O Sister! Viendo el sol cuando llueve.
El sexteto de swing radicado en Sevilla presenta un nuevo disco en el que se atreven con diversas novedades como letras sobre temas sociales, ritmos variados e incluso alguna canción en español. En octubre estarán presentándolo en varios locales del País Vasco. Hablamos con Camilo Bosso, el contrabajista.
Vuestro nuevo disco se llama ‘Brand New Day’ y en él hay cierta renovación ya que os adentráis un poquito en otros subgéneros, y también en algunos de los temas habláis de ecologismo o introducís ciertos mensajes críticos sobre la sociedad actual, como por ejemplo en ‘Gentrification Blues’. Pues sí, lo que buscamos es seguir abriendo un poco el abanico de influencias y de fuentes de inspiración. Nosotros empezamos haciendo versiones de clásicos, un estilo muy concreto de armonías vocales con tres cantantes, que es una cosa muy específica que estuvo muy en boga en los años 30, sobre todo. O Sister! nació como homenaje a las Boswell Sisters, que eran tres hermanas de Nueva Orleans, pero hace tres discos ya empezamos a incluir temas nuestros y los dos últimos ya han sido todos de temas propios. No ha sido algo militantemente buscado pero sí buscamos hablar de cosas que nos preocupan. El primer single que mencionas, ‘Gentrification Blues’ habla del problema de la vivienda y de la gentrificación, a través de un blues ragtime. Lo enfocamos como una queja de un inquilino, desde el humor, porque nosotros casi siempre aportamos ese toque, aunque también tengamos algunas canciones serias o introspectivas. También tenemos esta otra canción que se llama ‘I See A Sunshine When It Rains’ (‘Yo veo el sol cuando llueve’) que, bueno, siendo una banda radicada en Sevilla, te puedes imaginar que refleja un poco cómo estamos todos, pero en especial en Sevilla; vivimos en carne propia todo esto del calentamiento global, la sequía y el cambio climático. Lo relacionamos con algo más personal, como es el amor y la letra cuenta cosas como que el corazón debe ser regado todas las noches. Son temáticas que tienen que ver con el ahora pero contadas un poco a nuestra manera.
También incluís un tema en homenaje a Josephine Baker. Exacto, es algo que hemos aprendido también de la música de esa época que, como son canciones con muchas partes, cambios de ritmo, se prestan mucho como a contar historias de una manera más narrativa. Entonces hemos cogido la costumbre de hacer este tipo de canciones “biográficas”. También hicimos una de las Boswell Sisters, cómo no. En el caso de Josephine Baker, su vida tuvo muchos avatares y los describimos con un estilo quizá más soul/ gospel. Es lo que decíamos de la variedad de estilos que tienen su raíz en Nueva Orleans y su relación con los ritmos del Caribe por lo que ya venimos haciendo también calipsos o temas afro-caribeños desde hace varios discos.
Otra novedad de este disco es que habéis hecho un par de canciones en español, incluso una, ‘Carantoñas’, que va muy bien con este estilo juguetón, ya que tiene partes en inglés y otras en castellano. Sí, es como un juego que nos salió así. En principio estaba en inglés, pero de repente nos hizo gracia darle esa estética más cómica, casi de dibujo animado, y así como trepidante. Las mujeres como las Boswell Sisters jugaban mucho con el lenguaje. Nuestros tres cantantes imitan también instrumentos, trompetas, vientos, pero además juegan con el lenguaje. En nuestro tercer disco ya hicimos una versión de ‘Rascayú’ en español.
¿Por qué las Boswell Sisters? The Andrew Sisters, por ejemplo, son más conocidas, pero quizá veis a las Boswell como aún más pioneras… La idea del grupo surgió en rescatar este estilo y hacer un homenaje a estas mujeres que hoy en día son muy poco conocidas. Ellas hacían este estilo que se llama «armonía cerrada» o en inglés «closed harmony» que se asemeja un poco a cómo se armoniza una sección de vientos clásica de jazz. Las Andrew Sisters bebieron un poco de ellas y llegaron en una época de swing clásico, cuando ya triunfó todo el tema del baile. La música de las Boswell llegó un poco antes de que aparecieran eso que se llaman standards. Hubo una época breve en la que las Boswell fueron muy conocidas. Eran músico instrumentistas las tres y tenían un gran nivel de destreza. Lo que pasó es que al ser mujeres se retiraron muy pronto y una de ellas acabó en silla de ruedas porque había tenido polio de chica. Con el tiempo se han quedado un poco olvidadas y ellas fueron nuestra inspiración primera aunque hemos acabado haciendo varias versiones de diferentes artistas y por supuesto temas propios.
«Los años 20 fueron una época muy loca con muchas desigualdades, pero también muy explosiva. Las mujeres en esa época se incorporaron al mercado de trabajo, se liberaron y cambiaron un montón de cosas. Y nosotros siempre hemos intentado rendir homenaje a esto. Dos de nuestros tres cantantes son chicas, Paula y Helena, y siempre sentimos que somos un grupo donde el tema del género y el feminismo son muy importantes reivindicando figuras femeninas como Josephine Baker».
Es curioso que en esa época, en los años 20, las mujeres tenían bastante importancia en este tipo de bandas y evidentemente toda la música partía también de los afroamericanos, lo cual no solo es de reivindicar sino que a lo mejor fue también a peor en décadas posteriores, con menos diversidad. Sí, hubo algo de esto. Había mucha variedad, que se puede observar también en el cine. En los años 20 y en la época del cine mudo había mucha más variedad de estilos que luego se convirtió en una cosa muy grande y más estandarizada.
Los años 20 fueron una época muy loca con muchas desigualdades, pero también muy explosiva. Y es verdad que obviamente las mujeres en esa época se incorporaron al mercado de trabajo, se liberaron y cambiaron un montón de cosas. Y sí, claro, nosotros siempre hemos intentado rendir homenaje a esto. Dos de nuestros tres cantantes son chicas, Paula y Helena, y siempre sentimos que somos un grupo donde el tema del género y el feminismo son muy importantes reivindicando figuras femeninas como Josephine Baker que aparte de mujer, era negra; emigró y acabó siendo una gran artista en París, reivindicando a la vez sus raíces africanas.
Este tipo de música conlleva a menudo cierto toque de performance. ¿Os gusta también esto de interpretar, de hacer un poco de actores sobre el escenario? Sí, siempre nos ha tirado. Esto viene de la espontaneidad; esta música que hacemos tiene su toque de improvisación. Somos bastante payasos y nos encanta interactuar con el público. Nos gusta que el concierto tenga una dimensión escénica.
Al igual que existe una estética rocker, ¿hay cada vez más un público fiel para esta música swing, a los que les guste por ejemplo también el cine, la estética y la moda de esa misma época? Ya que no existen tantas bandas como la vuestra pero sí que hay por ejemplo varios grupos españoles de estilo bluegrass… Totalmente. Cuando nosotros empezamos hace quince años el swing en España todavía era algo incipiente y en Sevilla ni te cuento. Lo hemos visto crecer y yo creo que sí, que va aumentando la afición por este estilo u otros más específicos. Hay mucha más variedad. En nuestro caso sí tenemos un público que nos sigue y el reto está también en saber evolucionar y ver si a la gente que te seguía le sigue gustando también lo que haces ahora aunque sea un poco diferente de lo que estabas haciendo. Este disco es quizá un poco más introspectivo pero de momento notamos que está gustando y esperamos que guste a más gente.
También habéis apoyado un festival de swing en Sevilla. Sí, ese festival lo montamos hace ya veinte años. Es un festival de baile pero también de música. Nosotros siempre le hemos dado importancia a que haya conciertos. Dentro del presupuesto del que se dispone hemos intentado siempre traer a artistas nacionales y a algunos de Estados Unidos.
No sé si se debe en parte a vuestra relación con Electric Bulegoa, pero parece que os gusta bastante actuar en el País Vasco. Ahora tenéis una gira con varias fechas por aquí. Ah, nos encanta, siempre lo estamos deseando, aparte que sí trabajamos con Electric Bulegoa desde hace ya unos añitos, porque nos cuidan mucho y nos tratan muy bien. Siempre es un placer ir para allí y trabajar con ellos. Siempre hemos sentido, especialmente en Bilbao, donde hemos estado varias veces, pero también en Vitoria y Gipuzkoa, que allí hay un amor por la música que se nota.
El videoclip de ‘Gentrification Blues’ está rodado en un caserío del País Vasco. Sí, esto también. El último disco lo hemos grabado en Garate Studios y hemos estado en la gloria. Lo grabamos el verano pasado y en septiembre, y escapar un poco del ultracalor del sur fue todo un regalo. La sala de este estudio suena de escándalo y nos permitió grabar completamente en directo, en acústico riguroso, lo que fue un reto, la verdad, porque se incluye todo, percusiones, vientos, voces, en la misma sala. En breve sacaremos otro vídeo del disco, que se llama ‘Please Don’t Disturb’, que también está grabado allí en Garate.
¿Cómo han sido vuestras incursiones en el extranjero? Para nosotros fue muy especial un viaje que hicimos a Nueva Orleans, en el que precisamente tuvo lugar un homenaje a las Boswell Sisters. Hubo una exposición en un museo para reivindicar su legado y su figura. Nos invitaron y fuimos para allá. Fue superinteresante dar algunos conciertos allí, en ese ambiente. Nos permitió profundizar un poco en nuestro disfrute por este estilo de música. Luego hemos salido varias veces de España. Hemos estado en Dinamarca, Suecia, Grecia, Italia, Malasia…y este verano a Hungría. Aunque sea un género minoritario se disfruta en muchos países y hemos tenido varias giras. Texto de Roberto González.