My Twitter Feed

November 4, 2024

NOTICIAS FLASH:

Rodrigo Cortés. ¡Sus motivos tendrá! -

miércoles, octubre 30, 2024

Querer. Un proceso familiar. -

lunes, septiembre 30, 2024

Las chicas de la estación. Mis amigas siempre me respaldan. -

lunes, septiembre 30, 2024

Los últimos románticos. Soñando con Renfe. -

lunes, septiembre 30, 2024

Checkout! Hacer la compra ya no es seguro. -

lunes, septiembre 30, 2024

Viernes Flamencos, según ANA LÓPEZ ASENSIO, directora del Barakaldo Antzokia. -

lunes, septiembre 30, 2024

Migratzaileen bidaia, ANDER LIPUSen arabera -

lunes, septiembre 30, 2024

Gipuzkoako Ahotsak Zikloa/ Kutxa Fundazioa Natura Elektronikoa Zikloa. -

lunes, septiembre 30, 2024

Revitalizar el espíritu, según SEBASTIAN PRINGLE, de Crystal Fighters. -

lunes, septiembre 30, 2024

Dorian. Superación y reinvención. -

lunes, septiembre 30, 2024

Alcalá Norte. Mucho más que el nuevo grupo de moda. -

lunes, septiembre 30, 2024

The Flying Rebollos. Volver a sentir una vibración bestial. -

lunes, septiembre 30, 2024

Elefantes. 30 años de respeto por la profesión. -

lunes, septiembre 30, 2024

Malena Alterio. El lugar que ocupamos en la sociedad. -

lunes, septiembre 30, 2024

Héctor Alterio. Travesía y travesura, el resumen de una vida vivida. -

lunes, septiembre 30, 2024

Soy Nevenka. Los inicios del #MeToo -

sábado, septiembre 28, 2024

Los destellos. Corazones demasiado grandes. -

sábado, septiembre 28, 2024

Reseñas AUX 129. -

sábado, septiembre 28, 2024

Tecnología. -

sábado, septiembre 28, 2024

Moda. Las tendencias que van a arrasar. -

viernes, septiembre 27, 2024

Tiburona. Ellas no se extinguen

tiburona

Llevan más de una década componiendo y girando juntas en diferentes proyectos y han construido una amistad que está por encima de todo. Su trayectoria les ha llevado a una evolución orgánica musical y estilística, en la que recorren caminos que ya conocían y exploran otros nuevos. Tiburona ha llegado para quedarse.

¿Cómo fue el Azkena Rock? ¿Os gustan los festivales o preferís conciertos más en pequeño formato y salas más íntimas? Era la segunda vez que tocábamos en el Azkena, hace dos años, que fue la ola de calor en Vitoria y acabamos como recién salidas de una piscina (risas). Moló muchísimo, estaba a reventar, en el Trashville mola mucho porque preferimos ese lugar. Los escenarios grandes parecen que tienen más caché pero no lo vemos así. Nosotras somos más de salas, aunque en verano hacemos festivales. Es verdad que ahí te ve gente que igual no te conoce y les flipa tu concierto. Dentro de los festivales, preferimos los que aún tienen alma, como decimos nosotras y no esos que parecen ya un parque temático. ¡Lo que queremos es tocar!

Tenéis formación de conservatorio, lleváis tocando más de diez años y os conocisteis en otros grupos… ¿Cómo surgió juntaros las tres para crear la banda? En realidad del conservatorio viene Rita (risas), Laura y yo no; nos conocimos hace catorce años y tuvimos dos proyectos antes que este. Así que era el proyecto definitivo haciendo lo que nos representaba en ese momento. Hemos ido evolucionando, el primer LP es más de nicho, más surf garage. Pero el llevar tocando juntas tanto nos ha dado muchas tablas. Lo que mola es que cantamos las tres, es un formato horizontal y somos las tres cantantes (risas).

Ya que componéis, tocáis y cantáis las tres, ¿cuál es la parte que más os gusta de construir o hacer una canción juntas? Aquí al ser tres, tenemos opiniones distintas, pero coincidimos en la parte vocal. Nos damos ideas unas a otras, “mete aquí un arreglo” o “aquí va un parón”, pero las voces las construimos juntas desde el principio. Lo disfrutamos un montón. A una melodía le cambia el rollo la voz y estamos en un proceso creativo conjunto siempre.

¿Dónde os veis más? ¿Punk, rock, garage? Es la pregunta más difícil siempre. ¡Nunca sabemos contestar! (risas). Cuando ves tu proyecto, lo ves o lo oyes de una manera, pero siempre hay alguien que dice “me sonáis más a esto”. Pero siempre nos basamos en la música de los 60, con tintes cañeros tirando al punk. Todo se engloba en el rock pero con muchos matices (risas).

 

tiburona2

 

«Hablamos de cosas que nos atraviesan para dar voz a otras personas. Tenemos un altavoz y hay que usarlo para hablar de algo útil para la sociedad, no para hablar de amor (risas)».

¿Cómo os habéis influido musicalmente cada una de vosotras? Es decir, ¿veníais cada una de estilos muy marcados y diferentes? Tenemos influencias comunes y otras de cada una, a Rita le mola el brit pop, a Laura el country, americana, bluegrass y a mí el punk rock (risas). La base de dónde veníamos era el garage de los 60, pero cada una le vamos dando un tinte. Le da diversidad, suena a nosotras.

¿Bandas o solistas que os gusten? Grupos que debamos oír. Bandas que estén muertas, muchísimas (risas). Sobre todo de los 60. Los Brincos nos molan o incluso alguna más de los 80. Y, de ahora, coincidimos en La Trinidad o Sandré. Y Los Sonic.

¿Creéis que el humor es un buen medio de reivindicación para alguien que tiene voz pública? No sé si tanto el humor o más la ironía como indicativo de hartazgo. El humor es delicado y somos de la opinión de que no todo vale. A veces ya no puedes más y no hace gracia (risas).

Muchas chicas en nuestra generación hemos aprendido a decir «no me interesa tu opinión» o estoy «sola y feliz» (aunque a veces cueste poder verbalizarlo) pero poder gritarlo en una sala de conciertos tiene que resultar cuanto menos liberador. Es una manera de apropiarse de un lugar que siempre nos han negado. Es un “estamos aquí y aquí nos vamos a quedar”, pero nosotras y muchas más. “Si alguien sobra aquí ese eres tú, ese que me dice cómo tengo que hacer las cosas”.

Igual esto suena un poco fan, pero adoro ver a tres chicas con vuestra fuerza en el escenario, con letras de mensajes claros, sabiendo lo que queréis hacer. Gracias tía, es de las mejores cosas que nos pueden decir, “valoro esto y me gusta lo que hacéis”, así que lo valoramos un montón. Cuando tienes un altavoz, lo tienes que usar. Hablamos de cosas que nos atraviesan para dar voz a otras personas. Tenemos un altavoz y hay que usarlo para hablar de algo útil para la sociedad, no para hablar de amor (risas).

¿Creéis que se está reduciendo el mansplaining en el mundo de la música o seguimos igual? Tengo sentimientos encontrados. Hay veces que creo que sí, por las nuevas generaciones. Hay chavales jóvenes que cuando vienen a verte son brutales quizá porque su generación está mejor en ese aspecto, porque los tíos de cuarenta y cinco años, por lo general, no son así. Por suerte, va mejorando porque las nuevas generaciones han vivido desde más pequeños que cuantas más referentes hay, más normalizan que haya bandas femeninas. Llegará un momento que nadie se sorprenderá y no venga un hombre a subirte el volumen de la guitarra.

¿Veis más participación femenina ya no solo en las espectadoras sino también en las músicas, productoras, managers,…? Es cierto que siempre ha habido, aunque siempre ha existido una no representación. Hay muchos referentes femeninos que han hecho historia en la música; pero hay muchas mujeres que se han borrado, igual que mujeres racializadas o mujeres trans, menos heteronormativas. Siempre han estado, pero no ha habido tanta representación. Con las redes, no hay tanto filtro de que alguien te saque o promocione en un medio, tú misma puedes representarte y es más difícil que “te borren”. Cuantas más mujeres haya, habrá más niñas queriendo hacerlo y eso es lo que mola de esto.

Tenéis una técnica de sonido, ¿verdad? En un mundo tan de tíos, es de valorar. Anita, es la mejor. Para nosotras es la mejor. Nosotras no buscábamos que fuera una mujer, nos gustaba cómo hacía el sonido y hemos creado una comunidad y es una más de la banda. La veíamos en otras bandas y dijimos “queremos que sea Anita”.

Tocáis en Irun Zuzenean en septiembre, ¿qué esperáis del festival? Esperamos que haga fresquito (risas) que nos encanta. Es algo típico del País Vasco y siempre está bien ir, la comunidad y la gente del norte es genial. Que a la gente le mole y gustemos y podamos ir muchas más veces. Texto de Ángela Saiz.

Deja un comentario