Moses Rubin. Música de autor sin etiquetas.
Moses Rubin es un músico difícil de catalogar. Siempre en la frontera entre el blues y el pop clásico, su música es un claro reflejo de sus vivencias. Tomó el camino difícil. Canta en inglés, compone sus temas, autoedita sus propios trabajos y cultiva un estilo de nicho. “Bear with me”, que vendría decir ‘Resiste junto a mí’, es su último trabajo. Toda una declaración de intenciones que detalla a AUX en los días previos a su próximo concierto en Bilbao.
Blues, canciones de autor, cuéntanos los inicios… Mi pasión por la música me viene desde mi infancia, que la pasé rodeado de música. Tuve la suerte de tener acceso a ella y de que desde mi entorno más cercano se me estimulara para encontrar en la música una forma de expresión y una pasión.
Hasta que llegaste a Leeds en tu periplo universitario… Mi paso por Leeds fue sin duda determinante; hasta el punto de que este proyecto, Moses Rubin, nació allí. Se trata de un período maravilloso de mi vida que fue esencial para crecer como intérprete y artista bajo una circunstancias inéditas y en un entorno diferente y extraño como era el Reino Unido. Del mismo modo. Siempre me gusta hablar de Leeds
En ese sentido, ¿dónde te has sentido más cómodo para desarrollar tu música? Creo que no existe un lugar concreto, pues desgraciadamente la comodidad es un concepto que muchas veces va reñido con el hecho de ser músico. Por supuesto hay diferencias, sobre todo si analizamos aspectos como los niveles medios de cultura musical o el papel que la música ocupa en la sociedad. No obstante, y a riesgo de sonar a tópico, creo la música es un lenguaje universal mediante el cual puedes transmitir tu mensaje allá donde vayas. El lugar donde me siento cómodo es allí donde haya un público que quiera escuchar mi música y las historias que cuento a través de ella; éste puede ser un pub en el norte de Inglaterra o una tienda de bicicletas en Burgos.
Incidiendo en la independencia de tu música, hasta ahora sólo has publicado trabajos autoeditados. ¿Qué es lo más complicado de ello? Sin lugar a dudas, lo más complicado es que el hecho de ser independiente somete al músico a un pluriempleo que muchas veces le quita tiempo para lo más importante: las canciones. El proceso de sacar adelante un trabajo discográfico de manera independiente es arduo y complicado pero también bonito. Por ello, creo que el hecho de llevar las riendas de tu proyecto tiene también su parte positiva y que esa independencia muchas veces es un tesoro.
Podríamos definir tu música como canciones de autor, ¿qué proceso sigues para escribir tus letras? Desgraciadamente no hay un proceso estandarizado, lo cual hace que hacer canciones sea algo complicado, maravilloso y enigmático a la vez. En ocasiones, hacer una canción lleva horas y en otras, años. No obstante, todas hablan de mi y mi experiencia vital, con lo que posiblemente el único proceso a seguir es intentar reflejar todo lo que vives, piensas y sientes en una canción.
Pretendes “recuperar el espíritu de la música que me ha acompañado desde mis primeros pasos”, ¿cómo va ese camino? Es largo y sinuoso, pero creo sinceramente que existe más espacio y recorrido para este tipo de música que el que nos intentan hacer creer que hay.
¿Qué deben esperar aquellos que se pasen por el concierto de Cotton Club en Bilbao? Por mi parte pueden contar con mi compromiso total para dar lo mejor de mí sobre el escenario. Espero sea un show orgánico, con energía y frescura donde repasaré mi repertorio acompañado de una banda compuesta por grandes amigos. Texto de Adrián Blanco. Fotografía de Cecilia González.