Olatz Salvador. A fuego lento.
‘Basan’ y ‘Gerorik Balego’ son los dos primeros singles del tercer disco de Olatz Salvador, que verá la luz en septiembre de este año. Actuará con Maren, La Oreja de Van Gogh y La Sonrisa de Julia en el nuevo festival CaixaBank Miramar Gauak en Donostia el 20 de Junio.
Has lanzado tu nuevo sencillo titulado ‘Basan’ el pasado mes de marzo y ha revolucionado las redes. Es diferente con ritmos más tecnológicos. Cuéntanos más sobre ello. Lo compuse hace un año y no pensé en cómo reaccionaría la gente. Simplemente, notaba el cambio en mí; en la forma de crear, en lo que buscaba y en lo que quería transmitir. Es diferente a canciones que van a salir, es la más bailonga del disco y podría decir que incluso comercial. Esta semana sale otra canción, ‘Gerorik Balego’. Es bailable pero con una estética más oscura. Quería reivindicar otras cosas y me apetecía salir de la corrección en la que me he movido -y me han metido- hasta ahora. Es una pequeña revelación, hay algo de rebeldía.
¿Por qué en Girona? Descubrí unos productores de allí, me llamó la atención el concierto de una pianista -con la que yo había colaborado- llamada Clara Peya. Les conocí, me quedé alucinada con la estética y empezamos a coincidir. Fui a hacer pequeñas estancias de septiembre hasta febrero y ya decidí trabajar con ellos. Me ha gustado trabajar en ese formato.
¿Qué temas tratas en las canciones del nuevo disco? Todo el disco habla de una búsqueda de luz y fe. Algunas canciones reflejan el escepticismo que tengo o que he pasado a lo largo de este tiempo buscando cosas en las que creer o sentirme parte de algo, sentir que hay luz en las cosas que vienen. Al final con todo lo que está pasando en nuestra sociedad no es fácil ver esa luz y ahora sé que se puede encontrar.
¿Te ha ayudado para la composición todo lo vivido los últimos meses a nivel personal? Creo que siempre. Inevitablemente, suelo escribir de cosas que me mueven, aunque no sean todas vivencias propias, siempre son cosas que me tocan de cerca. Pasé por un bloqueo creativo frustrante y sentí que no tenía nada que decir. Al final, cuando lo trabajas, va más de tus propios miedos que de tu inspiración. Al quitarte capas de miedos, preocupaciones y estrés resulta que sí que está ahí lo que puedes dar… pero me costó encontrarlo.
¡Has recorrido muchos lugares con tu música en euskera! Con el segundo disco, que salió en 2021, tuvimos la oportunidad de salir más. Estuvimos en Japón, Finlandia, Italia… En todos los sitios donde hemos estado, han tenido mucho amor hacia nuestro proyecto y hacia el euskera, que es algo que a priori no te esperas. ¡Hubo una persona que tradujo todas mis letras al japonés! Una locura. No siempre hay que buscar hacer algo grande, mainstream o normativo. No hay por qué dirigirlo todo hacia los grandes públicos, si haces algo en tu pequeño idioma y desde tu forma de hacer real y genuina, sí que trasciende y siempre hay gente al otro lado… ¡y en todo el mundo!
¿Qué fechas tenemos para verte, además del 20 de junio en Miramar Gauak compartiendo cartel con Maren, La Oreja de Van Gogh y La Sonrisa de Julia? Es un festival nuevo de Donostia, en el Palacio Miramar. Lo he vivido con muchas ganas porque, para empezar, para mí es tocar en casa. Siempre me remueve, reencuentros, la gente… lo vivo como una fiesta. Para mí, tocar con LODVG, un grupo de referencia que ha marcado mi infancia, me conecta con Donostia y con momentos importantes. ¡Me entra la nostalgia! Al no tocar tantos conciertos ahora, los que tengo se transforman en algo más importante. Aparte, el día 17 de julio en el festival Haziberri en Gernika, Gorka Urbizu tocará en directo y compartiré escenario con él. Es otra de las bandas sonoras de mi vida, yo creo que cogió el testigo (Risas). En mi adolescencia fui muy fan y Gorka Urbizu siempre me ha gustado, tanto profesionalmente como su carisma. ¡Tengo muchas ganas!
¿Qué espera Olatz Salvador? Intento no tener muchas expectativas, creo que me hacen daño. Inevitablemente tengo que pensar en el futuro y pienso en todas las posibilidades. Quisiera seguir con la música. No tengo un objetivo claro o cerrado, simplemente me gustaría que la gente pudiera conectar con lo que hago, eso es lo que más me mantiene en la música. ¡Ojalá la gente siga conectando con mi música!
¿Cómo fue para ti colaborar con Rozalén o Iván Ferreiro en tu segundo álbum de 2021? A Rozalén la conocí en un festival, me presenté y le di un disco mío, con la mano temblando (Risas) sin ninguna esperanza de que esa conversación trascendiera. Ella me dijo que le haría ilusión cantar alguna vez en euskera. ¡No esperé que fuera a cumplirse! Empecé a trabajar con Pablo Novoa que es el guitarrista de Iván, entre otros. Hubo varios factores que me llevaron a ella. Fue muy loco porque Rozalén recibe muchas propuestas de colaboración y siento que no es solo que yo la eligiera a ella, si no que ella me eligió a mí. Se implicó mucho en nuestra canción.
¿De qué manera reivindicamos que haya más mujeres productoras, técnicos o músicos? Lo primero, visibilizándolo. Tendríamos que empezar desde abajo, desde la base. Estamos haciendo un proyecto en institutos que se llama ‘Emakumeak Oholtzara’ (Mujeres a los escenarios) y lo hacemos entre varias que nos dedicamos a la música. Vamos a institutos y enseñamos lo que hacemos. Es la forma más directa que tenemos de ser un referente, pero yendo más allá. No solo de que las mujeres piensen que eso puede pasar, si no de que puedas hacer de espejo, es la vía directa, es efectivo y funciona. Lo hemos visto ya, en un instituto al que fuimos el año pasado ¡han hecho un grupo de chicas! Han empezado a dar conciertos y hace poco me pidieron una mediación con ellas. Pienso que son fórmulas que ayudan y se echan de menos. En las escuelas de música, la mayoría suelen ser mujeres y en los escenarios, hombres. Faltan puentes y no es tan fácil dar ese salto.
Maren te lanza una pregunta: ¿prefieres viajar en avión o en barco? Creo que sé por qué lo dice (Risas). Por tiempo, el avión. Por placer, el barco. Coincidí con una artista catalana (con la que hice residencias artísticas) y ella quiere hacer canciones en euskera y en catalán. Todavía no podemos desvelar más pero… ¡estuvimos creando juntas y nos propuso a Maren y a mí irnos unos días en un barco juntas! Hasta ahí puedo leer (risas).Texto de Ángela Saiz.