Un lugar común. Unión a la fuerza.

“Quieren estar unidos pero también quieren estrangularse. Como casi todas las familias que conozco”, decía Matt Groening sobre Los Simpson en una entrevista sobre su primera temporada, que aún poseía cierto toque underground.  Algo parecido podría aplicarse a Pilar -fantástica Eva Llorach- y su familia en la ópera prima de la catalana Celia Giraldo, que retrata los tan admirables como vergonzosos esfuerzos de una enfermera prejubilada por mantener cierta conexión con los suyos. Un recomendable debut a caballo entre la comedia y el drama. Hablamos con la directora.

Me ha sorprendido el tono de la película, entre el drama y comedia incómoda sin que quede muy claro dónde termina una cosa y donde empieza la otra. ¿Es un estilo que suelas trabajar?

Pues sí, en general sí. O sea, tanto el corto de graduación que hice como en otras piezas que he realizado, el tono es algo en lo que hago especial énfasis y la ironía o la comedia siempre suelen estar presentes. Entonces, sí, es algo natural, creo que es mi manera de entender el mundo.

¿Te interesaba centrarte en el tema de los cuidados o en el drama de una mujer de mediana edad? Asuntos que suelen estar un poco olvidados en el cine.

Cuando empecé a escribirla no puse el foco en hacer una película sobre algo de lo que no se habla.

Más bien había unos temas a los que le daba vueltas, que me interesaba explorar, que eran un poco más genéricos, como la incomunicación dentro del núcleo familiar o el hecho de que muchas veces no conocemos a la gente con la que más convivimos, no sabemos cuáles son sus vulnerabilidades o sus angustias. Empecé escribiendo algo más coral, centrado en una familia y veíamos las vidas de cada uno de ellos. Pero conforme lo fui desarrollando veía que el personaje de la madre era muy interesante, porque era el pegamento de toda esta gente que ya estaba desconectada entre sí, cuyo vínculo era un poco postizo. Como que todos tenían una vida fuera de casa y la madre era la que se había quedado estancada en esa ilusión de una familia. Que llegaba el día en el que lo bajaba todo a tierra cuando la echaban del trabajo, que es algo que te hace replantearte un poco tu vida. Se da cuenta de que tampoco se conoce tanto a sí misma. Como que el resto de la familia han estado cultivándose a sí mismos y ella se ha quedado un poco atrás.

 

«Había una serie de temas que me interesaba explorar, como la incomunicación dentro del núcleo familiar o el hecho de que muchas veces no conocemos a la gente con la que más convivimos. Empecé escribiendo algo más coral, centrado en una familia pero conforme lo fui desarrollando veía que el personaje de la madre era el más interesante, porque era el pegamento de toda esta gente que ya estaba desconectada entre sí».

¿Has puesto algo de ti o de personas que conoces en la protagonista o en los otros personajes?

Sí, inevitablemente, sí. Hay muchas referencias a mí en todos los personajes y luego en el entorno familiar, en amigos, gente que me cae muy bien, gente que me cae mal también. Sobre todo también me inspiraba en las cosas que más me avergüenzan de mí misma. Con suerte los espectadores lo pueden ver y pensar: “Ah, mierda, yo hago eso también”, ¿sabes? Esa sensación de cringe.

¿Tenías claro que la protagonista iba a ser Eva Llorach? Es un personaje, como todos, con virtudes y defectos.

Cuando empecé a escribir, no del todo. No tenía como una referencia muy clara. Yo sabía que quería hacer una peli que tuviera mucho humor y mucha ironía, pero no me imaginaba una cara de las que quizá tenemos un poco más vistas en el ámbito de la comedia. Entonces, es verdad que Eva me gustaba mucho, pero no la había visto mucho en este registro. Entonces, viendo los premios Feroz un año, cuando ganó por ‘Quién te cantará’, recuerdo que hizo un discurso muy gracioso y muy desatado también. Y pensé: “Bueno, vale, si esta persona que me parece que es buenísima actriz, es capaz de llevar las cosas a un sitio supercontenido, pero luego es capaz de hacer algo totalmente desatado y como de comedia mucho más física… es algo que también me interesa, ¿sabes?”. Entonces, cuando se lo propuse, la verdad es que ella se subió al carro bastante rápido y ha sido como la gasolina del proyecto porque ella es superentusiasta y se lo toma muy en serio.

«Cuando empecé a escribir, no tenía una referencia muy clara para la actriz protagonista. Es verdad que Eva Llorach me gustaba mucho, pero no la había visto mucho en un registro de comedia. Entonces, viendo los premios Feroz un año, cuando ganó por ‘Quién te cantará’, recuerdo que hizo un discurso muy gracioso y muy desatado. Ahí tuve claro que era la adecuada para hacer de Pilar». 

Me ha llamado la atención el casting del resto de la familia. Por ejemplo la actriz que hace de la hija, Mia Sala-Patau. Sus reacciones contribuyen bastante a la comedia pero también se percibe, en el fondo, la conexión que tiene con su madre.

Sí, yo he currado alguna vez como directora de casting y ella es una actriz a la que ya había entrevistado para algún otro proyecto y me había quedado con el gusanillo de decir: “guau, esa chica tiene mucho potencial”. Entonces, me pareció perfecta para la peli porque este personaje puede caer un poco mal según como se mire, como que puede tener una lectura un poco bitchy, pero ella es una tía tan luminosa que me parecía que le daba el toque perfecto al personaje como de inconsciencia. Es una chica que en realidad está haciendo su vida. A pesar de que obviamente la que más pringa en toda la película es Pilar, el personaje de Eva Llorach, no quería que hubiese víctimas ni villanos. Quería que todos pudieran cagarla o tener oscuridades, incluso la protagonista. Ella aprieta a sus hijos hacia un sitio poco orgánico. No acaba de estar alineada con las necesidades que puedan tener ellos por miedo a perderlos, de modo que también puedes entender a la hija y al resto de la familia. También tengo a Aina Clotet, con la que siempre me gusta trabajar.

Me ha parecido curiosa la banda sonora, que es muy atmosférica y no es la típica que se esperaría en una comedia.

Qué guay que me digas esto. A mí me gustan mucho las pelis que hacen apuestas muy fuertes con la música para darle como otra pátina. Hace poco vi ‘Secretos de un escándalo (May December)’ de Todd Haynes y tiene una apuesta superheavy como de melodrama que le acaba de dar un tono perfecto como de extrañeza. Así que en mi película sí que había algo, de hacer una historia sobre una familia normal en un barrio cualquiera pero que tuviese esa pátina más subjetiva, mágica y extraña.

También teníamos referentes de películas como la primera de Miranda July, que tiene una voz asombrosa y también como muy intervencionista.

¿Y la canción ‘Hace frío ya’ de Nada era por introducir un toque italiano de cara a la parte final de la película?

Sí, a mí me encanta el universo Italia y me interesaba incluir una canción como de una diva, una mujer cantando, que ella luego pudiera impersonar de alguna manera hacia el final de la peli.

Entre tus otros trabajos se encuentra el videoclip ‘Así bailaba’ de Rigoberta Bandini y Amaia, que es una pequeña gran producción, ¿cómo fue la experiencia de ese rodaje?

A mí me gustaba mucho trabajar con Paula, con Rigoberta, como que nos entendemos mucho y tenemos universos muy similares. Se rodó a la vez que la peli. Había muchísima gente del equipo de la película en el videoclip. Me encantan las dos, tanto Rigoberta como Amaia, y fue un trabajo muy intenso, una gran liada, pero fue muy guay. Texto de Roberto González.

‘Un lugar común’ se estrena el 14 de agosto.