Marc Martínez Jordán. La droga del siglo 21.
El autor de cortos como ‘Timothy’ y ‘Caradecaballo’ (premiado en 2015 en FANT) trae al festival bilbaíno su primer largometraje, ‘Framed’, un slasher en torno al concepto del live streaming.
Tus cortos tenían un toque algo surrealista al basarse ambos en hombres con disfraz de animal. ‘Framed’ comparte con ‘Timothy’ el toque de terror y slasher, pero ¿quisiste ir por otros derroteros? El objetivo de ‘Framed’ era crear un slasher donde el humor negro y la sátira tuvieran más protagonismo que el propio terror (o al menos el mismo). Me interesa que el terror divague por una fina línea donde pueda ser cómico para algunos espectadores, pero a la vez grotesco y aterrador para otros. Para conseguir algo así es necesario alejarse un poco de los convencionalismos del cine de terror de toda la vida.
El tema de fondo, sobre el live streaming y el espectáculo sádico, ¿refleja algo que te preocupa realmente de la sociedad en la que vivimos? Todo el fenómeno del live streaming me supuso una excusa perfecta para poder escribir una historia llena de excesos, locura, brutalidad, y en cierta manera, aportar algo de crítica social, que siempre viene bien y como director te toman más en serio. Desde mi punto de vista las redes sociales nos están volviendo idiotas. Es el nuevo idiotismo del siglo 21. La gente no tiene ni idea de cómo usar, entender ni controlar las redes sociales. Es como una droga lanzada de golpe a toda la civilización sin ningún tipo de prospecto médico. Este nuevo idiota es el que vende su vida en Instagram como un anuncio de Marina D’or ciudad de vacaciones, o el que hace reflexiones de pan bimbo caducado, o el que utiliza internet para canalizar el odio interior porque es incapaz de afrontar su vida de mierda. Actualmente las redes sociales se administran mal y sacan lo peor de todos nosotros. (Escribo esto mientras chequeo los followers de mi Instagram)
En pósters y algunas secuencias usas colores tipo ‘luces de neón’, ¿te atrae esa estética? Sí, aunque es una visión compartida con Yuse Riera, director de foto de ‘Framed’. Nos gustó la idea de aportar a cada secuencia un color en particular, como esos filtros que usa la gente en sus fotos de Instagram. Le da un toqué eléctrico al ambiente. Además, la sociedad actual es una sociedad iluminada por las pantallas de sus móviles, una luz artificial, de colores extremados.
Provienes de la ESCAC. ¿Qué te parece el nivel de las escuelas de cine españolas? ¿Crees que son fundamentales a la hora de que los cineastas perfeccionen su talento? El nivel de la ESCAC es muy alto y sales de allí extremadamente profesionalizado, preparado para afrontar retos importantes. Las escuelas serán fundamentales el día que cualquier persona con o sin recursos económicos pueda estudiar en ellas. Hasta que no llegue ese día, son para mí una vía más entre muchas otras.
‘Caradecaballo’ era especialmente abstracto, ¿te interesa sobre todo el terror o el cine fantástico en general? Me interesa que las historias oscilen entre diferentes géneros, sin que eso conlleve al desequilibrio narrativo o la inverosimilitud de la historia. Me interesa poder decir que algo que he hecho toca varios géneros, pero no es un género en sí mismo. Texto de Roberto González.