Melenas. Cumpliendo sueños.
El cuarteto de Pamplona sigue en tímido pero imparable ascenso, a su bola y sin mirar a los lados (tampoco atrás). El primer trabajo fue esperado y celebrado, pero con este segundo ‘Ahora’ han enamorado a fans y convencido a escépticos, añadiento capas, reflexión e instrumentos pero manteniendo sinceridad y simplicidad efectiva.
Habéis conseguido mucho en poco tiempo a base de mucho trabajo. ¿Habéis cumplido algún sueño? ¿Cuáles? ¿Os queda alguno? Uno de nuestros grandes sueños era tocar con Stereolab… y lo conseguimos! Fue un momento muy especial, conocerles y hablar en persona con ellos fue increíble, incluso vinieron a nuestro concierto! También soñábamos con tocar en Austin y sucedió, muy al principio de hecho, cuando fuimos al SXSW por primera vez.
Ahora mismo podemos decir que todo lo que nos está sucediendo es un sueño en sí mismo y estamos muy agradecidas de estar viviendo esta vida. Un deseo que tenemos (y esperemos que se cumpla de manera más o menos inmediata) es poder tocar en México y Latinoamérica en general. Eso entraría sin duda en la lista de nuestros sueños. ¡Ah! Y también ¡Japón!
Vuestra música puede parecer sencilla en el mejor aspecto de la palabra, con canciones redondas y letras directas pero abiertas, a lo que no ha afectado la vuelta de tuerca del último disco. ¿Cómo abordáis la composición de un trabajo? Oihana es quien suele venir al local de ensayo con una propuesta melódica de guitarra o piano y voz principal, y luego vamos añadiendo instrumentos: base rítmica, bajo, sintes… La letra generalmente es lo último que hacemos, excepto en los casos en los que Oihana ya la trae hecha. Solemos juntarnos todas y comentar qué nos sugiere la canción, sobre qué queremos hablar… ¡Lo fuerte es que solemos coincidir en la idea! Y escribimos la letra juntas.
Habéis obtenido la ayuda de GPS. ¿Qué opináis de este tipo de iniciativas? ¿Qué es lo más difícil de tener una banda? Nos parece genial que existan ayudas como la de GPS. Muchas veces las salas de pequeño-mediano formato no pueden competir con las condiciones que ofrecen festivales o los grandes espacios y es fundamental apoyarlas. Además, esta ayuda hace posible que salas de zonas menos concurridas puedan ofrecer una programación musical más variada. Nosotras estamos encantadas de poder conocer ciudades a las que de otra manera resultaría más complicado llegar.
Respecto a la segunda pregunta, tener una banda es como tener una empresa y una familia, todo junto. Así que a veces la intensidad en las relaciones es muy alta pero también lo es la conexión entre nosotras. En el punto en el que nos encontramos supongo que lo más difícil es compaginar la banda con nuestros trabajos y obligaciones personales y familiares y buscar la manera de que todo eso encaje.
Llegáis de gira europea. ¿Qué tal? ¿Cómo es tocar cada día en un sitio? ¿Cómo os adaptáis a las circunstancias? ¿Alguna rutina o superstición? Estamos supercontentas con cómo ha ido la gira europea, ha sido una pasada ver tantas salas llenas de gente y poder hablar y compartir momentos después de los conciertos con quienes venían a vernos. Lo de tocar cada día en un sitio tiene una parte muy guay de aprovechar el impulso y la energía que te da el concierto anterior para el siguiente. Por otra parte el cansancio a veces se nota…Nuestra manera de combatirlo es intentando mantener una alimentación lo más saludable posible (a veces es difícil porque en los camerinos suele haber snacks muy tentadores), comer mucha fruta y beber mucha agua. Bueno, y dicho esto, también es clave tener algún ataque de risa diario y hacer lo posible por mantener el espíritu festivo. Texto de Mikel Izarra. Fotografía de Charlene Dosio.