My Twitter Feed

September 10, 2024

Oliver Twist, el musical. Un Dickens muy vasco.

Oliver

La compañía Let’s Dance cumple diez años triunfando con sus espectáculos musicales en el País Vasco. Para celebrarlo estas navidades nos traen una adaptación de la célebre obra de Charles Dickens. Hablamos con la directora y compositora Eva Ausín.

Desde el comienzo Let’s Dance ha alternado la producción de obras de corte moderno con otras más clásicas, ¿por qué os habéis decantado ahora por Oliver Twist? Este año, es el décimo aniversario de la compañía Let’s Dance y queríamos hacer algo especial. Es cierto que Let’s Dance siempre ha realizado producciones musicales que nunca se habían hecho ni reproducido por otras compañías, con guion, canciones, coreografías…cien por cien originales e inéditas. Pero este año queríamos algo especial y nuestro pequeño homenaje a esta gran obra de Charles Dickens, nos parecía idóneo.
Respetamos mucho de su texto, aunque con ciertas modificaciones, pero las canciones son completamente originales, así como el resto de la producción.
Se trata de una obra que cuenta con más de ochenta personajes en escena. Sí, realmente no sabemos si vamos a poder caber todos, jaja. Es una gran obra y requiere una gran puesta en escena. Los personajes son todos maravillosos y no podías prescindir de muchos de ellos, pero no debemos olvidar la puesta en escena en danza, con lo que contamos con un cuerpo de baile senior, otro junior y un coro de más de cuarenta personas, dado que las canciones se cantan en directo, con coros y todo. Es realmente abrumador, pero, con diferencia, es el mejor año que hemos tenido, a nivel de plenitud artística.
¿Fue complicado el casting por el número de personas y por el hecho de que debía haber niños como protagonistas? Hicimos casting, efectivamente, tanto de niños como de algún papel adulto, sobre todo, de los protagonistas. Me gusta ver caras y voces nuevas, por el simple hecho de que quizás me estoy perdiendo nuevos valores y casi siempre hago un casting, más o menos abierto, según el caso. No obstante, no puedo dejar de contar con un grupito de actores imprescindibles en Let’s Dance, con los que es muy fácil trabajar cada año, por su versatilidad y porque lo ponen todo muy fácil, es una gozada volver a juntar a actores como David Pereiro, Daiana Fernández, Gorka Sádaba,…

«Los musicales son la expresión más completa que existe de las artes escénicas. Aúnan todo: canto, teatro, danza, puesta en escena…»

¿Seguís apostando por equipos eminentemente vascos? Totalmente. De hecho, la marca Let’s Dance, aunque tenga un nombre anglosajón, es completamente vasca: actores, actrices, bailarines,…hay mucho potencial aquí y creemos que tampoco hay compañías musicales vascas, así que, ¿por qué no apostar por lo nuestro?
Oliver Twist ha tenido varias adaptaciones al cine y al teatro, a veces también en forma de musical, ¿os habéis inspirado en alguna de ellas? El primer día de ensayo vimos todos el musical en cine: “Oliver!”, como una base, una inspiración, pero sólo eso. No hemos visto (ni yo particularmente), el musical Oliver Twist en teatro u otras adaptaciones en teatro musical, porque no queríamos condicionarnos. Las canciones justo las he compuesto en momentos en que no lo hace la película y con otros matices e intenciones.
¿Es complicado componer canciones para musicales? Los temas musicales, sinceramente, son geniales y muy pegadizos, no creemos que el espectador eche de menos los otros temas clásicos. Nos pasó ya con Aladdin, el mayor miedo que teníamos era que echaran de menos los míticos temas de Disney, pero no fue así, afortunadamente. En el caso de Oliver Twist, son temas corales, de estilo orquestal, maravillosos. Me salen solos los temas musicales de la cabeza, porque tengo muy clara la escena y lo que quieren decir, en este caso, cantando.
¿Tienes algún número que te guste especialmente? Creo que me quedo con el sólo que hace el protagonista, Diego Lorenzo, súper emocionante. Y a nivel grupal, de talante más coral y rítmico, me quedo con el mítico tema de taberna, “Fantástico plan”, que resucita a un muerto.
La compañía Let’s Dance ha cumplido diez años en febrero de 2017, ¿os sorprende aún hasta dónde habéis llegado? ¡Es increíble cómo han pasado diez años! Empezó todo siendo un grupo de amigos, a los que nos gustaba el baile e íbamos como participantes a todos los eventos de danza.
De ahí, inauguramos Let’s Dance con convenciones de danza moderna, en varias modalidades. Tras cinco años de convenciones y eventos artísticos, nos lanzamos a dirigir nuestro primer musical, que precisamente era nuestra pequeña biografía: “Let’s Dance, El Musical”. Fue un éxito totalmente inesperado para todos. Muchísimas funciones llenas en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao y otros teatros colindantes. No podíamos parar y, no queremos.
Te formaste en Barcelona pero ¿tuviste siempre la intención de volver a Euskadi? Tuve que formarme en Barcelona porque aquí no había escuelas de danza moderna, sobre todo, de estilos urbanos, que era lo que más me gustaba. ¡Pero mi formación artística comenzó a los seis años! Yo estudié la carrera de Música y Piano en Juan Antxieta de Bilbao, luego danza moderna en Barcelona, Madrid, Cantabria,…allá donde daban títulos de formación reglada y tras muchísima formación complementaria, el teatro musical me lo instruyó Sergio Bilbao. No concibo dirigir musicales sin tener formación importante en música, danza y teatro musical. Evidentemente, luego espabilas en temas de escenografía, puesta en escena…
Te has destacado en diversos campos pero la mayoría de tus trabajos han tenido relación con la música. ¿También te interesa el campo de la docencia? Sí, de hecho…mi profesión oficial es ésa. Trabajo desde hace 16 años en la Universidad.
Soy Licenciada en Sociología y Doctora en Pedagogía y de ahí que disfrute tanto enseñando.
Parece que los musicales están en auge, al menos en el teatro. ¿Crees que podría llegarse a una cierta saturación? Los musicales, desde mi punto de vista, son la expresión más completa que existe de las artes escénicas. Aúnas todo; canto, teatro, danza, puesta en escena…todo.
Pero hay a gente que le cansa que comiencen a hablar y luego se pongan a cantar, por ejemplo, les parece artificial y en cierto modo, se entiende.
Por eso, los musicales en el cine, al que va todo tipo de espectadores, se deben dar, con dosis controladas. El tema del teatro es diferente porque paga por ver un tipo de arte escénica muy concreto: artes escénicas en directo, es un nicho de mercado diferente al del cine. Son fans de ese registro y no les importa que haya siete musicales en cartelera, seguro que van a intentar ver la mayoría. Yo lo haría, jeje
¿Cómo recomendarías “Oliver Twist, el musical” a sus posibles espectadores? Les diría que, honestamente, la obra merece muchísimo la pena. Van a salir encantados y es el regalo perfecto para estas navidades. Texto de Roberto González. Fotografía de Jon López.

Deja un comentario