Crecer en (y con) la música, según Paula Mattheus.

Música // Paula Mattheus publicó en 2024 su segundo álbum de estudio, ‘Bailando bajo la tormenta’, un disco enfocado al directo en el que reafirma su identidad como cantautora, explorando al mismo tiempo nuevas sonoridades y emociones profundas. En este disco que habla de temas como la ansiedad, el desamor y el aprendizaje, Paula ha experimentado un viaje interior a través de diez temas que finalmente le han permitido mejorar y reencontrarse con la niña que bailaba bajo la tormenta, tal y como explica en uno de sus temas, ‘Vale la pena’.
1. -En este disco has trabajado con Juan Guevara e Ismael Guijarro, que te han ayudado a conseguir un nuevo sonido. ¿En qué dirías que se distingue con respecto al primer disco? ¿Has intentado introducir más variedad en los géneros?
Cuando eres cantautora y no una banda es muy difícil encontrar un sonido en el que tú te sientes cómoda y creo que mi primer EP y ‘Mi concierto en el balcón’ fueron dos discos en los cuales probé un poco todo tipo de sonidos para ver en cuál me sentía yo más cómoda.
Y bueno, en ‘Bailando bajo la tormenta’ ha sido un proceso, que hice con Juan Guevara, de ir canción a canción viendo qué es lo que queríamos que sonase. Queríamos que tuviesen mucha presencia el saxofón o las guitarras eléctricas y que se entendiese un poco más cómo soy yo llevada al directo.
También queríamos que fuese un disco que sonase mucho a directo. En canciones como ‘Ya no me joden la fiesta’, ‘Me pasaste tú’ o ‘Generación sin promesas’ puedes entender mucho cómo se lleva mi concierto al directo. Aunque también dejamos alguna canción como ‘Me presento’, en la que se ve simplemente a una Paula con su guitarra.
2.-En ‘Ya no me joden la fiesta’ está muy presente saxo y casi lleva el tema al terreno del rhythm and blues.
Sí. Al final yo soy de Bilbao y todas las personas que hemos crecido en el norte hemos estado más influenciadas que el resto de España por el folk y el rock. Entonces, por mucho que yo sea cantautora, a mí me encantan el folk, el rock, el blues…Es lo que yo he visto en las jam sessions a las que iba desde pequeña, aunque luego también me encantan el pop y me gusta escuchar las canciones de la radio. Al final creo que he conseguido ahí una especie de mix de géneros, que no tengo ni yo tampoco muy claro qué es lo que hago (risas), pero sí que giro desde siempre con un saxofón, y es lo que queríamos que sonase más en el disco que he hecho.
De hecho, en el siguiente disco me voy a tener que llevar a otro músico más, porque ahora quiero añadir también cuerdas, así que ahí estamos, probando un poco todo.
3.-En ‘Mi concierto en el balcón’ tuviste colaboraciones de Rozalén, David Otero y Despistaos . En este disco salvo una canción con Covi Quintana es todo de tu cosecha. Aunque en ‘El Juicio 2.0’ también tienes una colaboración con Shinova.¿Te gusta lo de las colaboraciones o hay que hacerlas con moderación?
A mí las colaboraciones me gusta hacerlas cuando me nacen, digamos, y bueno, sí que es verdad que en el primer disco, en ‘Mi concierto en el balcón’, las colaboraciones sumaron un montón y me ayudaron también muchísimo a dar a conocer mi proyecto, y fue un privilegio trabajar con gente que lleva tantos años en la música, pero sí que es verdad que a la hora de perfilar un proyecto, este era un disco en el que quería que se plasmase qué hago a nivel musical. No tanto que se me diese a conocer, sino fijar un sonido, una esencia, una historia… y que tuviese un sentido. Entonces, la colaboración con Covi Quintana se debe a que es una de mis mejores amigas en la música y en la vida. Siempre que viene a España viene a mi casa, así que escribimos una canción juntas que quise incluir en el disco pero no hubo un motivo para esa colaboración más allá de que nos apetecía hacerla. Y con Gabri un poco lo mismo. Le conozco desde hace años y llevaba muchísimo tiempo queriendo hacer algo con él, y así lo hicimos.
4-Ese tema que interpretas con Covi Quintana, ‘De Vez en Mes’, trata sobre la ansiedad, un tema del que has hablado en diferentes entrevistas. El hecho de haber tenido éxitos en la profesión ¿está de alguna manera también relacionado con esa ansiedad o es algo al margen?
En mi caso es algo que me pasa desde los veinte años, desde mucho antes de dedicarme a esto. Me empezó a pasar en la universidad. En mi familia es hereditario, le pasa a mi madre, le pasa a mi hermana y me pasa a mí. Es algo previo a dedicarme a la música, aunque lógicamente dedicarte a la música tampoco ayuda, para qué te voy a mentir, pero al final también creo que en general los artistas son personas sensibles, con una sensibilidad bastante potente y eso también acarrea cosas muy negativas, por desgracia. Entonces, bueno, pues yo llevo muchos años en el psicólogo y creo que es algo que me ha mantenido muy cuerda, con los pies muy en la tierra, y me ha ayudado también a gestionar mucho el tema de la ansiedad y de la exposición.
5.-Aunque seas de Getxo, tus canciones son muy cosmopolitas, ya que hablas de lugares como Madrid o Nueva York.
Bueno, en las primeras canciones con las que yo empecé mi proyecto, sí se notaba lo de que soy de Bilbao pero al final uno va escribiendo también sobre lo que va viviendo. En mis primeros temas, cuando no tenía discográfica ni nada, sí que hablo de los atardeceres de la Galea y del mar. Luego lógicamente me mudo a vivir a Madrid y me vuelvo efectivamente una rata de ciudad, así que empiezo a escribir canciones mucho más cosmopolitas, porque ahora me asomo por la ventana y veo motos, coches, y asfalto donde antes veía playa, acantilados, mar, brisa, y gaviotas porque yo era de la zona de la costa. Pero bueno, llevo un año reconectando mucho con mis raíces, y se viene un disco que habla también mucho de eso, así que me gusta que lo hayas sacado a colación.
«He tenido ya un par de discos en los cuales hablo más del desamor que del amor, pero también es verdad que este disco en concreto se llama ‘Bailando bajo la tormenta’ porque en él estoy buscando hurgar dentro de mí para arreglar las cosas y dejar de tropezarme siempre con la misma piedra. Es un disco que recorre desde el desamor hasta todo lo que aprendes de él cuando alguien te hace realmente daño y todo lo que aprendes de ti mismo y todo lo que acabas reconstruyendo de ti mismo».
6.-Al terminar los estudios, hiciste prácticas en una promotora musical, ¿al principio pensabas en trabajar en ese campo en lugar de como intérprete?
Sí, bueno, al final yo no conocía absolutamente a nadie que se dedicase a la música, ni en un lado ni en el otro. Así que dedicarme a la música a nivel artístico me parecía algo simplemente imposible. Entonces cuando acabé la carrera, pensé que si no me iba a dedicar a la música como era mi sueño, prefería por lo menos estar cerca de ella, así que la manera que veía de poder hacerlo era dedicándome a la parte empresarial. Estuve un tiempo trabajando en Last Tour y después me hice un máster sobre la industria musical a ver si me explicaban cómo narices me podía dedicar a eso. Y en ese proceso llegó el COVID y la industria musical desapareció, así que me dije: “ bueno, pues mientras el mundo se arregla yo voy a sacar canciones y a ver qué pasa”, pero no era el plan A.
7.-Te he escuchado hablar acerca de cómo Tik Tok ha cambiado la industria musical. ¿Han sido útiles las redes sociales para promocionarte?
Pues al final me he dado cuenta de que se trata de encontrar tu manera de expresarte por redes y que te sientas cómoda, porque yo lógicamente no me siento cómoda bailando en TikTok, ni haciendo un trend de baile con mi música. No sé hacerlo, porque es un lenguaje que se me escapa. Es algo de la gente que tiene quince años. Pero ahora gente más mayor está empezando a utilizar TikTok y es una plataforma superagradecida. Crecer en instagram es superdifícil, pero en TikTok, a la mínima que subas un contenido, ni siquiera de calidad sino que demuestre cierto arte o espontaneidad, llegas a muchísimo público. Es algo espectacular. Entonces, aunque las redes sean esclavas, en el sentido de que hay que estar todo el día alimentando al monstruo, creo que a los artistas también nos ha dado una libertad tremenda de cómo gestionar nuestro proyecto y cómo comunicarnos con la gente, sin tener que depender de una gran multinacional.
8.-También cuentas que enseguida te echaste a girar, incluso antes de tener un número importante de seguidores. Supongo que en la gira obtienes unos ingresos que hoy en día no vienen de las ventas físicas.
Pues sí, y yo creo que además es elemental también para crecer en la música y como artista, crecer como persona… ¿Por qué? Porque yo creo que lo que vives en un directo nunca lo vas a vivir en tu casa escuchando la canción. Creo que son dos experiencias totalmente distintas. Entonces, pues bueno, yo sin apenas tener seguidores ni oyentes, me fui a girar con cuarenta, cincuenta personas en las salas… y ya me parecía un montón, ¿eh? Me decía: “Dios mío, cincuenta personas en Valladolid, ¿qué hacen aquí?”. Y creo que ha sido parte de lo que me ha hecho crecer mucho porque yo volvía cada cinco meses a las ciudades a tocar e iba recogiendo público nuevo. Me quedaba después horas firmando y hablando con la gente y así ha sido como creo que empecé a crecer.
9.-Volviendo a este disco, se titula ‘Bailando bajo la tormenta’, y eso define un poco su temática. Muchas canciones hablan de desencuentros, de sobreponerse a rupturas. ¿Te resulta más catártico hablar de esos temas que de aspectos quizás más positivos de las relaciones amorosas?
Sí, tienes toda la razón del mundo. He tenido ya un par de discos en los cuales hablo más del desamor que del amor, pero también es verdad que este disco en concreto se llama ‘Bailando bajo la tormenta’ porque la primera canción que saqué de este disco fue ‘Vale la pena’ y en ella hay esta frase acerca de encontrar a esa niña que bailaba bajo la tormenta. Este disco empieza buscando mejorar, buscando ser otra persona, este disco empieza buscando hurgar dentro de mí para arreglar las cosas y dejar de tropezarme siempre con la misma piedra y es un disco que recorre desde el desamor hasta todo lo que aprendes de él cuando alguien te hace realmente daño y todo lo que aprendes de ti mismo y todo lo que acabas reconstruyendo de ti mismo.
Entonces, al final del disco encontré a la niña que bailaba bajo la tormenta.
10.-Hay una progresión en el orden de las canciones . Las últimas parece que hablan de un mayor sentimiento de superación.
Sí, efectivamente. Pero también me gusta que me digas que nunca hablo de los principios porque en el disco que viene voy a hablar de ello (Risas).
11.-¿Cómo ves las relaciones en tu generación actual? En ‘Generación sin promesas’ introduces algunas críticas sobre esto y en ‘Me presento’ hay una estrofa que dice: “Quiero un amor bonito y lento de los de antes, de los de verdad”.
Pues, mira, yo tengo veintiocho años pero llevo siendo una señora desde los quince. Y no pasa nada, soy viejoven, lo tengo superasumido.
Celia y yo hablábamos sobre edadismo porque creo que a las mujeres en la industria musical nos ponen una especie de fecha de caducidad. Yo con veintiocho para algunos soy ya mayor para dedicarme a la música cuando la mayoría de artistas hombres a los veintiocho están empezando sus proyectos musicales.
Esto se está corrigiendo mucho la sociedad gracias a Dios y digo qué suerte que tengo veintiocho años y estoy ya en el punto en el que estoy y todavía me queda un montón que aprender para escribir como toda esta gente que admiro.
Y bueno, respecto a lo que me dices sobre ‘Generación sin promesas’ es algo que también explico un poco en el tema ‘Me presento’. Y es que las mujeres de mi generación estamos un poco confundidas porque nos han metido en vena el discurso de libertad.
Nuestras madres nos decían: “ No seas madre nunca”. Tu propia madre te decía: “No te cases nunca”. Eso es algo que todas las mujeres de mi generación hemos escuchado muchísimo.
Entonces, nos hemos metido tanto en ese discurso de la libertad, yo la primera, que ha sido así, que de repente hay un día en el que estás ya establecida profesionalmente, estás feliz, estás bien contigo misma y dices: “ostras, yo esto quiero compartirlo, ¿no?”. Pero es que llevo toda la vida diciéndome que si hago eso ya no soy una mujer empoderada, que si hago eso pierdo mi libertad, que no voy a ser feliz. Pero a la vez también hay gente diciéndote que si no eres madre no vas a ser feliz nunca. Entonces, es un cacao mental increíble, y creo que hay que volver a simplificar un poco las cosas.
12.-¿Cómo está siendo la recepción de la gira? Has estado en Madrid, en Pamplona…con gran éxito.
Pues mira, estoy alucinando. La verdad que está siendo una gira en la que estoy alucinando mucho porque está siendo en salas enormes en todos lados. Y ya he vendido toda la gira. Ha sido espectacular porque además hace unos meses me cambié de agencia y saqué el disco con lo de la DANA y no pude hacer promoción. Llevo a mi proyecto como ocho meses prácticamente sin tener a nadie detrás y ver que el público así está ahí, está siendo espectacular para mí. Y creo que también lo está viviendo así mi banda y así lo estoy viviendo yo. Y se está como todo retroalimentando y creándose una energía muy guay en los conciertos. Texto de Roberto González.