Fernando Colomo. El ritmo de la vida.
El veterano cineasta ha contado con Carmen Machi y Paco León para protagonizar ‘La tribu’, una comedia alegre, musical y divertida que anima al empoderamiento, al colegueo y a mover el esqueleto –al compás del reguetón- para aliviarse de los problemas de la existencia moderna. Lo va a petar.
Carmen Machi encarna a una madre de barrio obrero que se relaja en clases de baile con sus amigas: un día se reencuentra con un hijo que tuvo que dar en adopción cuando era muy joven; éste tiene los rasgos de Paco León, es un ejecutivo agresivo y sufrirá amnesia. Así empieza ‘La tribu’, un film dirigido por Fernando Colomo, con quien charlamos un rato.
El tema musical ‘El hombre lapa’ va a ser la canción del verano… Sí, no me lo puedo quitar de encima. He tenido que rodarlo y montarlo y se han incluido otras canciones importantes, pero la chorrada es la que ha pegado. La ha escrito Joaquín Oristrell, que es un señor muy serio, y el músico, Vicente Ortiz, estaba horrorizado de la letra: ¿cómo hacemos, con este reguetón? decía.
Pero Paco León me dijo, cuando promocionaba ‘Kiki’, que es fan del reguetón. Sí, a él le gusta y lo baila al final de la película. Hicimos una prueba de vestuario y le pusimos bailando de traje, en un plano general, y era espectacular cómo se movía, así que decidimos meterle en los títulos finales. Había allí cien bailarines de las escuelas de Maribel del Pino de Cornellá y Badalona, y nos montaron una coreografía alucinante: se armó un musical increíble, con Paco dominando el baile de tal manera que no hubo que doblarle. Por lo visto empezó como bailarín, vamos, que lo lleva en la sangre.
También la Machi se mueve lo suyo. Es una crack, una maravilla, qué actriz… con qué facilidad lo hace todo, cómo pasa fácilmente del drama a la comedia. Los actores recibieron clases previas: la película ha tenido mucha preparación, desde el guion aprobado hasta el rodaje pasó casi un año. Cogimos actrices y les enseñamos a bailar: cómo Marisol Aznar, que tenía que venir de Zaragoza. La Machi hacía teatro en Barcelona y acudía a clases en la escuela de Maribel.
La música siempre ha estado presente en tu cine, desde ‘Qué hace una chica como tú en un sitio como este’. Yo de música soy muy negado: otras cosas, más visuales, se me han dado mejor. Creo que tengo una influencia del cine musical clásico, de ‘Cantando bajo la lluvia’, y eso inconscientemente te hace meter música en cuanto puedes, como hice en ‘Cuarteto de La Habana’, donde Alterio y Cámara tocaban el piano. Siempre que pude, metí música, como también en ‘Alegre ma non troppo’.
Pero con ‘La tribu’ te has soltado más la melena. Sí, porque hay también baile. En ‘Bajarse al moro’ metimos a Ketama, que no estaba en la obra original, y le daba mucha emoción: era cómo música en directo que oían los personajes. Allí pude rodar un plano secuencia, pero en ese tipo de escenas musicales todos los técnicos están contra ti, pero el de sonido de ‘La tribu’, Aitor, es buenísimo y había trabajado con los americanos, y decía que hacen lo que les da la gana en los rodajes.
Paco y Carmen habían trabajado en ‘Aida’, ¿estuvieron siempre en tu cabeza? A Machi la tuvimos claro desde la escritura de guion, que hicimos pensando en ella; con Paco no lo teníamos tan claro, porque el personaje era muy complicado. El guion era muy abierto, con el personaje no muy definido y él le ha dado una impronta maravillosa. Texto de Alfonso Rivera.