Las chicas de la estación. Mis amigas siempre me respaldan.
Juana Macías (‘Planes para mañana’) cambia de registro para contar una historia inspirada en la violación de una menor tutelada en Mallorca y otros casos mediáticos. La cinta, vista en San Sebastián, denuncia la demanda del sexo con menores mientras aporta algo de luz a través de la amistad entre las protagonistas y una banda sonora de música urbana que refleja sus conflictos y esperanzas.
Has dirigido películas cómicas y dramáticas pero esta trata un tema un poco diferente en tu cine, ¿sentiste más responsabilidad? ¿Fue necesaria mucha documentación? Es verdad que he hecho drama y he hecho comedia, y esta es una película especial en muchos sentidos. Desde el origen mismo, que tiene que ver con informaciones que yo leí en prensa, hasta el género o el tipo de película que es, sí es algo diferente. Una vez que decidí que quería hacer una película sobre este tema, intenté encontrar la película que mejor reflejara a estas protagonistas y la historia que quería contar. A mí en general me gusta que cada película encuentre su propia identidad, más que decir “yo hago este tipo de películas”.
Entiendo que la historia está bastante ficcionada. ¿Cuántas cosas del proceso de documentación acabaron después en la película? El proceso de documentación fue bastante extenso. Lo primero que hice fue investigar todo lo que había en prensa sobre la situación de las niñas tuteladas en Mallorca, pero no solamente ahí , sino ampliar un poco porque una vez que pones el foco ahí empiezas a darte cuenta de que hay casos de estos por toda España cada pocos meses en un sitio distinto. Me interesaba tener distintos puntos de vista de todo lo que está relacionado con el tema. Hablé con psicólogas expertas en abuso sexual, directores de centros de menores, educadores y chicos y chicas que habían pasado durante buena parte de su vida por centros. Entrevisté también a algunos de los periodistas que sacaron la noticia. Tuvimos también contacto con padres y madres de acogida, con la policía… fue muy extenso.
Y una vez que teníamos todo esto, la guionista Isa Sánchez y yo, lo que decidimos fue ,por un lado, ser fieles a todo lo que se conocía del caso de Mallorca en prensa, pero por otro ficcionar lo relacionado con las protagonistas e intentar reflejar cuáles son el tipo de situaciones en las que se encuentran y cuáles son los conflictos más habituales que hay en sus familias.
En resumen hay una parte que sigue los acontecimientos que fueron descritos en la prensa y hay otra parte que está ficcionada y que tiene que ver sobre todo con los personajes y algunas situaciones en las que se encuentran.
¿Cómo fueron el proceso de casting y la dirección de actrices? Hay una apuesta por caras poco conocidas. Hay una apuesta en general en la película por buscar la autenticidad y la conexión con la realidad. Y eso por un lado me llevó a buscar un casting desconocido. La verdad es que la mayoría de los personajes más importantes en la película son muy jóvenes, pero también hay gente muy joven haciendo series y haciendo pelis. Pero quería que el espectador viera a esas chavalas más que ver actrices interpretando.
Y esto nos llevó a hacer un casting por toda España, estuvimos casi un año viendo a miles de personas y buscando sobre todo en institutos y en centros de menores, en la calle, en las redes sociales…y al final salieron las protas, que creo que son estupendas, y muchos otros de los personajes que están alrededor de las protas.
No sabía muy bien cómo iba a ser porque ellas nunca habían hecho nada. A algunas le pillaban muy lejos esto del cine, pero a mí en general me gusta mucho ensayar con los actores y en este caso me planteé los ensayos como algo todavía más extenso y más amplio. Al final mi intención era sobre todo que ellas se conocieran, porque cada una vive en un sitio de España, generar un poco esa sensación de conexión entre las tres protagonistas y esa relación de amistad. Fuimos improvisando y al final me di cuenta de que, incorporando algunas cosas suyas y de su forma de expresarse, sí podíamos trabajar el guion tal y como estaba escrito.
«Al final mi intención era sobre todo que las protagonistas se conocieran, porque cada una vive en un sitio de España, generar un poco esa sensación de conexión entre ellas y esa relación de amistad. Fuimos improvisando y al final me di cuenta de que, incorporando algunas cosas suyas y de su forma de expresarse, podíamos trabajar el guion tal y como estaba escrito».
En la estructura del guion hay bastante introducción, mostrando la amistad entre ellas, antes de que se produzcan los hechos más graves. Al final cuando tú lees noticias de este tipo en la prensa, todo se reduce a lo que les ha pasado y a mí lo que me interesaba es esto le ha pasado a estas chicas, ver quiénes son esas chicas que están detrás de la noticia. Por eso era importante entender cuál es su mundo, su día a día, cómo se relacionan entre ellas y con el centro en el que viven, cuáles son sus referentes, qué cosas le gustan o no le gustan y por qué toman las decisiones que toman. A veces desde fuera puede costar entenderlas pero si te acercas al personaje creo que sí puedes comprender un poco más el contexto.
En lo que se refiere a la película no muestras tanto negligencia por parte del centro, pero sí problemas sociales y estructurales, así como cierta inacción por parte de las autoridades. Yo creo que este es un problema complejo y que requiere soluciones o medidas que no vienen solamente de un lugar. Para mí era importante primero no culpabilizarlas a ellas, que cuando lo lees en prensa suele estar esa idea subyacente de estas chicas que se escapan, que se drogan, que beben… Creo que es poner el foco donde no hay que ponerlo.
En los centros obviamente no todo el personal está igualmente implicado o no tienen todos los recursos, con lo cual creo que también hay muchas cosas mejorables en estos espacios porque muchos de los educadores son muy volubles, no hay una continuidad laboral para que existan personas de referencia para los chavales.
Pero luego está la parte de la administración, la parte de las instituciones que tienen que velar por su seguridad y su bienestar.
Creo que hay , por supuesto, una responsabilidad política. Y luego en la película también he intentado poner el foco en el hecho de que hay una demanda de sexo con menores, que es algo que como sociedad nos debería preocupar bastante.
Al final hay muchos responsables y muchas medidas que se podrían tomar, empezando porque no sucedan cosas como lo que acabamos de ver en Murcia.
Y luego, en la película, yo también he querido dar cierta esperanza, al menos individual. Para mí es muy importante mostrar que la protagonista empieza haciendo voluntariamente ciertas cosas y al final de la película se cuestiona esas cosas e incluso se plantea denunciar. Con lo cual creo que esa parte individual también es importante.
La película está centrada sobre todo en el lado humano, pero leí que a la guionista Isa Sánchez, una de las cosas que le llamo a escribir sobre el tema es que vio cómo se politizaba el caso y cómo se usaba como arma arrojadiza. ¿Os preocupa que, de algún modo, se pueda politizar también la película? Bueno, yo creo que al final lo más importante es que se hable de este tema y no se esconda debajo de la alfombra. Creo que los políticos tienen una responsabilidad y que es una responsabilidad muy transversal. Sucede en todas partes y en lugares donde gobierna gente muy distinta. Entonces lo que marca la diferencia es quién decide realmente ponerse manos a la obra y tomar medidas, destinar fondos públicos a esto. Todo se puede utilizar como arma arrojadiza cuando se trata de buscar culpables, pero creo que este tema debería trascender esas miras cortas y en la medida que la película pueda aportar su granito de arena a visibilizar este tema, yo ya me doy por satisfecha.
Los temas musicales tienen mucha importancia en la película, con canciones de Gata Cattana, La Zowi, Yung Beef…¿te interesaba la música urbana o has tenido que aprender sobre ella para la película? A algunos de los artistas sí los conocía pero me he hecho un máster en música urbana, la verdad, porque quería que las canciones que aparecieran fueran un poco referente para ellas, que fueran gente de barrio o gente que habla de sentimientos o de situaciones que reflejasen lo que les está pasando: momentos de dolor, de desconcierto o incluso de enfado también.
Eso estaba ahí desde el principio. En el guion estaban las letras de las canciones, dentro de las secuencias, porque lo importante no es solo el tipo de música, sino las letras de las canciones, que tienen mucha relación con lo que les está pasando en cada momento emocional a los personajes.
Hicimos una búsqueda para el guion y además conté con una asesora musical estupenda que conoce perfectamente toda la música urbana y descubrí artistas que me parecieron muy interesantes. En concreto hay varios temas de Albany que son muy importantes para algunos de los momentos más introspectivos y emocionales en la película.
¿Cómo surgió la idea de que los personajes narraran en voz alta sus pensamientos? Esos momentos de off estaban en el guion; son seis momentos, tres en los que cada una de las amigas presentan a otras y también me servían un poco para acentuar esta idea del punto de vista. No solamente es lo que tú ves de los personajes desde fuera, sino cómo la está viendo su amiga y eso de alguna manera habla de cómo son las dos. Y luego hay reflexiones que hay en momentos clave dentro de la historia. Para mí eran muy importantes estos momentos porque marcan mucho el punto de vista de las protagonistas y el hecho de rodarlo en parte en off y en parte con ellas hablando era algo que me apetecía probar. No sabía muy bien cómo iba a funcionar porque esto para cualquier actor tiene cierta dificultad, esto de verbalizar lo que está pasando en tu cabeza y no estar contándoselo a nadie.
Y cuando lo probé me di cuenta de que sí, de que eran capaces de darle naturalidad a esos momentos que para mí son especiales. Se salen un poco del código más realista, pero me gusta precisamente eso porque marca esa subjetividad que creo que también es muy importante en la historia.
En el apartado musical también hay dos o tres temas que se salen del estilo de música urbana, como el de ‘My Heart’s in the Highlands’ o algunos de Ludovico Einaudi. La base de toda la película es la música urbana y está muy conectada a las protagonistas. Por lo que hay momentos puntuales en los que hay cierto despego. Ahí la música no te mete más en la historia sino que te da una capa diferente de lo que está pasando. Por ejemplo, has mencionado la de My Heart’s in the Highlands , que es una música que no tiene nada que ver y está utilizada en una secuencia en la que hay un punto de reflexión y un distanciamiento sobre lo que está ocurriendo ahí. Texto de Roberto González.