La casa azul. La morfogénesis mental de Guille Milkyway.
Para calmar la espera de su ansiado nuevo álbum, ‘La gran esfera’, podremos ver al polifacético Guille Milkyway en el festival Fárdelej de La Rioja tras su reciente paso por el País Vasco. Hablamos con él sobre La casa azul, Fangoria, OT y Eurovisión.
Cuentas que has grabado 3 o 4 veces ‘La gran esfera’, ¿ha sido afán de perfeccionismo o falta de tiempo? Después de la gira de ‘La polinesia meridional’ a finales de 2013 decidí que iba a tomarme un tiempo más de descanso para poder ejercer de padre. Aproveché para meterme en otras cosas como radio, tele…probar cosas distintas. El hecho de que se haya ido demorando tanto ha provocado un efecto un poco cíclico en el que dedicaba algunos meses para grabar el disco, luego lo paraba, lo retomaba y al de un año y pico ya no me gustaba, así que volvía a empezar. Al final lo que saldrá será un resumen de esta etapa y acabará siendo un disco muy de transición.
¿Y cuándo llegará? Seguramente en septiembre. Intentaré que después en un impás de un año salga el siguiente disco.
Comentas que actualmente te sientes especialmente cómodo en los directos. Me siento muy lleno a nivel creativo y muy seguro en el estudio a nivel técnico. También he invertido casi un año en intentar montar una banda de directo. Durante casi toda mi carrera ha sido como una espina que no me podía sacar, el no disfrutar de tocar en directo. Eso alimenta también que luego en casa me sienta más creativo y que la rueda no pare.
El primer single de ‘La gran esfera’, ‘Podría ser peor’ sigue una línea similar a hits como ‘La revolución sexual’ o ‘Todas tus amigas’. El segundo, ‘El momento’ va en otra línea más a lo Daft Punk. ¿Te interesa más seguir una misma línea o experimentar? En el disco se notará mucho que algunas canciones están grabadas hace seis años y otras hace cuatro meses. El siguiente single será muy distinto. Escucho mucha música actual. Me gusta el momento musical que vivimos y lo que estoy haciendo en el último año suena más contemporáneo. Aún así no me preocupa mucho lo de sonar diferente. Sin embargo algo que me quita mucho el sueño es intentar sonar cada vez mejor. ‘Podría ser peor’ a nivel de estética sonora podría estar en la línea de los temas que has dicho pero a nivel técnico está un paso por encima.
Las letras de tus temas tienen bastante miga. ¿De dónde salen conceptos como ‘morfogénesis mental’? Si quieres exponer unos conceptos que trasciendan a tu entorno posiblemente una canción pop no es la mejor manera de hacerlo. Simplemente trato de pulir las letras y jugar mucho con las palabras no sólo a nivel conceptual sino también a nivel sonoro con sus rimas internas y demás. Me gusta mucho encontrar palabras que tengan una potencia que permitan entender todo el resto. ‘Morfogénesis mental’ puede ser un buen ejemplo de esto.
Tus canciones contienen cierta melancolía e ironía pero tu sonido es bastante alegre. ¿Te consideras una persona optimista? Siempre he pensado que veía catástrofes en todas partes. Pero en los últimos años la gente me dice que transmito un cierto optimismo y eso me hace feliz. También es curioso porque en estos tiempos en que me siento más equilibrado estoy haciendo canciones más tristonas.
¿La casa azul tiene fans en Corea del Sur? En Asia puedes encontrar un grupo de gente para cualquier cosa que quieras hacer. La gente se interesa más por todo, en general.
Escuchándote y leyéndote en entrevistas se ve que eres totalmente desprejuiciado en cuanto a géneros y estilos musicales, ¿en todas partes se pueden encontrar cosas buenas y malas? Evidentemente tengo más amor por una música que por otra, pero mi experiencia me ha mostrado que de lugares inesperados me llegan sorpresas agradables y además diferencio mucho por capas. Me encanta el sonido de Muse y sin embargo no me encantan la mayoría de sus temas.
«Cuando algo tiene tanto alcance mediático como esta edición de OT y más hoy en día tal como están las cosas, existe una polarización tremenda. Ojalá la gente se posicionara de esa forma en cosas más importantes. Esta edición de OT ha sido ante todo un concurso televisivo muy centrado en la música y con perfiles de concursantes que no son los clichés a los que estamos acostumbrados».
Has sido profesor de cultura musical en la reciente edición de OT, que ha recibido elogios por parte de influencers e incluso políticos pero también cuenta con sus detractores. ¿Son algo extremas ambas posturas? Cuando algo tiene tanto alcance mediático como esta edición de OT y más hoy en día tal como están las cosas, existe una polarización tremenda. Ojalá la gente se posicionara de esa forma en cosas más importantes. OT es ante todo un concurso televisivo con la ventaja de que al menos en esta edición el foco está muy centrado en la música y que los perfiles de concursantes que se han presentado no son los clichés a los que estamos acostumbrados de gente que aspira al éxito. Aparte se ha hecho un esfuerzo de producción para que esté todo al mismo nivel ya sea un reguetón o el ‘Starman’ de Bowie. Siempre que suceden cosas inesperadas en lugares de máxima audiencia me parece que sólo pueden aportar cosas positivas.
Eres Eurofan, ¿cómo valoras actualmente el festival? Eurovisión es un festival que para mí sigue siendo un buen termómetro de lo que es el panorama de la música pop en Europa. La única diferencia que hay con respecto a hace bastantes años es que Eurovisión creaba tendencia y con ella luego se alimentaba un año de radiofórmula. Hoy es un poco al contrario. Eurovisión simplemente toma prestado lo que ha sucedido durante ese año para exponerlo en un festival.
En tu carrera hay dos proyectos que me parecen muy curiosos: uno, la banda sonora de la serie de animación ‘Jelly Jamm’ y el otro, la campaña ‘Amo a Laura’ de los Happiness. Lo de ‘Jelly Jamm’ es un trabajo del que estoy súper orgulloso. En general me gusta mucho hacer cosas que tengan a los niños como público mayoritario. Y lo de ‘Yo amo a Laura’ fue la primera campaña de publicidad en la que trabajé. Esta publicidad en concreto se basaba en la idea de que todo es cíclico y las nuevas generaciones siempre van a hacer lo contrario de lo que esperamos de ellas. Para mí era muy exagerado y pensaba que nadie se lo iba a creer pero a mucha gente le pareció que iba en serio.
Después se han visto cosas increíbles en Youtube, hechas en serio. Esto era un poco en los comienzos de Youtube y fue una de las primeras campañas virales. Viendo el panorama actual creo que nos quedamos cortos.
Has trabajado como productor para Fangoria, ¿sientes afinidad con este grupo? Trabajar con Fangoria es un orgullo y un honor. Ellos son profesionales que lo han hecho casi todo en la historia de la música pop en España. A estas alturas se hace muy cómodo trabajar con alguien con ese perfil. Yo me pongo el traje de Fangoria cuando trabajo para ellos aunque habrá quien piense que cuando trabajo para ellos es como lo que hago en La casa azul pero con otra voz. Sin embargo la voz de Alaska marca tanto el estilo que ya la puedes poner en un bolero o en un disco de trap que será muy difícil que no respire Fangoria por todos lados.
¿Tienes alguna impresión sobre los públicos del País Vasco y La Rioja? Toda la mitad norte de España siempre ha sido mucho más inaccesible para nosotros que el centro, la costa y el sur. Pero lo bueno que tiene eso es que las pocas veces que consigues tocar allí, aquello es una gran experiencia que te recuerda mucho a tus primeros conciertos. Texto de Roberto González.