El asombroso mundo de Gumball, según BEN BOCQUELET Y MIC GRAVES.
El creador de “El asombroso mundo de Gumball” y uno de sus directores, Mic Graves, estuvieron en el Salón del Cómic de Barcelona explicándonos todos los secretos de la imaginativa y desternillante serie de animación de Cartoon Network.
Contadnos cómo fue el origen de la serie.
Ben Bocquelet: Cuando presenté el piloto a Cartoon Network iba a ser sobre dibujos animados rechazados que iban a una escuela de corrección de conducta para personajes de series de televisión. Era una especie de queja porque llevaba más de tres años trabajando en publicidad y no había conseguido vender mis proyectos. Esa premisa resultó demasiado oscura y no funcionó, así que decidí cambiarla por una visión de sitcom más tradicional al estilo de “Matrimonio con hijos” o “Roseanne”, en la que los personajes estaban basados en mi propia familia: Richard se llama como mi padre, mi madre se llama Nicole… básicamente usé sus vidas y sus fracasos para ganar dinero. Y me ha funcionado durante siete años (risas).
Mezcláis diferentes tipos de animación: stop-motion, dibujos, animación por ordenador…¿es un proceso muy difícil?
B.B: Sí, lo hace definitivamente mucho más difícil.
Mic Graves: Hay muchas técnicas, el 3D, el stop motion y cada una tiene sus propios procesos y sus propios tiempos…
B.B: Pero luego queda muy guay. Tener fondos reales te da un aspecto muy cinematográfico, con sombras e iluminación auténticos. A veces tenemos un personaje que es básicamente un dedo. Nos sacamos una fotografía de nuestro dedo, que es algo que es bastante fácil de hacer. Así que a veces no es complicado. Pero la mayoría de las veces es una locura.
También habéis apostado por niños reales para dar voz a los protagonistas.
B.B: Sí, es verdad. Otra manera de convertir nuestra vida en un infierno. Cuando vemos una manera fácil de hacer las cosas decimos “¡No! ¡Nos complicaremos hasta morir!”. Hablando en serio, creo que hay un encanto en las voces de los niños que no te lo da una actriz de doblaje imitando a un crío. En algunos casos funciona la trampa. Por ejemplo en “South Park” creo que las voces que ponen sus creadores a los protagonistas quedan bien con el tono de la serie.
Aunque los argumentos suelen desembocar en cierta locura casi todos parten de una situación bastante cotidiana.
B.B: Sí, la mayoría de las historias relacionadas con la familia tratan acerca de que todos ellos son disfuncionales y tienen problemas y que eso es lo normal. Habitualmente la resolución de los episodios pasa por el hecho de que los demás entienden lo que le pasa al otro personaje y lo aceptan. Básicamente son cosas que nos pueden pasar a todos o que nos han pasado cuando éramos niños.
Hay un contraste entre las personalidades de Gumball y Darwin. ¿Te sientes más identificado con alguno de los dos?
B.B: Anais y Darwin están ambos basados en personas reales, mi propia hermana y mi mejor amigo Paul que solía vivir mucho más en mi casa que en la suya propia. Así que eso me convierte a mí en Gumball aunque me niegue a admitirlo.
El apellido de la familia protagonista, Watterson, está tomado del dibujante de “Calvin y Hobbes”.
B.B: En efecto, Gumball está realmente inspirado en Calvin de “Calvin y Hobbes”, un niño un tanto malcriado que hace observaciones muy agudas acerca de la realidad pero que al mismo tiempo es bastante estúpido e infantil.
A veces los episodios se vuelven bastante raros e intensos. ¿Os ha llamado la atención la cadena en alguna ocasión?
B.B: Menos mal que hay abogados mirando lo que hacemos en los dibujos animados porque si no me preocuparía seriamente por las nuevas generaciones. Si no nos pararan los pies, sólo Dios sabe las cosas horribles que podríamos mostrar a los niños. Texto de Roberto González
“El asombroso mundo de Gumball” se emite todos los días a las 8:30, a las 15.00 y a las 21:00 en Boing