Nada Surf. Música de tesis doctoral.
Después de varios años, el grupo estadounidense Nada Surf estará de vuelta en Bilbao. Daniel Lorca, bajista y vocalista de la banda de rock alternativo, atiende a Aux.Magazine para desgranar sus últimas experiencias en el mundo de la música y reconoce que están muy animados por tocar de nuevo a orillas de la Ría bilbaína.
¿Qué os llevó en 1992 a involucraros en este proyecto musical? Amamos la música. Y el hecho de amarla nos llevó a ello. En un principio, estábamos en una banda llamada “Because Because Because”. Nos gustaba el grupo, pero el ambiente estaba muy centrado en trabajos de marketing y negocio. Esto último no nos llenaba, así que decidimos cambiar. Queríamos diversión y experiencias más reales. Aunque parezca paradójico, así es como empezamos a crecer.
¿Qué pueden esperar los asistentes de vuestro concierto en Bilbao? Nos encanta Bilbao y, a pesar de ello, hace mucho tiempo que no íbamos de gira a la ciudad. Estamos encantados de regresar. Respecto al concierto, combinaremos varios temas clásicos con los más nuevos.
Será uno de vuestros primeros conciertos tras el lanzamiento del último álbum “You Know Who You Are”, ¿cómo describiríais este trabajo? “You Know Who You Are” es un álbum sobre decisiones, caminos cruzados y con muchas curvas en la ruta. Con este trabajo no pretendemos conocernos a nosotros mismos, pero al menos intuir que tenemos algo dentro de nosotros. Es una partida y una mirada atrás. Hay canciones muy rápidas como en nuestro primer álbum y otras más tranquilas y templadas como en nuestros últimos trabajos. También hemos creado sonidos nuevos para nosotros.
¿Qué lo diferencia de vuestros trabajos previos? Es más variado que nuestro álbum anterior “The Stars Are Indifferent To Astronomy” porque no persigue un concepto específico. Con este trabajo queríamos recrear la sensación que sentimos sobre el escenario: velocidad y decibelios. En este álbum experimentamos mucho más.
Al ser más variado, ¿os resultó más difícil componerlo? Comencé a escribir las canciones en casa, en Cambridge o en Brooklyn. A veces algunas de ellas me venían rápido y completas. En otras ocasiones las escribía poco a poco y las revisaba al día siguiente. Si hay algo en lo que trabajo durante la noche y no es lo primero en lo que pienso por la mañana, ¡malas noticias!
Tras dos décadas sobre los escenarios, ¿cómo ha variado el panorama musical? ¡Bueno y malo! Un poco de todo. (Ríe) Me gusta más porque como oyente tengo la oportunidad de escuchar y explorar lo que quiera. El principal problema es que hoy en día tenemos acceso al “chocolate aural”. Pero, ¿el chocolate sabe igual de bien cuando lo consumes todos los días? En cambio, está genial poder conocer a tu audiencia, estar de verdad en contacto con ellos. Además es más fácil que nunca dar a conocer que tocas en cualquier ciudad del mundo.
Existe una tesis doctoral denominada “The Hyperspace-Perspective in the Lyrics of Nada Surf”, ¿la habéis leído alguna vez? Hablé con Christian, su autor, unas cuantas veces mientras preparaba su tesis. Fue muy interesante. Aprecio mucho que hiciese ese análisis de nuestras letras, mucho más profundo de lo que incluso yo lo hubiese hecho. Además a mi padre le encantó porque es profesor de filosofía.
¿Qué papel juega la ciudad de Nueva York en vuestro trabajo? He visto muchos e increíbles conciertos en Nueva York. El primero de todos fue Simon y Garfunkel en Central Park. Después vinieron Bob Dylan o The Smiths, entre otros. La ciudad tiene mucha energía y posibilidades. Es una ciudad que te motiva para alcanzar tus sueños y nunca te juzga. Texto de Adrián Blanco.