Arizona Baby. Avanzando sin perder la esencia.
Ya ha pasado más de un año desde que salió a la luz “Secret Fires”, un disco que nos muestra a unos Arizona Baby desconocidos y que supone una declaración de intenciones del grupo vallisoletano por seguir avanzando sin perder su identidad. Para hablarnos de esta “evolución” musical nos hemos puesto en contacto con Javier Vielba, cantante de la banda.
Ha pasado más de un año desde que sacasteis vuestro último trabajo pero todavía no habíamos tenido la oportunidad de hablar con vosotros sobre “Secret fires”. Sí, es un disco que salió en octubre de 2014 y en todo este tiempo nos ha dado tiempo a presentarlo por casi todos lados. Pero todavía nos quedaban pendientes sitios importantes como Barcelona, Ibiza o Bilbao, donde saldaremos la cuenta en marzo en el Kafe Antzokia, un sitio que nos encanta y donde hemos tocado muchas veces.
¿Qué tiene de especial este disco respecto a los anteriores? No es el típico con canciones de rellenos y un hit. Es una obra de doce temas donde no falta ni sobra nada, y que ha abierto el abanico de influencias y sonoridades que quizás en otros discos no habíamos mostrado. Creo que es un disco más variado y que muestra más aristas del grupo.
¿No os daba miedo que este “cambio de registro” no funcionara igual que lo anterior? En un principio podía dar un poco de vértigo a la hora de mostrarlo a la gente que nos sigue por si no lo entendían. No es un disco en el que tampoco hayamos arriesgado muchísimo pero sí es cierto que, aunque mantengamos la base de lo que es Arizona, ha tenido algo de revolucionario y no es un disco continuista. Eso ha sido muy bueno para el grupo porque mantenemos un pie en lo que es la historia del grupo y a la vez con el otro pie seguimos avanzando con un horizonte muy abierto. Nuestro público lo ha aceptado excepcionalmente bien, superando incluso nuestras mejores expectativas y nos ha servido incluso para abrirnos a más público.
¿En qué se refleja este rupturismo? En Arizona Baby siempre ha habido variedad en los estilos pero es cierto que, a la hora de grabar, todas las canciones estaban tratadas con el mismo planteamiento y enfoque. En “Secret Fires”, para cada grupo de canciones, hemos utilizado una configuración: hay algunas que llevan piano y hemos seguido un patrón concreto con una composición más minimalista o básica y con otras la configuración ha sido más cercana a la del directo como “Owners of the world” o “New Road”, temas más rockeros y en los que hemos pasado las guitarras por un amplificador, algo que hasta ahora no habíamos hecho. En resumen se trataba de meter distintos planteamientos siempre desde la base de lo que es Arizona: guitarra acústica, voces y una especie de batería/ percusión.
Es un proceso que te influye en la forma de plantearte la grabación. Cada canción era un mundo y ha sido un proceso más meticuloso, lo que nos ha permitido estar más tiempo con cada canción, probar más cosas…ir mas lejos. Al final el resultado es un disco más poliédrico que se aprecia con cada escucha.
¿Y cómo se llevan a cabo todos esos cambios en directo manteniendo la misma formación? Pues con esto ha pasado una cosa muy chula. Es un disco que tiene más arreglos, hemos añadido teclados, bajos, pianos… pero luego en el directo lo hacemos con el mismo trío de siempre con dos acústicas, percusión y voz, funciona perfectamente y no se echa de menos nada. Se cubre con el plus del éxtasis del momento del concierto. De hecho no queremos que las canciones en directo sean igual que en el disco, queremos que sean dos caras de una misma moneda.
¿Os servirá este disco para quitaros esa etiqueta de grupo de country o folk rock…? Nosotros cuando empezamos lo hicimos con la influencia de la parte acústica de los grupos de los 90 y del grunge. En el primer disco sonábamos a eso y también muy stoner, influidos por los pasajes más psicotrópicos y acústicos de bandas como Queens of the Stone Age o Kyuss y por los discos de Johnny Cash de los 90.
Posteriormente fuimos evolucionando hacia atrás en el tiempo: Neil Young, America, Jefferson Airplane, Crosby Stills and Nash…de ahí salió “Second to none”, un disco más atemporal y tan retro que era moderno. Además en una época que estaba de moda Wilco, Bon Iver, My morning Jacket…Ese clima nos favoreció para que nos hicieran más caso y de ahí que nos encasillaran en este tipo de sonidos aunque no éramos un grupo de country o de folk rock. Éramos un poco todo: mucha actitud punk, influencias del hard rock, del metal…y mucha psicodelia. Pero a veces te etiquetan por la propia imagen sin entrar en la música. A nosotros nos encasillaron y no nos importaba si servía para ubicarnos y que la gente llegara a nosotros, pero llega un punto en que nos preocupaba que esa etiqueta nos limitara. Por eso en este disco hemos hecho conscientemente esa apertura de miras dejando clara las influencias de mucha música. Queríamos dejar claro que nos ha influido mas Free que Black Crowes, por ejemplo. No tenemos interés en ocultar nuestras influencias y tenemos un sonido personal y variado con muchas posibilidades. Arizona Baby es un mundo muy rico y creemos en lo que hacemos. Todavía queda mucho por mostrar y muchas cosas por investigar y desarrollar.
¿Cómo se presenta este año con los diferentes proyectos que tenéis (Arizona Baby, Corizonas, El Meister…? Nosotros estamos todo el día compaginando cosas y currando, todo suma como músicos porque todos los proyectos se ven beneficiados por ese trabajo. Además esto es una forma de vida y es un privilegio poder vivir de lo que nos gusta. Pero en 2016, esperamos tener más presencia con Corizonas, igual sale disco de El Meister y supongo que aparcaremos un poco Arizona Baby pero sin abandonarlo, porque siempre pueden salir cosas que se pueden utilizar en un futuro. La inspiración siempre te pilla trabajando, lo importante es estar haciendo algo porque, si estás parado en tu casa mirando al techo, es probable que no te salga nada. También es fundamental la vida como inspiración: viajar, tomar unas cervezas, ir al cine, leer… lo que hacemos en el día a día.
¿Tenéis ganas de girar por el extranjero de nuevo? Sí, yo recuerdo cuando estuvimos en EEUU y fue una pasada. Estuvimos hace unos años y queremos volver cuanto antes, tuvimos la suerte de hacer allí una mini gira de varios bolos en ciudades como Nueva York, Chicago… y también estuvimos en el festival SXSW de Austin. La respuesta fue fantástica, ni en nuestros mejores sueños hubiéramos imaginado esto. La gente reaccionó muy bien ante nuestra propuesta y decían que les parecía algo familiar, porque es rock n´roll pero con un punto exótico. Vendimos un montón de discos y camisetas y seguimos manteniendo contacto en redes sociales con gente de allí. Luego también hemos estado en México, en Europa…Pero sí que tenemos ganas de salir y hacer algo más continuo… Por ejemplo, como están haciendo ahora Las Hinds que ves su calendario y alucinas, son cosas que te dan envidia sana y me alegro de que haya un grupo español que tenga ese éxito fuera de nuestras fronteras y que hayan conseguido, incluso el aplauso de una crítica tan dura como la inglesa donde sólo han valorado bien a Los Bravos, a Barón Rojo, a Ángelus Apatrida y a las Hinds ahora….
¿Y cómo crees que se podría explicar este éxito repentino? Estas cosas son así ¿quién entendía en su momento el fenómeno de Nirvana? El propio Dave Grohl decía en una entrevista que ahora empieza a entender lo que sucedió. Es lo que tienen estos fenómenos casi mágicos y es lo bonito. Ojalá hubiera más cosas inexplicables en el arte. Parece que hay que explicarlo todo, al final la razón va a matar el arte y a las musas porque hoy en día está todo robotizado con sus recetas y sus protocolos. Por eso tienes ahora tanta música estéril, tanta literatura estéril, tanto cine estéril…tantas artes que no son mas que la repetición de la repetición de la repetición. Vivimos en la época de la cultura tweet y de la fotocopia y es aburridísimo. Así que es una pasada cuando sale algo distinto, como en su día Nirvana o ahora Las Hinds, con su frescura, desparpajo y sin ninguna pretensión más que la de tocar y pasarlo bien, y ves que, por no sé qué carambola, han conseguido el aplauso de la crítica y el público y tienen la posibilidad de girar por todo el mundo. Texto de Sergio Iglesias. Fotografía de Ricardo Suárez.