Nick Park. Piedra, bronce y plastilina.
El creador de los oscarizados personajes Wallace y Gromit nos trae ahora ‘Cavernícola’, una loca comedia animada sobre una tribu de hombres prehistóricos que tratan de salvar su valle ante la aparición de unos molestos vecinos y para ello recurren…al fútbol.
Al crear a personajes nuevos como Dug y Hognob en esta película ¿intentas que se diferencien de Wallace y Gromit o crees que tienen similitudes? Bueno, esto es algo que ocurre un poco por accidente. Siempre van a ser comparados con Wallace y Gromit pero supongo que sí pueden verse algunas semejanzas. Hognob es el compañero leal y la mascota como Gromit, pero creo que Gromit es más sofisticado y se siente ofendido si se le trata simplemente como a un perro, mientras que Hognob es como un cachorrito feliz y entusiasta. Y Dug quizás sí podría ser un antepasado muy lejano de Wallace. (Risas)
La génesis de esta película ¿estaba relacionada con lo que finalmente fue ‘Los Croods’, la cinta de Dreamworks, que en algún momento iba a ser una colaboración con Aardman? No están realmente relacionadas. Peter Lord trabajó para ‘Los Croods’ mientras yo trabajaba en la película de Wallace y Gromit. Yo tenía esta idea un tanto distinta en mi cabeza y buscaba la oportunidad de sacarla adelante. Cuando doy con una idea peculiar me quedo dándole vueltas y en este caso era la idea del fútbol y los cavernícolas. Cuando era niño me gustaban mucho las viejas películas de Ray Harryhausen como ‘Hace un millón de años’, que fue realmente mi inspiración para ponerme a rodar mis propias películas. Así que pensé que tal vez los cavernícolas podrían haber inventado el fútbol y que tal vez por eso era un deporte tan tribal.
Aparte de esta idea relacionada con el fútbol, ¿cómo surgió lo de combinar la Edad de Piedra y la de Bronce? Tenemos esta idea que no sé si es un mito o es real, de que los ingleses inventamos el fútbol y de ahí viene el chiste “¿Cómo puede ser que la gente que lo inventó no gane nunca?”. En la película vemos que la gente de la Edad de Bronce es más sofisticada y su religión es el fútbol. Dug percibe que les quieren quitar el valle así que piensa que la única manera de luchar contra ellos es desafiarles en su propio juego. De ahí surgió la idea de contrastar la Edad de Piedra y la de Bronce. El fútbol se convirtió en una especie de metáfora sobre el trabajo en equipo.
En las películas de Disney y Pixar suelen remarcarse mucho las moralejas y las partes dramáticas. En los estudios Aardman, ¿pensáis más bien en los aspectos cómicos o también os interesa que la gente extraiga algún mensaje de vuestros filmes? No le doy gran importancia a extraer un mensaje de las películas. Desde luego sí que me parece relevante que sean sinceras y honestas, pero sin subrayar demasiado la moraleja. Sí que hay algunos temas en la película. La tribu protagonista tiene un bajo concepto de sí misma. Su jefe les aprecia mucho pero contribuye a esa idea de que nunca llegarán a nada. Dug, sin embargo, es el eterno optimista y tiene mucha energía y entusiasmo. Así que esta es una de las ideas que subyace, la de “¿Por qué no? ¿Por qué conformarse?”. Algunos medios han interpretado que es una película sobre el Brexit, pero esa no fue nunca nuestra intención. Cuando empezamos a desarrollar la historia no se había producido el Brexit. No queríamos transmitir ningún tipo de mensaje anti-europeo ni nada parecido.
«No le doy gran importancia a que se extraiga un mensaje de nuestras películas, pero sí a que sean sinceras y honestas. La moraleja no debe estar muy subrayada».
Algunos personajes de Aardman como Shaun o Gromit son mudos. ¿Prefieres el humor verbal o el visual? Gromit representa muy bien lo que puede expresar la plastilina, lo que no se puede hacer con animación por ordenador. Es un medio muy humano porque las huellas del animador se quedan en los muñecos. Sin embargo es bastante difícil crear una trama para un largometraje sin diálogo. Lo consiguieron en la película de ‘La oveja Shaun’. Pero la historia de ‘Cavernícola’ requería más partes dialogadas, aunque dentro de lo posible trato de conservar gran parte de ese humor visual.
Aardman llegó a realizar un par de películas por ordenador, pero habéis vuelto a la plastilina. ¿Fueron simplemente un experimento? David Sproxton, uno de los fundadores de la compañía, siempre ha estado dispuesto a diversificar y estar al día con la tecnología. Hicimos ‘Arthur Christmas’ y ‘Ratónpolis’ en animación por ordenador. Pero en los últimos tiempos también se han seguido realizando grandes trabajos en animación fotograma a fotograma por parte de Tim Burton, Laika o Wes Anderson. Y en un mundo en el que existen tantas películas realizadas por ordenador creemos que el emplear métodos tradicionales en realidad nos ayuda a destacar sobre el resto.
¿Tratáis de superaros en la parte técnica? ¿Es esta película más grande que ‘¡Piratas!’ o ‘La oveja Shaun’? En realidad ‘Cavernícola’ es una idea más simple. A veces lo simple es lo que mejor funciona. Empieza como una comedia de acción y aventuras y termina siendo una especie de película deportiva sobre perdedores. Y eso es lo que me llamaba la atención del concepto: nunca antes había visto una película deportiva prehistórica sobre perdedores. También añadimos a un personaje femenino fuerte porque creemos que el fútbol femenino está empezando a tener más importancia y queríamos reflejarlo de algún modo.
Antes has mencionado a Harryhausen. ¿Qué otros directores o películas te han inspirado en tu carrera? Me gustaba juntarme con directores y guionistas en la escuela de cine y eso fue parte de mi formación como cineasta y animador. Crecí viendo las películas de Hitchcock. También me influyó ‘Gladiator’ de Ridley Scott y, como ya he comentado, la película ‘Hace un millón de años’. La mayoría de la gente se fijaba en Rachel Welch, pero yo amaba los dinosaurios. Me gusta incluir algunos guiños a otras películas. En ‘Cavernícola’ tenemos una referencia a ‘La jungla de cristal’.
Lo primero que vi de Aardman fue el corto ‘Los pantalones equivocados’ que me parece magistral. ¿Percibisteis que esa era el momento en el que los estudios empezaron a despuntar internacionalmente? No, siempre tenía que pellizcarme. Una cosa llevó a la otra. Nosotros siempre hacíamos las películas que queríamos ver y que nos hacían reír. Contar una buena historia es lo más importante y lo más difícil de conseguir.
Wallace y Gromit están ahora en un hiato. ¿Tienes intención de hacerlos regresar algún día? Tengo un montón de ideas para Wallace y Gromit, aunque tristemente Peter Sallis falleció y me resulta difícil pensar en otra voz para Wallace. Pero creo que él habría querido que el personaje siguiera vivo así que seguramente regresen en el futuro. Pero también me apetece ponerme retos y tratar de contar otras historias. Texto de Roberto González.