Lola Herrera. Cuarenta años con Carmen.
Lejos queda la primera ocasión en la que Lola Herrera interpretó la adaptación de ‘Cinco horas con Mario’ de Miguel Delibes allá por 1979. Desde entonces ha regresado varias veces al personaje de Carmen Sotillo, siempre bajo la dirección de Josefina Molina.
Aunque ha habido descansos, llevas casi cuarenta años interpretando esta función. Es un clásico y los clásicos siempre vuelven. Se ha recuperado de una manera no voluntaria. Cuando se hicieron los 50 años de la edición de la novela pensamos en hacer algo. Yo hacía muchos años que no volvía a la función. Me animé a hacer el ejercicio y me encontré con una Carmen distinta que me dio mucha gratificación.
¿Cómo fue tu relación con Miguel Delibes, que vio el espectáculo en varias ocasiones? Muy buena. Él vio en pie por primera vez una obra suya y podría haberse espantado porque muchos escritores no están de acuerdo con las adaptaciones que se hacen de sus novelas pero él quedó gratamente sorprendido y dijo cosas maravillosas que me da un poco de pudor repetir.
La primera función fue algo problemática. Pasó de todo. Se enganchó el telón en una mesa que había y cayó sobre sus cuatro patas pero si se llega a caer sobre el público podría haber pasado una desgracia. Yo había estado estudiándolo todo hasta el último momento y que se cayeran las poquitas cosas que tengo de atrezzo en esta función, fue duro. Pero bueno, eso queda ya muy lejos.
Por aquel entonces extrañaban incluso los monólogos, que ahora abundan. Ahora hay una plaga. Veinte años antes de que estrenáramos nosotros había tenido mucho éxito ‘Las manos de Eurídice’, de Enrique Guitart, pero después no se volvió a conseguir algo parecido. Nosotros lo hicimos porque nos gustaba pero no sabíamos que iba a tener buena acogida.
¿Habéis hecho algún cambio de forma deliberada o ha sido una evolución natural? La evolución es natural. Se ha retocado mínimamente a lo largo de los años cambiando algunas pequeñas frases.
¿Cómo entiendes al personaje de Carmen Sotillo, que sospecho que es muy diferente a ti en su forma de pensar? Nuestra situación es muy distinta pero somos mujeres y tenemos eso en común. Esta mujer habla de una época determinada de la que he conocido los coletazos. Tiene una manera de hablar que conozco bien porque soy de Valladolid. Una cosa es lo que dice y otra lo que siente y en lo que siente nos hemos encontrado muchas veces.
El público acude sabiendo que se trata de un clásico pero, ¿en qué medida pueden sentirse identificadas las mujeres de hoy en día? Las mujeres tienen muchos trasfondos que los hombres no conocen. Algunas mujeres se sentirán muy identificadas y otras no porque hay gente a la que le gusta poner cortinas y tapar conexiones. Pero algo debe tener esta obra cuando las madres que la han visto han acabado trayendo a sus hijas. Como dice Josefina esta obra ha levantado acta de una época y eso también es interesante, conocer cómo fueron las cosas en otro momento de la historia. Texto de Roberto González. Fotografía de Daniel Dicenta.