Esteban Roel y Juanfen Andrés. Pesadilla en plena navidad.
Musarañas es el título de la ópera prima de Esteban Roel y Juanfer Andrés, un mexicano y un manchego que imparten clases de cine e interpretación en una escuela madrileña y que, apadrinados/producidos por el bilbaino Alex de la Iglesia, asustaron al público de los festivales de Austin, Toronto, Londres, Sitges y de la semana de terror de San Sebastián. Ahora pretenden que el respetable se atragante con el turrón, las peladillas y el mazapán viendo su película. ¡Estás avisado!
España, años cincuenta. Un piso, dos hermanas y un fantasma. Ellas son Macarena Gómez, que da vida intensamente a una modista enlutada, bipolar y adicta a la morfina, que siente pánico a pisar la calle; y Nadia de Santiago, cuyo rol cumple 18 años y empieza a sentir los impulsos del corazón, entre otros órganos. Para más inri, en el piso de arriba vive un macho alfa con las hechuras de Hugo Silva, que, accidentalmente, viene a parar a una cama de la casa de estas siniestras hermanas Gilda…
Con algo de films como Carrie, Misery y, sobre todo, El seductor, una joya de 1971 rodada por Don Siegel y protagonizada por una inmensa Geraldine Page y un macizo Clint Eastwood (buscadla -legalmente, please- y os sorprenderéis), Musarañas te hace pasar miedo, risa y estupor. Todo ello por el módico precio de una entrada de cine, que podrás pagar con el aguinaldo o la extra (si tienes de eso) pues se estrena, nada más y nada menos, que el mismísimo día de Navidad: puedes ir con toda tu familia a verla… ¡ya verás qué buen rollito!
¿A quién se le ocurrió la malévola idea de estrenar una comedia negra, gamberra y gore como ésta en una fecha tan cursi y entrañable como el 25 de diciembre? Esteban Roel: Es una idea de Sony, la distribuidora; al principio nos sorprendió, pero a mí como espectador es lo que más me apetece, porque no me gusta la navidad.
Juanfer Andrés: En esas fechas la cartelera está saturada de películas de Disney y similares, así que la nuestra será el contrapunto perfecto. Es posible que alguien crea que va a ver una comedia blanca, porque Macarena Gómez es conocida como actriz de sitcoms (interviene en La que se avecina) o incluso que las Musarañas del título son unas mascotas, pero va a ser que no…
Precisamente Macarena, que está enorme, recibió un premio en el festival de Toronto, ¿verdad? Juanfer: Allí el único premio oficial es el del público, pero una revista americana publica el hipotético palmarés entre 200 títulos y ella fue considerada como la mejor actriz de todo el certamen.
Esteban: Ella y Nadia hacen un trabajo muy Davis y Joan Croawford en ¿Qué fue de Baby Jane?
Sois dos a la batuta, como los Dardenne, los Taviani o los Wachowski, aunque no sois hermanos de sangre… ¿cómo os repartís el curro? Esteban: Yo me ocupo de los actores y del estilo de interpretación, que es un factor de suspense y tensión más: sabes que esa tía (la que encarna Macarena Gómez) va a reventar en algún momento; así que su energía es parte del suspense. Macarena físicamente es como un pajarito, delgada y pequeña, pero puede llegar a dar mucho miedo, como se ve en la película, sacando fuerzas de su furia. Ella hacía de ex mujer de Hugo Silva en La brujas de Zugarramurdi, donde ya le caneaba. Aquí vuelven a ser pareja artística.
Juanfer: Yo me encargo más de la parte técnica y visual, del montaje, pero ambos estamos encima de todo el proceso.
¿Qué os parecen las referencias que he señalado más arriba: estáis de acuerdo? Esteban: Totalmente, somos cinéfilos freakys, devoramos cine sin freno, sobre todo de terror: José Ramón Larraz, el director de Vampyres (Las hijas de Drácula), fue nuestro padrino artístico y nos apoyó mucho.
Juanfer: La película tiene giros, cambios y tragedia. Es un thriller que abarca muchos géneros: psicológico, humor y tensión. Un formato no muy al uso: tarda en arrancar, en matar gente, en que aparezca la sangre… y en el tercer acto -super cañero- se desmadra.
Esteban: Sí, es una historia oscura, con mucho drama, por eso el humor funciona como distensión.
Pero en España somos un poco así: acostumbramos a mezclar humor y dolor fácilmente, ¿no? Esteban: Claro, España posee una cultura visual tremendista: ahí está el terror estético de la Semana Santa, con esos pasos que dan mucho miedo, con figuras dolientes, sangrantes y retorcidas… En México sucede algo por el estilo. El terror es más natural de lo que se cree en el cine español, donde abundan títulos míticos que nos han enseñado mucho. Aquí hace nada se vivía en un estado de terror, impuesto por la religión y la dictadura: eso nos sale muy natural y, por otro lado, somos una sociedad con mucho humor.
Juanfer: La línea que separa el humor del horror es finísima, es cuestión del punto de vista. Es una cualidad del cine español que llama mucho la atención en el extranjero, donde abundan los fans del género hecho aquí.
Esteban: En Toronto, una señora, toda preocupada, me preguntó: “¿Pero ese humor de la peli es intencionado? Es que me he reído mucho…”. Y yo le decía que sí, que tiene muchos puntos de humor.
Juanfer: Durante un periodo eso nos obsesionaba, porque los guiones estaban quedando muy oscuros, pues la historia lo es, pero buscábamos que la gente descanse porque es un tragedión muy chungo. Y para que el drama funcione tiene que haber distensión: es una regla narrativa básica.
Esteban: Aparte la risa es un acto liberador, a fin de cuentas. Entre tanta tensión, de repente hay un chiste, como cuando Hugo Silva pide auxilio y llega Macarena y le da tres guantazos. Es muy interesante esto, porque la idea de que actuase Macarena fue de Álex. Yo tuve un poco de reserva, porque me parecía muy vulnerable, pero luego la ves y no te cabe la menor duda de que puede con Hugo Silva y hasta con Schwarzenegger. Le tendríamos miedo todos: tú, éste y yo.
¡Yo le tengo miedo ya! Juanfer: Es cómo interpreta el papel, esa fuerza es fundamental, porque si no, no te crees lo que hace el personaje.
Esteban: Yo estoy muy contento con todo el reparto. Hay que darle la réplica a Macarena y Nadia está a la altura, perfectamente: tiene unos silencios en la película espectaculares. Es una actriz que sabe escuchar, y eso es algo dificilísimo de encontrar en la profesión. Ves que está reaccionando de verdad a lo que hace, y eso repercute en la interpretación de Macarena: si no tuviera a Nadia de Santiago, no sería lo mismo, sin duda.
Juanfer: Son adorables e inteligentes. Trabajar con alguien así es fantástico. Estamos muy contentos con el resultado. Este señor y yo somos maniáticos, obsesivos y pijoteros: si hay algo raro, automáticamente nos salta. Estamos contentos también con el vestuario y peluquería de época. Le decía a un amigo: “No sé si hemos conseguido la película, pero es como una taza de té japonesa: no tiene ni una arista”. Pulimos todo al máximo, por ejemplo, el sonido, que nos pareció importantísimo y hemos estado tres meses afinándolo. La fotografía también tiene un sentido narrativo: según avanza la película hay más luz, porque sale la verdad y el final es un reventón de luz. Texto de Alfonso Rivera.