My Twitter Feed

April 18, 2025

NOTICIAS FLASH:

Los aitas. Padres analógicos. -

sábado, marzo 29, 2025

The Excitements. Buen soul para tiempos difíciles. -

sábado, marzo 29, 2025

Valeria Castro. Ser amable con uno mismo. -

sábado, marzo 29, 2025

Celtas Cortos. Solos ante el peligro. -

viernes, marzo 28, 2025

Lofácil. Habitar el encuentro. -

jueves, marzo 27, 2025

Crecer en (y con) la música, según Paula Mattheus. -

jueves, marzo 27, 2025

El cine de Eloy de la Iglesia, según CARLOS BAREA. -

jueves, marzo 27, 2025

Cuarenta años de teatro de calle, según SANTI UGALDE. -

jueves, marzo 27, 2025

Vito Sanz. Un pasado en común. -

jueves, marzo 27, 2025

Reseñas AUX 132. -

jueves, marzo 27, 2025

Tecnología AUX 132. -

jueves, marzo 27, 2025

Moda. Bolsos con flecos. -

jueves, marzo 27, 2025

VitterSweet. R&B con actitud. -

sábado, febrero 1, 2025

Los Punsetes. Con ellos ya tienes de sobra. -

sábado, febrero 1, 2025

Pignoise. Nada que perder. -

sábado, febrero 1, 2025

Irati Bilbao. La voz del jazz en Euskal Herria. -

sábado, febrero 1, 2025

Sexy Zebras. Sexy jolgorio. -

sábado, febrero 1, 2025

Verde Prato. El canto que flota y arraiga. -

sábado, febrero 1, 2025

Excentricidades del séptimo arte, según XAVI DAURA. -

viernes, enero 31, 2025

El regreso de Donald Trump, según PABLO RÍOS. -

viernes, enero 31, 2025

Reptile Youth. Melodías en busca de la evasión.

Reptile Youth

Texto de Adrián Blanco.

Son una de las revelaciones musicales de este año. Vienen de Copenhague y en septiembre estarán en el festival Ebrovisión, Miranda de Ebro, y en Kutxa Kultur, San Sebastián, donde perseguirán su objetivo cada vez que suben a un escenario: que la gente se evada, pierda la cabeza, olvide sus problemas durante sus conciertos. Tratarán de lograrlo con las canciones de su nuevo álbum “Rivers that run for a sea that is gone”.

Son Reptile Youth, una denominación bajo la que se encuentran muy a gusto. Para Mads, cantante del dúo, que atiende a AUX al otro lado de la pantalla, el nombre del grupo representa la situación actual de los jóvenes, en la que hay un período vital en el que uno no sabe si considerarse todavía joven o adulto.

Ellos lo tienen claro. No quieren crecer más. Ya lo han hecho como banda en Copenhague, una ciudad que en la actualidad, y desde el punto de vista de Mads, goza de una gran salud en lo que al panorama musical se refiere. “Es un lugar en el que hay una gran diversidad y eso es algo que nos gusta mucho”, asegura. En sus locales se puede escuchar desde el punkrock hasta el pop, estilos que definen y que nutren parte de su trabajo.

Para hablar de sus inicios en la música Mads tiene que volver unos años atrás en el tiempo. Comenzó de pequeño, cantaba en la cocina. Le viene de familia ya que lo hacía junto a su padre. “Cuando lavábamos los platos después de cenar, poníamos algunos de sus viejos discos. Neil Young, The Beatles, Pink Floyd, eran algunos de los grupos que interpretábamos”, añade tras haber regresado de su infancia.

De vuelta al presente, su eclosión en los escenarios a nivel internacional no se debe a ninguna casualidad. Lo demuestra en el modo de componer sus canciones. Lo habitual es que Mads proponga “las melodías y las letras, quizá algún apunte sobre el ritmo del bajo o la guitarra”. A partir de ahí, junto a Esben, construyen la canción. Este proceso, sumado a un importante nivel de criba y autocrítica, hace el resto. De hecho, para el disco ‘Rivers That Run For A Sea That Is Gone’ escribieron cuarenta canciones de las que grabaron las diez que más les gustaron.

Dice que han llegado para quedarse y “cambiar las cosas”. A pesar de ello, el regusto que quieren dejar en su público es el de un disco grabado con los cánones de la vieja escuela pero bajo “una nueva mentalidad”. Un estilo de música que permita que “tras un duro día de trabajo o de escuela, una canción rompa con todo lo anterior”. Espera, dice, que eso sea lo que ofrecen en la actualidad.

Son las once y media de la mañana. Mads acaba de responder las preguntas de la entrevista, pero no por ello han decaído sus ganas de más acción. Amenaza con cierto humor con calzarse unas zapatillas de correr e ir a trotar a la orilla del mar. Si esa vitalidad la contagian en Ebrovisión o en Kutxa Kultur, el público quedará encantado.

Deja un comentario