Luis Bermejo. Comunidad y aceptación.

El célebre actor protagoniza una comedia coral sobre un hombre humilde, y atracador ocasional, que lleva toda su vida casado con María, cuando de pronto se da cuenta que debe dar un giro a su vida para sentirse ELLA misma. Una notable Adriana Ozores respalda al protagonista en esta historia que combina humor con un trasfondo de sensibilidad y empatía hacia la comunidad LGTBQ+.

Las directoras dicen que la película está inspirada no en una historia real, sino en miles de ellas.

Creo que se refieren fundamentalmente al tema de la disforia de género, en el que me consta que se han inspirado en casos reales cercanos, y no tanto a esta otra parte relacionada con los atracos, que le da un punto cómico y llamativo a la historia.

De la misma manera que el personaje se busca una coach para hacer su transición, ¿tú tuviste algún truco, consejo o inspiración para darle vida?

Bueno, más que un truco, nos juntamos a hablar con una cirujana en concreto que nos contó todo sobre el proceso de transición. Además, esta cirujana nos dijo que mucha gente de 60 años, mucha más de la que nos podamos imaginar, después de que han hecho su vida y han tenido hijos o después de jubilarse, deciden : “Ahora ya es mi momento; me siento hombre o mujer, y deciden hacer la transición”. Mucho más que la gente joven. Para mí esto ha sido una revelación. También me he acercado a ese mundo también a través de Ángela, la actriz que interpreta a la prostituta, que también ha hecho la transición y bueno, a través de ella y otras personas, he ido informándome y aprendiendo, y sigo aprendiendo, acerca de la disforia, que es el gran asunto, o uno de los grandes asuntos, de la película.

Supongo que también te ayudarían la caracterización y el vestuario, que son muy acertados.

Sí, claro, necesitaba también un equipo que estuviera detrás y que me acompañara en esta transición y en este cambio de Norberta. La película está llena de invocaciones lingüísticas y una de las grandes invocaciones es el fluir, ¿no? Fluir, me parece que esa es la palabra justa. A veces nos comemos el coco y pensamos: “Y esto, ¿cómo es?”. Bueno, pues simplemente, fluye, ¿sabes?

¿Fue complicado encontrar el tono de la película y de la interpretación? Porque es una comedia pero no podía convertirse en una parodia.

Claro, tanto la directora y guionista Sonia Escolano, como yo, lo que queríamos era acercarnos a la realidad. No queríamos parodiarla, ya que hubiera sido un error total y radical. No creo que se deban parodiar ni este ni otros asuntos que tengan que ver con la disforia. Entonces, tanto Sonia como Adriana Ozores como yo, hemos intentado trabajar desde la implicación emocional. Acercándonos a lo que hay de nosotros en el conflicto de este personaje.

«La película pone en valor la comunidad, el apoyo entre las personas, aunque se puede entender que son seres subversivos, porque atracan, pero sus acciones revierten en esa comunidad, en el barrio». 

A pesar de que el título sea ‘Norberta’ hay muchos personajes y es una historia coral. ¿Cómo ha sido trabajar con el resto del reparto, en el que se requería mucha complicidad entre tu personaje y otros como los de Adriana Ozores o María Romanillos (un valor en alza a la que hemos visto recientemente en ‘La casa’)?

Es muy coral. Ha sido un lujo compartir esta película con un elenco tan brillante, tan a favor. Me he sentido muy arropado, muy apoyado. Como dices es muy coral, es una familia. Y creo que eso hemos conseguido reflejarlo cuando están pergeñando el golpe al bingo, que son como una tribu. La película también pone en valor la comunidad, el apoyo entre las personas, aunque se puede entender que son seres subversivos, porque atracan, pero sus acciones revierten en esa comunidad, en el barrio. Me parece que son criaturas muy hermosas, muy hermanadas, y cuando veo una película así, me hace pensar en las pelis con las que yo he crecido y algunas en las que he participado. Me acordaba de ‘ Días de Fútbol’, aunque la temática no tiene nada que ver, pero también es de gente de barrio que se junta para una causa común. Me parece que hay que reivindicar este cine social y creo que Sonia Escolano y Belén lo han conseguido.

¿Qué destacarías de las directoras, las debutantes Sonia Escolano y Belén López Albert?

El guión es de Sonia Escolano, y luego se junta con Belén, con la que hace un tándem maravilloso.

También cuentan con la productora, Marta Esteban y todo el equipo de Imposible Films.

Estos son los ingredientes que han posibilitado que salga esta película, que es una comedia pero también es una flor muy curiosa, y una flor rara por momentos, y eso es algo del cine que a mí me gusta. Me parece que apelar al valor solidario de esta comunidad que al mismo tiempo actúa desde esta marginalidad, es algo maravilloso.

La última vez que te vi antes de esta película fue en ‘Un amor’ de Isabel Coixet, en lo que se podría definir como un papel diametralmente opuesto a éste. En la medida de lo posible, ¿te gusta alternar entre personajes muy diferentes?

Hombre, me siento afortunado en ese sentido. En esta película por la mañana era Norberta, a mediodía era Norberto y por la tarde era Norberta. Me siento muy afortunado de poder trabajar con Isabel Coixet en ‘ Un amor’ y ahora trabajar en esta película que para mí tiene bastante riesgo, no sólo por el tema, sino por quiénes lo hacen y cómo lo hacen, porque no se queda en algo zafio y paródico sino que profundiza en una cuestión difícil y complicada para muchas personas. Texto de Roberto González. Fotografías de Sophie Köhler.