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Reichmelt. Arde la tierra.

Reichmelt_AR_01

El bilbaíno Reichmelt presenta su primer álbum ‘Ángeles radares’ bajo el sello (lotura). Formado en música clásica y contemporánea, Reichmelt comienza a crear electrónica experimental en 2017 canalizando sus variados referentes hacia un sonido único y personal. Mezclado por Jon Aguirrezabalaga (Zabala, Verde Prato) y masterizado por Emil Thomsen (Astrid Sonne, Nils Frahm), ‘Ángeles radares’ da cuenta de su capacidad como compositor para crear una rica variedad de secuencias y texturas claras que llevan la escucha por caminos no anticipados hasta el final.

¿De qué imágenes o conceptos surge ‘Ángeles radares’? Una de las primeras imágenes que tuve en mente era la piel quemada por el napalm. Pensaba en la piel como una reivindicación de la memoria; la piel no olvida y la piel también se regenera. Y de ahí iban surgiendo otras imágenes como la tierra quemada, los bombarderos, las ciudades destruidas, las migraciones forzadas, etc. Todo esto ligado siempre a la idea de la experimentación musical como fuerza reivindicadora. Lo que iba grabando repercutía en las imágenes y viceversa. Esas primeras ideas coincidían con la invasión de Ucrania. Ahora, y por desgracia, me doy cuenta de que las imágenes y el tema del que partí son de más actualidad si cabe. El título lo tomé de un poema de Oteiza, y desde el principio me atrapó su dualidad.

Ciertas composiciones tienen la capacidad de generar sensaciones muy claras de violencia y emotividad a pesar de su minimalismo, ¿cómo se llega a esta síntesis? Muy interesante lo que planteas. Creo que dicha síntesis viene a través del diseño y la elección de los timbres/instrumentos que implícitamente me provocan, me piden, ideas musicales, como si el diseño de un sonido contuviese su propia idea musical encerrada. Y con ‘Ángeles radares’ he tratado de buscar timbres que respondieran a las imágenes y conceptos antes comentados; de ahí esa violencia y esa emotividad. También subrayaría la importancia de definir y de encontrar una coherencia sonora que aunara el disco, para mí ha sido uno de los mayores retos con ‘Ángeles radares’. El minimalismo que mencionas creo que responde a esos pasajes más crudos e insistentes que contrastan con otros de estructura irregular y continuas transformaciones.

Artistas como Caterina Barbieri han logrado hacer del ambient un género presente en formatos tipo club como Boiler Room, pero también llevamos un tiempo viendo como propuestas de drone o minimal se cuelan en festivales de jazz. ¿Crees que la electrónica experimental está viviendo un buen momento en cuanto a popularidad? Sin duda. El nivel de exposición de los artistas de electrónica experimental ha crecido en los últimos años y sigue en expansión. Algunos géneros de electrónica han estado en contacto con movimientos transversales, como el minimalismo por ejemplo, pero creo que la escena sigue creciendo gracias a la simbiosis que se da entre diferentes exponentes – como Arca trabajando en la producción de varios discos de Björk, por ejemplo, o Daniel Lopatin co-produciendo el último álbum de The Weeknd. También la propia experimentación forma parte de la producción de muchos artistas más mainstream. Podemos escuchar elementos de ambient, noise, industrial, en trabajos de pop, hip hop, R&B, jazz, bandas sonoras, etc. Todo eso se traduce también en la programación de conciertos.

¿Qué artista consideras que fue tu puerta de entrada en la electrónica experimental? Con quien descubrí el infinito mundo de la experimentación electrónica de una forma consciente fue con Stockhausen, concretamente con su ‘Szenen Vom Freitag Aus Licht’. Recuerdo ponerme el disco y escucharlo totalmente hipnotizado. Y años más tarde, el artista con el que crecieron mis ganas por hacer música electrónica fue sin duda Oneohtrix Point Never, para mí uno de los exponentes más brillantes del género.

Presentarás el álbum en Bilborock ¿Hacia dónde quieres orientar la propuesta escénica? Aún estamos dando forma a varios aspectos del live, pero me gustaría encontrar un equilibrio entre lo sobrio y lo expresivo. Aquí también es importante encontrar una coherencia con el viaje sonoro que plantea el disco. La presentación va a ser especial porque forma parte de una velada que está organizandolotura. Además de Reichmelt, esa noche tocarán otros/as dos artistas de ambient/experimental aún por anunciar. Muy buena pinta.  Texto de Janire Goikoetxea. Fotografía de Arriguri.

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