Zea Mays. Una familia orgullosa.
Zea Mays celebra en 2017 su vigésimo aniversario como banda y adelantan la celebración con la edición de un nuevo disco. “Harro” es el título del último trabajo del grupo bilbaíno, en el que se han atrevido a dar un paso adelante incluyendo en su sonido sintetizadores, teclados y efectos sin renunciar a su base rockera.
Para grabar “Harro” habéis vuelto a contar, al igual que en vuestro anterior trabajo, con Dave M. Allen, el mítico productor británico.
Sí, hemos repetido exactamente la misma fórmula que en “Da”: empezamos a componer en enero como la otra vez, ya hablamos con Dave para la producción, con Lastra para el sonido y los estudios Tio Pete para hacer la grabación. Dave estuvo unos días en los ensayos y se quedó en la grabación diciéndonos cómo quería las cosas y se llevó las pistas a Londres. Esta vez fue en Studio 7, porque es donde estaba la mesa Conny Plank en la que se grabaron cosas de Kraftwerk. Finalmente para la masterización también hemos repetido con Andy “Hippy” Baldwin en Metropolis.
Y cuáles son las mayores diferencias de “Harro” respecto a vuestros anteriores discos?
En todos los discos de Zea Mays intentamos hacer cosas distintas y el mayor cambio es que en este hay más sintetizadores y teclados y es diferente en ese sentido. Aparte estaba compuesto de otra manera. Hasta ahora hacíamos primero lo que es la base con batería, guitarra, bajo y voz y luego algún amigo nos metía los sintetizadores y unos ritmos. Esta vez hemos metido en la base los sintes y los teclados y ya empezábamos a partir de esos sonidos. Nos hemos metido nosotros en el rollo de la “cacharrería” que es algo que teníamos pendiente. Los temas tienen más elementos y se nota, son más cortos de lo normal y más directos, hemos ido más al grano.
¿Ha sido más fácil o más complicado trabajar de esta manera?
Ha sido duro pero, al final, ha sido muy satisfactorio porque es lo que buscábamos.
En este tema de los sintetizadores y los teclados supongo que ha sido fundamental la ayuda de gente más experimentada como Raúl Lomas o Txufo Wilson (Empty Files).
Con Raúl quedamos para tocar “Enbata” que era un tema que no tenía nada, pero vimos que muchos de los sintes que nosotros habíamos compuesto necesitábamos hacerlos de nuevo y ya aprovechamos que él estaba ahí y los metió en directo. Txufo estuvo enseñándonos cómo utilizar mejor los aparatos. Al pobre le hemos tenido ahí explotado y nos solucionaba cualquier duda que nos surgía. En los conciertos también nos está ayudando con esto de la tecnología porque nosotros estamos todavía un poco pez, pero ya lo iremos cogiendo.
La “familia Zea Mays” se completa con José Lastra y David González, con los que lleváis tiempo trabajando…
Con Lastra ya llevamos 16 años haciendo los discos y como técnico en los directos. David también lleva haciendo el diseño los cuatro últimos discos, y es una pasada porque le dijimos que el título iba a ser “Harro” y al momento le salió una portada perfecta que te da esa sensación de orgullo, de abrirse algo en canal…eso lo ha plasmado él y es un amor porque también nos ha hecho el diseño de las camisetas, los telones… se ha encargado de todo. De ahí también el título del disco: el orgullo de tener esa gente tan increíble a nuestro lado, que lo da todo igual que los cuatro que llevamos 20 años ahí y ver donde hemos llegado gracias al trabajo de todos.
Y en el disco hay una colaboración que creo que para ti es muy especial como es la de Santi Balmes (Love of Lesbian).
Últimamente estoy muy obsesionada con Love of Lesbian y tengo muchas ganas de que llegue marzo para tenerles en Bilbo, esa fecha la tengo reservada y no puede haber concierto ese día (risas). A mí me apetecía que colaborara y ya lo intenté en “Da” pero no pudo ser. Y cuando estuvimos en Madrid nos dimos cuenta de que teníamos un amigo en común que nos dijo que estaría muy bien convencerle para hacer algo. Le mandamos las pistas y ha sido increíble lo que nos ha devuelto, él estaba muy asustado por cantar en euskera pero la verdad es que ha salido muy bien. Realmente no hemos cantado juntos, pero da esa sensación de que está cantando conmigo y me resulta muy emocionante.
En 2017 cumplís 20 años como banda. ¿Cómo habéis vivido los cambios que se han producido en este tiempo?
Lo hemos vivido todo, nos hemos mantenido y ahora estamos a gusto igual que al principio. En estos años hemos tenido mejores y peores épocas pero todo eso es lo que nos ha llevado hasta donde estamos ahora, que nos encontramos muy cómodos. En general ha sido una experiencia maravillosa, hemos conocido gente de puta madre, hemos conocido mundo y somos unos privilegiados.
¿Va a ser el sonido de “Harro” el camino a seguir a partir de ahora?
No tenemos ni idea. Cuando empecemos el próximo disco ya veremos por dónde nos da el aire pero, de momento, vamos a disfrutar de éste que acaba de salir y a enseñar a la gente el trabajo que hemos hecho. No nos ponemos ninguna traba y me parece muy chulo este mundo que hemos empezado a descubrir y es muy interesante, pero en un futuro podemos ir por un camino totalmente diferente, igual nos volvemos “megaorgánicos” y grabamos todo en analógico…ni idea.
En este tiempo habéis tenido la oportunidad de tocar en grandes festivales pero supongo que también disfrutaréis con conciertos como el que disteis en el gaztetxe de vuestro barrio (Rekalde) para presentar “Harro”…
Disfrutamos mucho porque hacía tiempo que no estábamos en sitios pequeñitos ya que también hemos presentado en Xurrut de Gorliz, el garito de referencia de los conciertos de los 90. Ya casi no tenemos la oportunidad de tocar en sitios con casi solo un micro y da gusto porque todo es más cercano. Pero lo otro también está bien: estar en un escenario grande donde te puedes mover y donde todo suena casi perfecto. Pero la vuelta a casa en chiquitín…eso es precioso. De todas formas, nosotros no menospreciamos ningún espacio porque se merece el mismo respeto tocar ante 3 que ante 200.000 y lo hacemos con las mismas ganas.
El 3 de Diciembre estaréis tocando en Durango, en el marco de la Azoka. ¿Qué importancia tienen esta feria para la cultura euskaldún?
Es súper bonito la cercanía que tienes con la gente en la Durango Azoka y allí estamos todos, desde el artista más grande hasta el menos conocido y estamos cara a cara con el público que nos sigue. Además llevábamos años sin tocar en Plateruena y nos pareció una buena oportunidad. Texto de Sergio Iglesias.