Los Javis. Trabajando por vocación.
El musical que ha triunfado en teatro llega al cine con el elenco que lo hizo famoso y con los mismos directores al frente. Javier Calvo y Javier Ambrossi, “los Javis”, también creadores de Paquita Salas, nos cuentan cómo han adaptado este éxito a la gran pantalla.
¿Cuándo os disteis cuenta del potencial cinematográfico de La llamada? JAVIER CALVO: Como hemos crecido viendo la televisión y viendo películas, pensamos mucho en audiovisual incluso cuando escribimos una obra de teatro así que desde el primer momento supimos que había una película maravillosa.
¿Tuvisteis claro que queríais conservar a los intérpretes de la obra teatral? J.C: Claro, porque lo hemos hecho entre todos. La llamada somos todas las personas que hicimos el musical, sobre todo al principio. Se creó la obra gracias a ellos.
JAVIER. AMBROSSI. : Desde la primera reunión que tuvimos con los productores fue una cosa innegociable. Se tenía que hacer así o si no, no se hacía.
¿Deseabais ser muy fieles a la obra, en general? J.A.: Al principio intentamos meter más cosas, cambiar mucho la historia, introducir más personajes…y al final nos dimos cuenta de que teníamos que volver a un homenaje a la obra de teatro y la hemos respetado un montón. Eso sí, está muy adaptada al cine en cuanto a ritmo, concepto, tiene más personajes y enseña otro lado de la obra…
Habéis tenido un gran éxito con el musical y en internet con Paquita Salas, pero esta es vuestra primera película ¿os ha resultado fácil adaptaros al medio cinematográfico? J.C. : Lo he sentido de una manera muy natural. Somos muy intuitivos y nos gusta mucho trabajar con la magia del momento. Nos gusta la improvisación y que surja la magia. No nos gusta tenerlo todo súper cerrado porque eso lleva a que salga algo encorsetado.
J.A.: Menos mal que hicimos Paquita. Entre el musical y la peli estuvimos rodando esa serie en la que hemos podido ser muy libres y hacer lo que nos gustaría hacer. Y al no considerarnos en ese momento ni directores ni escritores estábamos más locos y podíamos tirarnos a la piscina.
¿Cómo os repartís el trabajo? J.C. : Trabajamos al cincuenta por ciento sentados en nuestro despacho.
J.A.: Como vivimos juntos tenemos lo que escribimos en la cabeza cuando estamos haciendo la compra o en cualquier momento del día… Estamos conectados al mismo CPU.
En España no se hacen muchos musicales para cine. En su día funcionó El otro lado de la cama e incluso tuvo una secuela pero hoy no es habitual. A pesar de la fama de la obra, ¿consideráis que es arriesgado debutar con una película de este género? J.C.: Debutar ahora en el cine con un musical es dar un salto mortal. Pero muchas de mis películas favoritas son musicales como Hedwig and the Angry Inch y teníamos muy claro cómo lo queríamos hacer. Queríamos que fuera muy natural, que las voces se vieran muy del momento, que respiraran…si las actrices tenían que llorar que lloraran o si tenían que desafinar por la emoción del momento que lo hicieran…Sabemos que es un riesgo pero el proyecto es lo que es, un musical. Mira lo bien que le fue a La La Land.
A mí también me gusta el género musical en el cine, ¿qué le diríais a sus detractores, que lo consideran algo artificial? J.C. : Es verdad que hay musicales que han devaluado un poco el género, como Walking On Sunshine, que recopilan canciones de los ochenta con situaciones completamente inverosímiles. Los detractores de los musicales tienen que saber que esto no es un musical al uso y que las canciones están metidas en la acción, no se introducen de forma forzada. Es una película con música, con canciones.
J.A. : Durante cuatro años en el teatro la gente destaca precisamente eso. Nos dicen que no les gustan los musicales pero que éste les ha encantado.
¿Es una película veraniega? J.C.: Como es una película nostálgica se estrena en un momento en el que todos estaremos nostálgicos del verano. Es una película veraniega que se estrena después del verano.
¿Cuál fue la génesis de la historia? Sé que uno de vosotros estudió en un colegio del Opus… J.C: Tenemos experiencias distintas porque yo no he tenido una educación religiosa pero Javi ha crecido en un colegio del Opus. De todos modos a mí todo el mundo de la imaginería religiosa me llama la atención, me parece muy pop.
J.A.: Yo he vivido muy de cerca todo esto que se cuenta en la obra de gente que recibe la llamada de Dios. Yo no lo comparto, no he visto a Dios nunca, pero me intriga mucho que hay un montón de gente que lo ve y que lo oye.
J.C. : Al final queríamos contar una historia sobre la libertad de cada uno de encontrar su sitio y seguir su camino y nos pareció un marco muy España, muy pop, hacerlo en un campamento religioso.
J.A.: Lo del campamento religioso es un marco que tratamos como lo trataría Walt Disney.
J.C. : Bueno, más bien Berlanga.
Es una historia para todos. J.C. : Sí, les gusta a las monjas y a los curas.
J.A.: Pretende ser una peli que respete y llame a la unión.
¿Y creéis que su mensaje llega en especial a la gente joven? J.C. : Hay fans jovenes que han descubierto su sitio gracias a La llamada.
J. A. : Hay una legión de Llamaders que han hecho de La llamada su filosofía de vida.Texto de Roberto González.