiento para convertirse en una realidad. Oficialmente el colchón es un vacío legal, un elemento destinado para ser reciclado o enviado a la basura, en aquellos momentos la ley Mordaza estaba recién impuesta, y me anime a mí mismo, a intentar combatirla como ciudadano con mis herramientas, desde hace varios años mi proyecto ha ido evolucionando hacia otros territorios más sugerentes que creo se descubren al visitar la web.
La website http://mattressesofbilbao.com/ es una forma de conocer este proyecto que surgió como necesidad de dar cabida a las fotografías que venía haciendo de mis intervenciones con texto sobre colchones abandonados en las calles de Bilbao. En esta website puedes encontrar una recopilación de algunas de las 600 frases realizadas durante estos 4 años y pico que vengo desarrollando este proyecto. Como aliciente la web ofrece la posibilidad de clicar sobre las fotos para encontrarte links que te llevan a paginas relacionadas con el texto escrito en el colchón, pudiendo referirse a una canción, a un libro, una serie, una película, un poeta, un escritor, una novela, un comic, un artista, etcétera.
Las frases que podemos leer suelen ser trozos de canciones, aforismos, frases casi siempre contundentes… ¿tienes ya una lista con lo que quieres escribir o esas frases surgen en el momento en el que te dispones a intervenir un colchón abandonado en la calle?
Cuando comencé, improvisaba, no era difícil, ya que comencé con los recuerdos musicales adolescentes usando trozos de canciones de Eskorbuto, RIP, Cicatriz, MCD, Doctor Deseo… pero pronto me di cuenta que ampliar las fuentes, los referentes, iba a permitirme escaparme conceptualmente de la idea inicial inocente. Así que elaboré libretas llenas de frases, extraídas de diferentes áreas que me interesaban, como ejemplo, citaré la serie televisiva de animación los Simpson, cualquier libro de la editorial Felguera, en especial el referente a King Mob, las propias redes sociales son un hervidero de chorradas, algunas aprovechables, el cine es una pasión que la vivo más como arte que como entretenimiento, las expresiones orales de calle han tenido su hueco, y actualmente me divierto metiéndome con la mano que mueve el mundo: Google, Netflix, Amazon y un largo etcétera de grandes corporaciones que se han convertido en un huésped o célula dormida de nuestras vidas. Bajo esa apariencia inofensiva se esconden todos los peligros del futuro.
Si bien los mensajes escritos no suelen tener muchas veces un componente político, la acción en sí de todo el proyecto pone de relieve el debate por el control y uso del espacio público, ¿se ha perdido del todo la batalla por la libertad en favor de la seguridad o es más bien cuestión de poner imaginación y encontrar reductos para la contestación a lo establecido?
Dice una canción “Tranquilos, sumisos, en pleno genocidio…” Hace tiempo que hemos perdido la batalla por la libertad, si lo piensas bien la esclavitud (tal como la entendemos los blanquitos occidentales) ha sido camuflada bajo el derecho a un trabajo de 8 horas digno por un sueldo de mierda, que me ahoga en mi día a día, en una industria creada, diseñada para COMPRAR, como si la vida tuviera que ser un hámster en su rueda. El espacio público está en desuso, solo hay zombi-andantes con un móvil en la mano, conectados. Como formo parte del conjunto de personas, me cansé de pensar cosas y no llevarlas a cabo. Harto de protestar en debates estériles junto amigos, en familia, con otras personas, preferí llevarlo todo al plano artístico que es donde me desenvuelvo con más energía y complementar mi trabajo de estudio donde construyo pinturas con el objetivo de exponerlas, y en el mejor de los casos, venderlas para vivir de mi oficio.
En la calle iba a hacer una punkformance, solo escribiría y sacaría una foto para documentar el asunto, subirlo a las redes sociales (el otro espacio público) para conseguir más difusión. Cuando vi que el monstruo crecía pensé en la página web, seguido pensé en hacer un libro. Actualmente estoy desarrollando este proyecto con intensidad en Bilbao y en Berlín.
¿Tras la publicación de un libro que resume lo que ha supuesto este proyecto, se puede dar el mismo por concluido o es algo que tendrá continuidad en un futuro?El libro solo contiene casi un centenar de fotos, ahora mismo tengo unas 600 frases distintas pintadas. La idea utópica sería convertirlo en algo que estimule a otros y provocara una reacción en cadena, más artistas desplegando su actividad por las calles en formas de posters, intervenciones urbanas, arte efímero, incluso copiar el modelo propuesto por mí y escribir lo que te de la gana, como por ejemplo fórmulas o problemas de Matemáticas que resuelves con tu hijo y ya no recordabas. Actualmente estoy en contacto vía instagram con varios artistas del mundo que desarrollan una actividad similar a la mía, escritura y pintura sobre colchón en lugares como Los Ángeles, Berlín, Londres, Paris o Ámsterdam, cada uno con su estilo e intereses, estamos intentando reunirnos o tener más comunicación entre nosotros y generar algún evento en alguna de las ciudades nombradas. No me considero un street-artist pero este proyecto hecho en las calles me posiciona en ese lugar. Tengo un proyecto nuevo que también se va a desarrollar en las calles en otro formato más visual y que poseerá texto e imagen. Ahora mismo no tengo muchas ofertas para exponer en espacios privados, centros de arte o museos, así que quiero aprovechar esta circunstancia para seguir explorando las posibilidades del espacio público. Sinceramente ahora mismo me haría una ilusión tremenda ser un anciano de 80 años que baja a tirar la basura en bata a la calle San Francisco, deja la basura, observa el colchón junto al contenedor, saca el spray y escribe: “I TOLD YOU I WAS SICK” (Te dije que estaba enfermo) con una sonrisa guarda el spray y enfila el camino del portal. Texto de David Tijero.