Calixto Bieito. Nuestro Obaba particular.
El actual director artístico del teatro Arriaga trae una ambiciosa adaptación de Obabakoak, la célebre obra maestra de Bernardo Atxaga con un amplio reparto lleno de caras conocidas, que podrá verse en dos versiones, en euskera y en castellano.
¿Cuál fue tu primer contacto con la obra de Bernardo Atxaga? Leí algunos cuentos separados hace muchos años y había leído otras cosas de Bernardo Atxaga. Desde el principio me encantó. Más adelante leí la obra completa, conocí a Bernardo y tuve muy buena relación con él y la novela es espectacular. Muy hermosa, muy poética, llena de un paisaje mítico increíble.
¿Cómo es la adaptación? Parece complicado por el carácter de la historia, dividida en muchos episodios. Es fiel a la palabra de Bernardo Atxaga. La tradición del euskera tiene una fuerte tradición oral como los poemas y los cuentos. En esa tradición oral entran los actores que se convierten en explicadores de cuentos, en cuentistas. Es un espectáculo de voces basado en partes de la novela de Bernardo, creando ese mundo de Obaba, de recuerdos, de color, de amor, de deseo, de paisajes físicos y geográficos y también paisajes interiores de las personas, ese mundo de la memoria…todos tenemos nuestro Obaba particular. Eso está muy bien reflejado en la novela. El artista, el escritor, que se está peleando por encontrar la palabra adecuada para acabar su obra. Esa lucha que le puede llevar a la locura. La belleza, las obsesiones…todo está en la novela.
¿Cómo se llevó a cabo el casting? Supongo que era de gran importancia que fuera bilingüe. Sí…hice audiciones porque he vivido mucho tiempo fuera del estado español y conocía a algunos pero no a todos. Elegí a estas once voces para recrear Obabakoak.
¿Cómo evocarás el ambiente, la naturaleza del pueblo de Obaba a través de la puesta en escena? Dice Bernardo que un poema y un cuento son muy parecidos porque ambos vienen de la tradición oral. Este es un espectáculo muy visual y espero que muy sensorial. Eso ayuda a recrear los paisajes físicos y los paisajes exteriores. El público tiene que poner su parte de trabajo, tiene que imaginar. Pero también va a ser un espectáculo multimedia y multidisciplinar que ayudará a crear este poema sinfónico. Tendrá una puesta en escena abstracta. Una gran pantalla que se deconstruye como si fuera un puzzle y va creando diferentes instalaciones , diferentes espacios. Una directora de cine que trabaja conmigo, Sarah Derendinger, se encargará de las proyecciones y a través de ellas recrearemos un paisaje junto con el sonido, la banda sonora y la palabra de Atxaga.
¿Qué es lo que hace que Obabakoak sea un clásico? En Obaba está todo lo relacionado con la vida, con el recuerdo, con la lucha diaria por tu trabajo o por tus cosas. Es una novela completa como lo pueden ser Las mil y una noches o Cien años de soledad. A mí me encanta trabajar en lenguas que no conozco. Hablo inglés, me puedo defender en alemán, francés, italiano pero en Oslo o cuando trabajo en ruso no me defiendo en esos idiomas. Tengo una curiosidad innata por trabajar en otras lenguas. Ardo en deseos de escuchar cómo sonará.
¿Por qué lugares girará la obra tras su paso por el Arriaga? Estará en Euskadi, y luego en Barcelona en el Teatro Lliure y luego me imagino que tendrá un recorrido internacional. Texto de Roberto González.