Café Quijano. Robarle tiempo al tiempo.
“Perdonarme” es su nuevo single junto a Willy de Taburete. Lanzaron su primer disco en 1998, arrasaron con La Lola y vuelven a cambiar de registro musical después de sus tres últimos discos (uno de ellos revelación del año y nominado a los Grammys Latinos). Los hermanos leoneses con sede en Miami, celebran sus dos décadas de éxitos, nuevas creaciones y por supuesto, boleros.
¿Cómo os veis ante esta nueva Gira Aniversario de los hermanos Quijano? Estamos calentando motores para la gran gira en 2018 y hemos empezado ahora a finales de 2017 con doce fechas por España. Estamos muy contentos, son muchos años ya.
Explicadnos este cambio musical. Después de 4 años con boleros, pasáis a ritmos propios de Miami con vuestro nuevo tema (“Perdonarme” feat Willy Taburete). ¿Cómo surgió esta colaboración que se ha convertido en todo un hit veraniego? Nosotros siempre hemos hecho lo que nos ha apetecido en el tema musical. Nuestra primera época fue pop-rock, sí, pero siempre dejábamos un bolero de muestra en cada disco. ¡Aprendimos a tocar la guitarra tocando boleros! Después estuvimos parados unos cuantos años, ocho concretamente, y cuando hemos vuelto, ha sido con boleros originales, propios. Hicimos una trilogía y un disco en directo que funcionaron muy bien. Pero este año decidimos que queríamos hacer algo más movido. Se dio la oportunidad de cantar con Willy y ha tenido muy buena acogida. Fue idea del chico que nos fichó a nosotros allá por los 90, que ahora trabaja con Taburete también. Y fue Willy el que dijo que con nosotros haría hasta una jota (risas). Es un artista. Tiene 28 años, carisma y creatividad.
Para los espectadores que vayamos a ver a Café Quijano en esta gira, ¿qué nos depara? ¿Os veremos de nuevo con los trajes y los boleros? ¿O cambiaréis el estilo para volver a los auditorios? Habrá de todo, auditorios y teatros. El año que viene será más masivo. Y vamos a cambiar. Vamos a hacer dos estilos de música. Haremos nuestro pop-rock de siempre y los boleros. Alternaremos nuestros temas en casi dos horas y media de concierto.
En 2013, tuvisteis más de 60 fechas en directo. Fuisteis el grupo con la gira más extensa de un artista en España colgando el cartel de sold out en todos los recintos. Habiendo logrado esto, ¿qué expectativas tenéis en vuestra Gira 20 Aniversario? Lo que queremos es tocar. La cantidad no es sinónimo de calidad. Está bien tocar mucho, pero necesitamos que la respuesta del público sea buena. Nos encanta tocar y en los conciertos que demos, daremos el 100%. Lo pasamos muy bien y disfrutamos mucho. Si luego hay sold out y la gente queda feliz, será un premio mayor. Pero para nosotros ya es un premio mayúsculo salir de gira y tocar.
«En la vida nos imaginamos acabar viviendo en Miami y dedicarnos 100% a la música».
¿Cómo ha sido trabajar con Kenny O’Brien, el productor, arreglista y ganador de varios Grammy? Impresionante. La primera vez que trabajamos con él fue en 2001 en Los Ángeles, cuando grabamos La Taberna del Buda. La gente grande de verdad o muy creativa, en contra de lo que parezca, es humilde. Este tío es una persona extraordinariamente competente. ¡Aparte de aparentar 30 años menos de los que tiene el moreno! Ha trabajado con Beyoncé, Michael Jackson y Barbara Streisand. Como persona es espectacular. Tiene mucho sentido del humor. Es muy cercano, muy de andar por casa. Siempre que está con nosotros se anima a salir, a cenar, nunca te dice que no. Es un diez en todos los sentidos.
¿Con qué tema te quedarías de Café Quijano, después de todos estos años de éxitos? Como dice Manolo, mi hermano, que él es quien compone, no puedes decir que quieres más a un hijo que a otro. Intentamos hacer un recorrido por todos los discos que hemos hecho, la verdad. Pero te diría que mis temas favoritos podrían ser Cerrando bares, El arte del teatro o La Duquesa. La bachata Cuatro Palabras del último disco es preciosa. Robarle tiempo al tiempo es muy bonita, tiene más de 8 millones de escuchas en Spotify.
Vayamos hacia atrás unos cuantos años. ¿Qué fue de aquellos hermanos “pendencieros y mujeriegos”, como pregonabais en vuestros temas? Ha pasado mucho tiempo, ya no tenemos 30 años (risas). Queda la misma ilusión que en aquellos tiempos. Las ganas están intactas. Te das cuenta de que no puedes llevar siempre ese tipo de vida, claro. Pero es la hostia decir que vives de hacer música. Este negocio ha cambiado y hay que amoldarse. El otro día estábamos con José Merced y decía que él, además de cantaor, es empresario, RRPP y es cierto; ¡hay que hacer de todo ahora! Hay mucha competencia y gente muy buena.
¿Entonces de las escenas de vuestro videoclip Nada de na rodeados de mujeres y jugando a los dados en el casino no queda nada? Para nada. Cualquiera que te oiga, pensará que éramos ludópatas (risas). Somos todo lo contrario a jugadores. Ahí donde nos ves, somos super deportistas: jugamos al tenis, nadamos, corremos… No paramos quietos.
¿Seguís siendo los mismos que empezaron tocando en el humilde bar de su padre en León? Ahora vivís con los lujos de una ciudad como Miami (EEUU)… Por supuesto. En León decimos que hay dos estaciones: la de tren y la de invierno (risas). León está muy bien, todo está cerca; juego al tenis, voy a casa, al banco, tengo todo a mano y hay calidad de vida, aunque hace mucho frío normalmente. Miami es totalmente diferente ¡y hace buen tiempo! En la vida nos imaginamos acabar viviendo en Miami y dedicarnos 100% a la música. Yo ahora soy ciudadano americano, me casé con una americana y aquí estoy: me fui del pueblín de León a la capital de Latinoamérica, Miami. Si tienes suerte y te va bien en la música, tienes que estar aquí. Es un sitio muy propicio para trabajar. Texto de Ángela Saiz.