Yo soy Pichichi. ¡Aúpa Athletic!
Lander Otaola encarna al histórico futbolista Rafael Moreno Aranzadi, alias ‘Pichichi’, en un musical que él mismo escribe y que está dirigido por Patxo Tellería. Se trata de un homenaje txirene al deportista, a sus tíos, Miguel de Unamuno y Telesforo Aranzadi, y a Bilbao. Del 21 al 28 de agosto podremos ver en la Sala BBK esta función ideal para disfrutar en Aste Nagusia.
Esta es la historia de un personaje real, Rafael Moreno Aranzadi ‘Pichichi’, ¿podemos decir que es muy fiel a los hechos o hay una parte ficcionada? Todo lo que se cuenta es real. Absolutamente todos los datos. Lo que hemos ficcionado han sido las relaciones personales y los diálogos. Hemos teatralizado sus vidas. Y hemos jugado con la estructura y el orden de los acontecimientos. Pero no ha hecho falta hacer mucho. Todos los personajes tuvieron unas vidas fascinantes.
¿Por qué el enfoque musical? A principios del siglo XX Bilbao estaba lleno de cabarets. La música y la fiesta tenían mucha importancia en la ciudad. Y Pichichi era muy aficionado a acudir al Salón Bizkaia, que era una sala de conciertos muy conocida en la que se empezó a popularizar el famoso Alirón! gracias a la cupletista Teresita Zazá. Y nos parecía la manera perfecta de contar su vida. Con canciones, bailes, jolgorio… Pichichi era muy fiestero y txirene. A él le hubiera gustado así.
Definís la historia como ‘tragicómica’ ¿predomina, no obstante, la diversión? Sin duda. Es un divertimento lleno de lugares comunes. Con constantes referencias a la época, los barrios, canciones populares para todos los vascos, personajes ilustres… Pero también tiene una parte muy tierna. Muy nostálgica. Melancólica. Es un homenaje a un Bilbao que ya nunca volverá. Y aunque esté ambientada en Bilbao queremos dejar claro que es una historia universal.
Junto a ‘Pichichi’ también forman parte de la historia nada menos que Unamuno y Telesforo Aranzadi, ¿costó reflejar como es debido a tanto icono cultural vasco? Para nada. Sus vidas fueron muy divertidas e interesantes. La unión ya estaba hecha. Hemos ficcionado sus relaciones y hemos potenciado sus partes cómicas. Es un ‘Jesucristo Superstar’ a la bilbaina. La gente va a mirar de otra manera a Unamuno y Aranzadi a partir de este espectáculo.
Aparte de fútbol, ¿de qué más habla la obra? El fútbol es el leit motiv. Pero no va de fútbol. Como ‘La red social’ no va de Facebook o ‘Urtain’ no iba de boxeo. Es la excusa. ‘Yo soy pichichi’ es la historia de unos personajes que quieren ser felices. Unos lo consiguen y otros se quedan por el camino. Es un canto a la vida. La vida es corta. Vive como quieras. Que no te jodan.
Te conocemos sobre todo como intérprete pero también has escrito, por ejemplo, varios cortos. ¿Disfrutas de la labor de guionista? Mucho, la verdad. Pero sólo escribo historias que necesito contar. No me considero guionista. Sólo un actor que a veces debe narrar unas historias concretas porque si no… estallo. La de Pichichi es una de ellas.
La obra la dirige Patxo Telleria con el que ya tienes una historia en común, ¿fue un proyecto conjunto? Tener a Patxo dirigiendo es un sueño. Es el director perfecto para contar esta historia. Hacía diez años que no trabajábamos juntos. Texto de Roberto González.