El fantasma de la ópera. El ángel de la música llega al Arriaga.

El musical más exitoso de todos los tiempos llega al Teatro Arriaga en Aste Nagusia con una nueva versión que ya ha triunfado en Madrid. Talía del Val, que ha actuado en musicales como ‘La Bella y la Bestia’ o ‘West Side Story’, y Gerónimo Rauch, que ya interpretó esta obra en el West End londinense, dan vida respectivamente a Christine y al Fantasma en esta adaptación dirigida por Federico Bellone. Hablamos con los dos protagonistas.
¿Estáis ilusionados de llevar esta obra al Teatro Arriaga? Además LetsGo, la compañía que está detrás de este espectáculo, es originaria de Bilbao.
GERÓNIMO RAUCH: Sí, el otro día cuando estuvimos en el Arriaga, la sensación era de que éste es el espectáculo perfecto para ese teatro ya que la historia transcurre dentro de un teatro. Creo que es algo mágico. Y, bueno, el hecho de que LetsGo sea una compañía vasca seguramente para ellos sea un honor, ¿no? No lo he hablado personalmente con ellos, pero para nosotros como artistas llevar un espectáculo así a un teatro tan prestigioso, a un público que también es muy exigente y muy fanático del buen teatro y de la buena música, yo creo que es un hito.
TALÍA DEL VAL: Creo que es una buena forma de empezar una segunda temporada, porque vamos a un espacio diferente: iniciar así para después volver a Madrid, que es lo que hemos vivido durante un año. Creo que no podía tener mejor inicio de nueva temporada.
Es el show más longevo de Broadway. A mi entender tiene dos cosas muy buenas: una, la historia, ya de por sí muy interesante porque posee una gran poesía y romanticismo (en un sentido clásico, es decir, trágico), y otra, el genio musical de Andrew Lloyd Webber. Aparte de la función actual, ¿tenéis un recuerdo especialmente bonito de alguna otra versión o adaptación porque os gusta especialmente o por ser la primera que conocisteis?
T.D.V.: Hombre, Gero ha vivido otra versión, porque también lo interpretó en el West End. Yo tengo en la mente la película o ver el musical desde fuera, por supuesto, pero Gero lo ha vivido en primera persona.
G.R.: Sí, bueno, pero también antes de subirme al escenario a defenderlo, lo vi en Londres. Vi la versión original y no deja de ser una historia impactante, una música maravillosa, por supuesto, y había una puesta en escena que en cierto momento cambió la forma de hacer teatro musical en el mundo. Tanto ‘El Fantasma de la Ópera’ como ‘Los Miserables’ son los musicales que revolucionaron la industria y le dieron un giro más épico. Antes eran más puro entretenimiento y luego vinieron estos grandes dramas. Y la versión que hacemos nosotros es igual de épica. Es maravillosa, creo que contamos con el mejor elenco que podríamos tener. Nuestros compañeros son maravillosos, los admiro profundamente a todos, y estoy convencido de que el espectáculo que vamos a llevar al teatro Arriaga es lo mejor de lo mejor.
Algo que se destaca mucho de esta adaptación es la combinación de artesanía tradicional con la última tecnología en su puesta en escena.
G.R.: Sí, además de toda la parte tecnológica, tenemos unos telones para generar profundidad. En otros espectáculos hay un solo telón, en este espectáculo son tres o cuatro que generan esa profundidad de la ópera de París, de las ruinas, etc., y esos telones fueron pintados a mano, artesanalmente, por una persona en Italia que creo que es de las pocas en el mundo que siguen pintando estos telones a mano.
T.D.V.: La idea de esta adaptación nueva es acercarla al público de hoy en día. Creo que es lo que se ha hecho con esta obra, incluso con las decisiones artísticas e interpretativas: acercarla al público de hoy, a la manera de contarlo, y por eso hay dispositivos escénicos diferentes sumados a los clásicos de toda la vida, de ahí esa fusión.
Otro aspecto interesante es que la propia trama trata del mundo del teatro, ¿os sentís identificados en algún punto con la historia o los personajes?
G.R.: Por suerte no me parezco tanto. No soy tan conflictivo ni violento como el Fantasma, pero sí soy muy apasionado. Su pasión, su forma de amar, su forma de crear y vivir la música… en eso sí me identifico mucho con él. Él ama con profundidad, lo que pasa es que no sabe amar de una forma sana, pero en el hecho de amar también me identifico con él.
T.D.V. : Sí, yo creo que precisamente esta obra habla de la historia de muchos artistas. Es la forma de vida que llevamos nosotros. Es meta teatral porque los personajes son artistas, cantantes, que se dedican a la lírica, a poner en escena una obra… o sea, realmente habla de nuestra profesión. Es una función muy dinámica en la que trabajamos todos juntos: los actores, el equipo técnico, los músicos… vamos todos contando la historia.
Una y/u otro habéis participado en musicales como ‘La Bella y la Bestia’, ‘Los Miserables’, ‘West Side Story’…algunos de los musicales más apreciados por crítica y público a lo largo de la historia, pero, ¿es éste especialmente difícil en cuanto al rango vocal?
G.R.: Bueno, en el caso de Talía es épico lo que tiene que hacer con el personaje de Christine. Yo hablo por ti y tú hablas por mí, ¿vale, Talía? (Risas)
T.D.V.: Perfecto, a ver si eres capaz de saber lo que me pasa por dentro.
G.R.: Pues está escrito para un registro que no es natural, o sea, tiene momentos más pensados para una voz mezzo, y luego la parte operística es todo soprano. La gimnasia vocal que tiene que hacer Christine es muy comprometida.
T.D.V.: En el caso del fantasma (risas), claro, también es muy exigente porque es un personaje que vocalmente es muy visceral. Es un personaje muy extremo en su forma de sentir y tiene que reflejarlo también en lo vocal. Si no, no tiene sentido, se cae el personaje. Creo que la dificultad del fantasma, para mí, desde fuera cuando le veo hacerlo, no está en que un día lo puedas hacer sino en que lo puedas hacer durante meses e incluso años, que puedas hacer gritos muy viscerales y luego también hacer pianissimos, porque no olvidemos que son muy icónicos los pianissimos finales de las arias del fantasma. Entonces para mí ahí reside la dificultad del fantasma, en ese rango vocal.
¿Tenéis algún número musical preferido? ¿Y qué me decís de la adaptación de las letras, que siempre es un aspecto muy importante en los musicales?
G.R.: Bueno, la adaptación está muy, muy bien hecha por Silvia Montesinos, que es la directora asociada del espectáculo. Para mí que hice las dos versiones y que me sé de memoria la función también en inglés, el desafío siempre es que el adaptador encuentre emoción y encuentre la forma de decir lo mismo en la misma estrofa, y a veces en la misma frase. Ese es un trabajazo enorme que tenemos la suerte de que Silvia ha hecho muy bien y las intenciones están en el mismo lugar. Está muy bien hecha la adaptación y a mí, más allá de las típicas, como ‘Música de la oscuridad’, que es mi solo, a mí la que más me gusta es ‘The Point of No Return’, que aquí se llama ‘Sabemos que no hay vuelta atrás’, que es la ópera que el fantasma compone para meterse en escena, y la canta a dúo con Christine.
T.D.V.: A mí me parece que estas letras interpretativamente ayudan porque tienen mucha acción. Normalmente en este tipo de musicales que son tan clásicos suele haber mucha floritura que queda bonita como si fuera poesía, pero la poesía está hecha para ser leída y cuando la tienes que accionar te deja un poco vendido como intérprete. En esta adaptación sí que siento que Silvia ha puesto mucha acción. Mi escena favorita es la del cementerio porque tiene la canción de lo que nosotros llamamos “el wishing”, y eso para mí tiene un recorrido, que es algo mucho mejor que cantar simplemente una canción que dice palabras bonitas.
¿Algo más que añadir?
G.R.: La sensación que tuvimos después de haber visitado Bilbao el otro día, al menos por mi parte, son de unas ganas enormes de vivir la experiencia de estar en la Semana Grande y poder ser parte de una fiesta tan icónica y tan mágica.
T.D.V: Solo añadir que el espectador no se puede perder esta obra, que está muy demandada y no puedes ir dejándolo para otro día. Son cosas que no se repiten nunca. ‘El fantasma…’ se representa una vez cada muchísimos años. Así que solo recomiendo a la gente que no lo deje para el último momento. Texto de Roberto González. Fotografía de Arriaga de E. Moreno Esquibel.