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June 9, 2023

Joe Matt. Memorias de un dibujante atormentado.

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La editorial Fulgencio Pimentel nos trae una recopilación de los primeros trabajos del dibujante de Filadelfia alabado por el creador de los Simpson, Matt Groening, y amigo de otros comiqueros como Seth y Chester Brown. En ellos, como siempre, Joe Matt se retrata como un individuo neurótico, egoísta, adicto al porno, inmaduro y entrañable. ¿Igual que en la vida real?

 

‘Peepshow: El diario en tebeos de Joe Matt’  es tu primer libro aunque sea el último que se ha publicado en España, ¿qué opinión tienes ahora de tus primeros cómics?

Me avergüenzo bastante de ellos, pero supongo que es lo que cabe esperar. Por un lado hay una genuina falta de habilidad y sofisticación. Pero por otra parte encuentro mis primeras páginas muy honradas, tontas, enérgicas y carentes de pretensiones. Con el paso de los años me he vuelto más ambicioso (en términos de contenido y deseos de posteridad), pero, desafortunadamente, eso ha tenido un efecto paralizador. Ahora tengo más miedo y me pienso demasiado las cosas. Conforme ha aumentado mi perfeccionismo también ha desaparecido gran parte de la diversión que obtenía de dibujar cómics. Pero, más que tomar esto como una condición permanente, intento verlo como algo a superar. Simplemente tengo que ponerme a ello. Tengo mi siguiente libro planeado pero cada día encuentro muy fácil procrastinar. Incluso contestar a esta entrevista supone una distracción bienvenida. No obstante intento mantenerme firme en una serie de elecciones vitales, tales como: no buscar otra clase de trabajo, no tener internet en casa, no tener hijos, coche, teléfono móvil, señal de televisión…ni siquiera una tarjeta de crédito. En resumen, trato de llevar una vida lo más simple y despejada posible. Dicho esto, estoy sepultado en libros y dvds…aunque lucho constantemente por reducir la cantidad de ellos que tengo en casa.

En este libro te dibujas quejándote de tener que «dibujar pequeño» y actualmente prefieres dibujar en viñetas regulares porque distraen menos de la historia que cuentas. ¿Echas alguna vez en falta la experimentación de estas primeras páginas?

Siempre he considerado ‘Maus’ de Art Spiegelman como EL libro ideal para intentar emular. Tras años de producir cómics he aprendido que no existen respuestas ni fórmulas. Un libro puede estar formado por viñetas, tiras cómicas o incluso una sola escena gigantesca. No importa. Lo único relevante es cómo esté ejecutado el trabajo. Lo ideal es tratar de producir el tebeo que a ti te gustaría leer. Crearlo porque no existe aún. En cuanto a sí echo de menos la experimentación de mis primeras páginas…la verdad es que no. La experimentación es algo típico de un dibujante joven pero en última instancia todo debe servir a un propósito más importante, no experimentar por el mero hecho de hacerlo.

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«Tras años de producir cómics he aprendido que no existen respuestas ni fórmulas. Un libro puede estar formado por viñetas, tiras cómicas o incluso una sola escena gigantesca. Lo único relevante es producir el tebeo que a ti te gustaría leer». 

El concepto del diario en viñetas es interesante y funciona bien en internet o como tira cómica. ¿Crees que podría servirte de algo en el futuro?

La verdad es que no me interesan mucho las tiras diarias. Para mi es un poco como “relatos cortos contra novelas”, o peor, “frases sueltas contra historias cortas”. Pienso en ‘American Elf’ de James Kochalka, una tira que me gusta, pero el formato de cuatro viñetas no acaba de captar mi atención. Daniel Clowes emplea tiras en una historia más larga, como en “Ice Haven” y a él le funciona muy bien, pero al final es cosa de los gustos y las decisiones del autor.

Un tema frecuente en tus tebeos es que eres una persona muy difícil en cuanto a las relaciones de pareja. ¿Crees que eso cambiará algún día?

Hmmm…probablemente no. He salido así. Y si alguien-como mi novia en los últimos cinco años- encuentra eso desafortunado puede al menos consolarse por no estar en mi piel. Lo juro, SER yo es mucho peor que tratar conmigo. Creo que la clave para una relación saludable reside en la combinación de dos individuos. Es importante probar una serie de combinaciones pero es igual de importante mantenerse fiel a uno mismo. Y cuando una persona funciona con otra debería ser obvio. Debe parecer que la combinación te escoge a ti y no al contrario. Si tienes la suerte de encontrar a la persona adecuada no tienes que cambiar más de lo que lo haga tu pareja. Y , al día de hoy, me siento muy afortunado.

Tu trabajo recuerda a Robert Crumb y también a Woody Allen, ¿sigues sus últimas películas?

De alguna manera –y no ha sido fácil-me he mantenido al día con las películas de Woody Allen. Y aunque mi opinión sobre ellas es variada siempre encuentro algo valioso en todas ellas. Es un artista muy interesante porque siempre se está poniendo retos en mayor o menor grado y moviéndose en un espacio entre el éxito personal y el comercial. Hoy día hay otros artistas que atraen mi atención más que Woody Allen como Wes Anderson, Jack Webb, Larry David, Louis CK, los hermanos Marx, W.C. Fields…pero sí, sigo siendo fan de Allen. Es como un viejo amigo al que me gusta visitar una o dos veces al año.

 

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«Lo juro: SER yo es mucho más complicado que convivir conmigo».

Al igual que Crumb eres muy honesto en la descripción de tus preferencias sexuales, ¿qué opinan las mujeres sobre tu trabajo?

La mayoría de mis lectoras suelen tener en común una gran confianza en ellas mismas. No me toman en serio ni se sienten amenazadas por mi. Y hacen bien. En lo referente a grupos feministas…por suerte no han reparado mucho en mi.

En ‘Pobre cabrón’ mostrabas a una pareja , Andy y Kim, que posteriormente reaparecían y se mostraban ofendidos por la descripción que se hacía de ellos en el cómic. ¿Es esa historia cien por cien real? ¿Te ha preocupado después contar cosas sobre personas que conoces por este tipo de situaciones?

Sí, Andy y Kim eran una pareja real y yo (tontamente) intenté disimularlo (¿Por qué? No lo sé). Y sí, en el pasado me preocupaba contar cosas sobre personas que conocía en los cómics pero ahora no. Que me denuncien, si es necesario. Si hiciera falta aceptaría esos extremos. La cuestión es que gran parte de mi motivación a la hora de dibujar cómics es dejar constancia de un fiel reflejo de algunas partes de mi vida. Así que incluso cambiar el nombre de alguien arruina parte de la pureza del asunto para mi gusto. Así que en el futuro…quizá esperaré a ver si alguien tiene objeciones suficientes como para llevarme a los juzgados…en tal caso seguramente me doblegaré de inmediato. Pero ¿por qué comprometerse de antemano? Haz lo que quieras, digo yo.

‘Pobre cabrón’ estuvo a punto de adaptarse como una serie de animación para HBO. ¿Te da pena que no saliera adelante?

Esto fue entre 2003 y 2005. El gran problema era que ninguna persona relacionada con el proyecto de adaptación tenía suficiente talento u originalidad. Necesitaba un visionario y no tenía ninguno. Y yo no podía hacerme responsable. No tengo un interés acuciante de adaptar mi trabajo a la animación o a la imagen real. Esperaba sacar algún dinero de ello pero nunca me sentí optimista al respecto, más bien al contrario. Tenía miedo de que se me realcionara con una serie horrible protagonizada por un personaje que llevaría mi nombre e irme a la tumba cargando con esa vergüenza. Así que me sentí aliviado de que no saliera adelante.

Creo que consideras ‘Buen tiempo’ como uno de tus trabajos menos logrados. A mí me gustó y me pareció un cambio de tono interesante, aunque mentiría si no dijera que se echaba algo en falta. En cualquier caso, ¿quiero esto decir que prefieres centrarte en las historias,digamos, más adultas?

Definitivamente sí. Realicé “Buen tiempo” en un momento en el que tenía la falsa ilusión de que podía ser tan productivo que sería capaz de sacar historietas acerca de todo mi pasado. Mi siguiente libro iba a estar centrado en mi época en la escuela secundaria. Pero no me ha sorprendido comprobar que con frecuencia todo lo que realmente me interesa son los sufrimientos (u obsesiones) que esté atravesando en el momento en que estoy creando la historia.

En tus tebeos tus amigos Seth y Chester Brown, también dibujantes, son como tus «Pepitos Grillo». ¿Qué sería de ti sin su compañía y consejos?

Es algo que me pregunto casi todos los días. La historia que preparo para mi siguiente libro no tendrá a Seth y Chester como personajes o saldrán muy poco. (Y no, no será sobre el fallido proyecto con HBO. Esa historia no tiene demasiado interés). Tengo otros amigos en Los Angeles pero no me parece adecuado dibujarles soportando mis quejas y delirios, así que ¿quién sabe? Tal vez acabe usando a Seth y Chester después de todo. Quizá me dibuje llamándoles mucho por teléfono. Desde luego nunca reemplazaré a Seth y Chester por mis amigos de Los Angeles. Ellos son de esos «amigos para toda la vida».

Texto de Roberto González.

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