Wilhelm y el futuro, según Guille
El 10 de febrero los pamplonenses nos pegaron un buen susto cuando anunciaron repentinamente su disolución. “WILHELM are fucking dead!” afirmaban en su página de Facebook. Ahora vamos con las buenas noticias. El fundador del grupo, Guille, afirma que seguirá haciendo música con el nombre de WILHELM. Y, mientras tanto, aún podemos disfrutar de su nuevo disco How High Lily? en el que abandonan los paisajes pastorales de su primer trabajo, The War of the Species, a favor del black metal y los desiertos de los ‘westerns’ de Sergio Leone. Y es que, si algo se le da bien a WILHELM, es reinventarse, ya que para su segundo trabajo han prescindido del título “And The Dancing Animals” para ofrecer un sonido más extremo. Guille nos da su visión sobre todos estos cambios. .
- Con el cambio de nombre habéis experimentado diferentes formaciones y eventualmente habéis llegado a una separación. ¿cómo has vivido estos cambios? Wilhelm&TDA comenzó siendo únicamente yo, mis instrumentos y mi ordenador. Luego entró Helen para ayudarme con las letras. Posteriormente incluimos a cuatro amigos para poder llevar el disco al directo y hacer un show más rock. Con How High Lily? no quería repetir fórmula y eliminé elementos folclóricos y acústicos como la mandolina, guitarra acústica y acordeón. Ahora mismo Wilhelm&TDA como banda ya no existe y ha vuelto a su origen, yo, mis instrumentos y mi ordenador.
- ¿Cómo ves el futuro? El futuro lo veo placentero y ambicioso. Yo sigo componiendo y voy a seguir sacando música como WILHELM. No quiero seguir las normas por las que se rige la “industria” musical actual. Los tiempos han cambiado y sobre todo mi manera de ver mi música. No quiero seguir los esquemas clásicos. No sé si alguna vez la llevaré al directo, de ser así será algo en formato individual con muchos samplers, loopers, programaciones… algo que sea más una experiencia o performance, que un concierto en sí. Corto, intenso y directo.
- Es un disco menos melódico. Antes os definíais como indie-rock acústico con dejes punk, ¿crees que eso se aplica también a este disco? Nuestra última etiqueta era hiperenergetic music. Es un disco que en directo me pasaba factura. No paraba de saltar moverme y sudar, las agujetas me duraban días… por eso me parece que tiene un concepto rock o hardcore incluso. Nos veíamos más cómodos compartiendo escenario con bandas extremas que con bandas de indie-folk. Hay algo que echo mucho en falta en el panorama indie estatal, que es la actitud en los grupos. Podrás ser mejor o peor músico, pero hay que vivir y creer en lo que tocas.
- ¿A qué hace alusión el título minimalista del disco, How High Lily? Es una expresión sarcástica que le decía la abuela de Helen de Inglaterra a su vecina cuando exageraba mucho, “¿Cuánto de alto Lily?”. Tiene mucho sentido con cómo sentimos la música ahora mismo. ¿Dónde estás realmente? Es necesario pararse y preguntarse dónde está tu sitio. Con este segundo disco había mucha presión que nosotros mismos nos habíamos puesto. Por eso hemos decidido dejar la formación actual justo ahora, cuando vemos que no necesitamos demostrar nada de eso a nadie.
- ¿Hay una evolución en las letras? No hay un discurso general como lo había en The War of the Species con respecto a los animales. No es un disco conceptual. Si que es cierto que en todo él está presente el tema familiar, y se le hace tributo tanto en la portada, que es la madre de Helen, como en las canciones, Katie y Erin´s Song, que son los nombres de sus sobrinas. ¿Por qué la familia? Porque la familia es todo, la familia es algo real, la familia esta por encima de todo.
- ¿Cómo habéis llegado al mercado japonés? Internet. Escribí a un sello japonés buscando un contrato de licencia de explotación del disco y aceptó. Fue suerte, mandé como 500 mails y uno funcionó. Sale el 25 de marzo e incluye dos temas inéditos.
- Cuidáis bastante la estética, el grafismo, los videoclips e incluso disponéis de un cierto merchandising. Sí, ayuda, claro está. Yo tenía muy claro que quería ofrecer una “marca” que funcionase, pero es precisamente lo que me aparta un poco de todo el mundillo. Quiero centrarme únicamente en la música y dejar el resto de lado. Prefiero vender perchas que vender mi música a nivel empresarial. La música tiene un poder especial para hacerme sentir vivo, si la convierto en un negocio, estoy quitando una fuente de felicidad, y eso es peligroso. Texto de Roberto González.
How High Lily? de Wilhelm, editado por Origami Records, se puede comprar por 10 euros en: http://wilhelmusic.bandcamp.com/album/how-high-lily