Belén Rueda. De reina del grito a diva de la risa.
“La noche que mi madre mató a mi padre” brinda a la famosa actriz de films de terror como “El orfanato”, “Los ojos de Julia” y “El cuerpo” la ocasión de lucirse como cómica, gracias a un papel que le ha regalado la cineasta Inés París
No paras de trabajar y encadenas proyectos de cine y televisión: no te sucede como a muchas actrices de tu generación… Sí, yo ya he hecho hasta de abuela, en “Ismael”, pero hay que reivindicar que eso no puede ser. Yo cruzo los dedos porque sigo trabajando, pero en los hombres no lo veo: nunca se les pregunta la edad. Y si miras entre las actrices de cuarenta o cincuenta, como tengo yo, ellas están mucho mejor que los hombres de esa edad; ellos se dejan más que nosotras.
¿Qué te ha enseñado la veteranía vital y profesional? Cuando tienes un recorrido y una experiencia te permites ciertas cosas que cuando eres más joven no, porque ya te da igual: ahora soy más radical. A cada generación le pasan cosas distintas: a la nuestra, el salto de ser mujer trabajadora y madre a la vez, con lo cual no tienes tiempo para hacer todo. Ahora quiero disfrutar de la vida, quitando un poco de tiempo a esas dos cosas: por ahí puede venir la inseguridad.
¿Ha creado la directora, Inés París, el personaje central de su película para ti? Yo le digo a Inés que no diga eso, pero ella dice que es así. No nos conocíamos antes, pero desde el día que nos juntamos la conexión fue maravillosa. En nuestra primera reunión le dije que es la primera comedia que hago: “Me pondré en tus manos, sé consciente de lo que vas a hacer conmigo”, le solté. En “Los Serrano” yo servía la comedia a Resines, pero aquí el personaje que desencadena todo lo que pasa es el mío.
Te vuelves a juntar con María Pujalte después de “Periodistas”. Sí, hacía un montón de años que no coincidíamos y tenemos una escena muy divertida juntas. Cuando ruedas con Inés, ella tiene un sentido de la comedia genial: hay una escena en la que estoy súper exagerada y se lo dije, pero ella me dijo que tenía que ser como una diva de teatro de las de antes, y ha quedado muy bien en todo el contexto. Con el personaje de Diego Peretti pasa igual, que hace cosas que nunca haría en la vida real, pero es clave en medio de la película. Inés lleva la comedia en la sangre y no tiene miedo de aventurarse a hacer determinadas cosas que, a veces, como actor, te pueden asustar.
¿Te divierte el humor negro del film? El desdramatizar las cosas viene muy bien: reírte con la situación. A veces estás en un funeral y estalla la tensión en forma de risa. En la película pasa un poco eso: partiendo de una cena, de repente algo salta y empiezas a descubrir a las personas a fondo. Se rodó toda la película durante un mes en el mismo escenario, la gran casa, y se creó una dinámica especial.
Tienes muchos proyectos de cine y televisión… Sí, acabo de rodar en Medellín (Colombia) la película de ciencia-ficción “Órbita 9”, junto a Clara Lago y Álex González, y la serie política “La embajada”, llena de corruptos, como sucede ahora. En la situación política actual, hemos de tener una mente abierta para cambiar las cosas: aceptar la pluralidad, como ha pasado en otros países.
Ya has hecho comedia, terror y drama. ¿Qué te falta por rodar? Me encantan los papeles de mujeres adelantadas a su tiempo, y en la historia de España hay muchas de este tipo, como el que hice en la miniserie “La princesa de Éboli”. Texto de Alfonso Rivera. Fotografía de Xavier Torres Bacchetta.
“La noche que mi madre mató a mi padre”, dirigida por Inés París, con Belén Rueda, Eduard Fernández, Fele Martínez, Diego Peretti y María Pujalte, se estrena el 29 de abril.