Carmen Conesa. Abriendo puertas al amor.

La actriz catalana protagoniza junto a Víctor Ullate Roche una versión musical de una obra escrita a cuatro manos por Darío Fo y su esposa Franca Rame, bajo la dirección de Gabriel Olivares (“Burundanga”).

En “Pareja abierta” se plantea un tema tabú como el del adulterio y se plantea si es algo sobre lo que se puede llegar a un entendimiento. Todo ello a través de la comedia. ¿Puede esta obra ayudar a que la gente tenga relaciones más sanas? Sí, porque le quita cierta trascendencia. Le quita un poco de hierro al tema del sufrimiento con el adulterio. En el amor se sufre siempre y los celos son terroríficos pero le aporta un poco de humor al tema para que al menos se pueda hablar de ello.

Aunque se escribió en los años ochenta ahora está muy de actualidad todo el tema del poliamor. Exactamente. El dilema es eterno. La monogamia o la poligamia. Esto viene desde la época de las tribus. La religión ha sido un poco castrante a la hora de elegir nuevas fórmulas. Desde mayo del 68 se buscan esas alternativas a la libertad sexual y a la pareja. Se están formando esas fórmulas diferentes como las de parejas gays con hijos o tríos, que yo creo que son las del siglo XXI.

¿Hay algún toque dramático? Es básicamente comedia sin parar. Tiene algunos toques para hacerte pensar pero está planteada fundamentalmente en clave de humor.

¿Te sientes especialmente cómoda en el género musical? Ya lo creo. Me ha gustado toda la vida. La razón por la que me metí en todo esto de jovencita es porque se cantaba y se bailaba. Luego me han llamado para otras cosas pero mi género favorito es en efecto el teatro musical.

¿Puedes contarnos algo sobre la banda sonora de la obra? Sí, la composición es de Ferrán González, es maravillosa. Las letras son de Xènia Reguant. Es un complemento adecuadísimo para este espectáculo. Interviene la pianista Lola Barroso, que es amiga mía desde hace más de veinte años y es muy buena. Es como tener una orquesta al lado y además por parte de una maravillosa intérprete.

En el dosier se destaca el papel de Franca Rame a la hora de escribir la pieza junto a Darío Fo. ¿Dirías que eso se nota en la manera de escribir el personaje femenino? Ah, la mano de ella (risas)…Ellos debían estar muy unidos. Escribieron esta función para representarla ellos mismos. Según tengo entendido en cada función iban improvisando cosas que luego añadían al texto. Hay mucho en el guión de la mujer reivindicando su lugar pero muy bien aceptado por parte de Darío Fo. Por su parte, se nota una sabiduría y una admiración hacia ella y hacia el papel de la mujer.

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con el director Gabriel Olivares? Yo sólo le conocía por sus trabajos como “Burundanga”. Me ha parecido un director con una vis cómica y un sentido del ritmo maravillosos. Tiene una capacidad de trabajo alucinante. Es hiperactivo, en el buen sentido. Es un hombre muy inteligente, muy rápido, con una grandísima amabilidad con los actores. Me apunto con él a un bombardeo.

¿Qué puedes contar de la puesta en escena? La escenografía es estupenda. Querían una cosa muy funcional y que pudiéramos llevar de gira y está muy bien resuelto en ese sentido. No puedo contar mucho más para no hacer ‘spoiler’.

Tu carrera siempre ha estado muy ligada al teatro pero muchos te recordamos de trabajos en televisión como “Las chicas de hoy en día”, ¿qué recuerdos guardas de esa época? Maravillosos. Hay un antes y un después de “Las chicas de hoy en día” para mí. Antes de eso ya hacía mucho teatro, desde los diecinueve. Siempre he seguido con el teatro como medio de vida. Pero recuerdo mis experiencias en la tele como algo maravilloso. Gracias a ello me hice conocida para el público, la serie ganó muchos premios, eran unos guiones extraordinarios, era Fernando Colomo…es la época en la que empezó ese formato tipo sitcom. Lo recuerdo como algo muy bueno.

Muchas de las propuestas en las que has participado tenían a las mujeres como protagonistas. Ha sido casualidad. Siempre decimos que hay pocos personajes importantes de mujer en la dramaturgia. Por suerte me han caído algunos y otros no, pero al menos puedo decir que soy una privilegiada por poder vivir de esto que amo.

El teatro te ha dado la posibilidad de interpretar títulos clásicos. Sí. El teatro es mi compañero y mi amor. Le sigo y él me sigue. Cuando no ha habido una cosa muy clara yo he intentado inventarme algún montaje. Algunas veces ha salido mejor y otra peor. Lo que he podido hacer de cine o tele también lo he disfrutado pero no he podido diversificarme tanto. El teatro es mi casa.

Sin embargo, sí que te has caracterizado por tener diferentes facetas artísticas. En efecto. Yo hice Bellas Artes y mi carrera inicial fue la de pintora. Sigo pintando y haciendo exposiciones. Es mi manera de relajarme y entrar en mis mundos de tranquilidad y meditación, es como quien va al psicólogo para relajarse y entenderse. Yo me entiendo con los colores y me va muy bien. Ahora expongo en León el mes de septiembre. Voy haciendo exposiciones donde me llaman y estoy creando obra nueva. También me gusta tocar el piano y la guitarra. Yo no sé estarme quieta. Texto de Roberto González.