Cartoons made in Euskadi, según PABLO RIO.
Cine // El inocentón Conej canta alegremente mientras construye un cohete para viajar hacia la luna, un regalo para su novia Claire, al comienzo de ‘La gran cita de Conej’, un corto de dibujos animados “a la vieja usanza” que no ha sido realizado en el Hollywood de los años 30 sino en el Bilbao de nuestros días. La cosa no termina del todo bien para el protagonista pero en cambio esta pequeña (gran) película sí ha supuesto un despegue para el director Pablo Río y su equipo de artistas. Recientemente han obtenido el Premio al Mejor Cortometraje Vasco en la última edición de FANT Bilbao.
‘La gran cita de Conej’ nació en DigiPen pero su estilo es bastante diferente al de la mayoría de proyectos de esta escuela. ¿Fue fácil que os dejaran acometer esta locura? Nosotros estudiamos tanto animación 2D como 3D. El tema es que la mayoría de la gente cuando aprende 3D se queda ahí. Nunca había pasado en DigiPen que en el proyecto de final de carrera hubiese unos alumnos que quisieran realizar un corto animado en 2D. Cuando les vinimos con esta idea al principio se espantaron pero finalmente nos dejaron hacerlo. Uno de nuestros profesores, Carlos Varela, es el principal responsable de que hayamos podido llevar esto a cabo y no tendría por qué habernos dejado. Nos dio bastante libertad y nos dejó hacer lo que nos dio la gana a pesar de que el corto inicialmente tenía que durar tres minutos y nos fuimos hasta los siete.
Antes de realizar este corto, ¿qué experiencia tenías en animación? Sé que por ejemplo hiciste un corto inspirado en ‘Peanuts (Carlitos y Snoopy)’. Yo aprendí a animar por mi cuenta en la tableta animando con el dedo. Ahora cuando miro hacia atrás no sé ni cómo lo hice. ¡Con el dedo! Hoy no sabría hacerlo así. Yo veía series de televisión como ‘Los Simpson’ y me daba cuenta de que si los grababa y los veía a cámara lenta se percibían detalles curiosos en la animación. Al principio veía más cosas de nuestra generación, de los años noventa, pero luego al estudiar descubrí la Edad de Oro de la animación: Walt Disney, Looney Tunes, los hermanos Fleischer, Walter Lantz, etc. Y eso sí que ya me dejo loco y ahí me olvidé de los noventa para siempre.
No sólo homenajeáis a los cartoons clásicos de la vieja escuela sino que adoptáis un método tradicional en lugar de usar ordenador. ¿Cómo de costoso es este proceso? Es una magnífica pregunta, porque la realidad es que la gente siempre lo pinta como que es muy caro y es una gran mentira. Se gasta mucho más dinero en pagar las licencias de determinados programas de ordenador que se utilizan para animar que hacerlo de manera tradicional. Todos los escenarios de ‘La gran cita de Conej’ los hicieron Aitor Olano y Bruno Santoro de manera tradicional con pinturas gouache y con acuarelas y eso cuesta mucho menos que cualquier licencia de esos carísimos programas. El 3D también es mucho más caro que el 2D. Nuestro corto lo hicimos en nuestro piso aquí, en Bilbao por cero euros. O sea, si eso teníamos que pagar el material del papel y las pinturas, pero por lo demás cualquiera se puede poner a hacer un corto como este, realmente. Los acetatos o cosas así se falsearon en postproducción, eso sí que es imposible de encontrar hoy en día. Pero lo importante es que la animación esté realizada a mano, fotograma a fotograma, y que no haya intercalado automático realizado por el ordenador. Luego ya en postproducción se metió como el efecto ese de carrete de 35 milímetros, el grano, y todo eso.
«La gente siempre pinta la animación tradicional como algo muy caro y eso es una gran mentira. Se gasta mucho más dinero en pagar las licencias de determinados programas de ordenador que se utilizan para animar que hacerlo de manera tradicional. ‘La gran cita de Conej’ lo hicimos entero en un piso de Bilbao, por cero euros. Vamos, sólo pagamos el papel y las pinturas».
¿Quiénes formáis parte del equipo? Sobre todo si no se cuenta con una vía de financiación habría sido inviable sin encontrar un grupo de gente que esté totalmente implicado en el proyecto… Eso me parece esencial. Fíjate lo que te digo: en un proyecto de este tipo de animación, más que la idea, para mí es más importante es el equipo con el que trabajas, porque si tú tienes una idea normalita, pero tu equipo es extraordinario, puedes hacer una obra maestra con eso. Sin embargo si tienes la mejor idea del mundo, y un equipo en el que ya falla una persona, es casi seguro que no saldrá bien. Cada segundo debería estar impregnado de amor hacia el proyecto y también por el arte, ya sea cine, animación, o lo que sea, y en el momento en el que alguien falle eso se va a ver en pantalla. Si alguien se está sintiéndose desmotivado, eso se percibe en su animación. Es por eso que si tienes un equipo potente, lo tienes todo. En este caso Leyre Zapata y yo animamos el corto por completo mientras que Bruno y Aitor pintaron todos los fondos.
Y es que no necesitamos más, porque uno me podría decir, ¿no te hubiera venido bien otro animador? Realmente no, no necesitas 50.000 empleados, que eso es lo que te quieren hacer creer hoy. Mentira, si tienes empleados de calidad, gente con la que te llevas bien y con la que compartes la misma ideología en lo artístico, para mí eso es lo que hacen los buenos proyectos, y esto es lo que sucedió con este corto y por eso me siento afortunado no, lo siguiente.
La filosofía de estos cortometrajes es que traten de hacer reír a todo el mundo. Creo que la mayor parte del público apoya esa filosofía. Sin embargo muchas cadenas y productores suelen pensar más en términos de target, del público al que van dirigidos. Es un buen tema para hablar. Los productores es como que viven en otra galaxia, y sobre todo en España, y yo lo digo abiertamente. Muchas veces cuando hablas con ellos te dicen, esto se puede hacer y esto no se puede hacer. Incluso si tú como artista le demuestras que esa cosa se puede hacer, te dicen que no se puede. En el caso de la animación no conciben el hecho de que simplemente quieras entretener al público.
La realidad es que cuando vas a festivales al final lo que más ruido hacen son este tipo de cortos que la audiencia puede disfrutar, no cortos que le hablan a una pared. Me parece vergonzoso el hecho de que estés tan centrado en dar un mensaje que te olvides de entretener, que es como la cosa más importante que debe tener el cine.
Los productores hacen sus estudios de mercado, pero ¿para qué los necesitan si ya puedes probar qué cortos funcionan simplemente con una reacción en directo de la audiencia? Igual otros reciben más premios pero al final la gente se acuerda de las cosas que nos entretienen a todos, que no nos separan y que no dividen, sino todo lo contrario, que unen al público.
Pero imagino que esta filosofía os puede causar problemas a la hora de seguir financiando el proyecto. Bueno, de hecho sí tenemos algunos productores interesados. De momento ahora estamos decidiendo sacar un segundo corto ‘ Con rieles y a lo loco’ de manera independiente, porque nos da mucho miedo el ejecutivo metiendo mano en la cosa, pero sí estamos abiertos a hablar. Muchas de las escenas que vamos a hacer en este corto son esas escenas que los productores suelen decir que no se pueden hacer.
Este corto también va a servir un poco para demostrar que en la animación se puede hacer todo lo que quieras. Como decía Walt Disney, la animación puede hacer todo lo que la mente pueda concebir. Fíjate tú el misterio, es algo que ya se sabe desde hace un siglo pero nos quieren hacer olvidar esas cosas y también nos quieren hacer olvidar un estándar de calidad. Quieren poner ellos el estándar.
«Recientemente en FANT Bilbao hemos recibido el premio del jurado al Mejor Cortometraje Vasco y no era un premio de animación. Era un premio en el que también estábamos compitiendo contra películas de acción real y la competencia no era nada fácil. Había directores de renombre. Eso a mí me ha parecido la leche».
Habéis denominado a estos cortos ‘Chuminadas Animadas’, ¿quiere esto decir que tenéis idea de hacer toda una serie con ellos? Sí, la idea sería seguir produciendo cortos de este tipo de Chuminadas Animadas, que realmente viene de estas series que había, ya no solo de animación como Merrie Melodies o Silly Symphonies, sino también de los cortometrajes de live action de comediantes increíbles como Laurel y Hardy, Buster Keaton o Harold Lloyd, en los que en un corto podrías tener a Buster Keaton siendo bombero y en el siguiente policía o vendedor de limones. En cada corto siempre hay algo inesperado con un cast de personajes recurrente, que va viniendo y saliendo. Por ejemplo, en este corto nuevo, de ‘Con rieles y a lo loco’, vamos a seguir teniendo a Conej y Claire, los protagonistas de ‘La gran cita de Conej’ pero también he metido a un nuevo personaje que se llama Macedonio el Caballo, pero se irán apareciendo más y rotando constantemente. Dependiendo de la reacción que tengan esos cortometrajes, si la gente responde bien, esos personajes seguirán apareciendo y si no, pues los quitaremos. Esto es lo que pasaba antiguamente con las series y también con las tiras cómicas. Hablábamos antes de Peanuts, por ejemplo, en las tiras cómicas de Charlie Brown, el creador Charles Schulz lo que solía hacer era meter un personaje y hay veces que nunca lo volvía a saber porque el público no reaccionó de la manera correcta y ya está, desaparecía para siempre.
Hay veces que un día aparecía un personaje aleatorio, como puede ser Snoopy, y se queda para siempre y diría casi que se llevó el protagonismo de la tira cómica. Bueno, pues esto es igual, trabajamos de la misma manera. Esto es algo que también se ha perdido un poco, trabajar y evolucionar con respecto a las reacciones de la audiencia. Hoy en día te piden realizar una biblia del proyecto y eso es muy limitante. Tú no sabes qué personaje va a ser el protagonista y cuál el secundario, desconoces cuál te va a dar más juego o cuál le va a gustar más a la audiencia.
Por ejemplo mucha gente desconoce hoy en día que Porky fue el personaje principal de las Merrie Melodies al comienzo, y luego ya fue desbancado por el Pato Lucas, primero, y Bugs Bunny después. Bugs Bunny es un producto de unos animadores probando, experimentando y descubriendo lo que funcionaba y lo que no funcionaba. Y por eso es probablemente el mejor personaje en la historia de la animación, el personaje más vivo y más increíble que existe.
«En ‘Con rieles y a lo loco’, la segunda aventura de Conej y sus amigos, habrá más chistes, más gags, más emoción y más música de Jordi Arcusa, que fue el compositor del primer corto, incluyendo una nueva canción».
¿Qué hitos y reconocimientos habéis conseguido hasta ahora con ‘La gran cita de Conej’? El festival más gordo al que hemos ido ha sido Annecy, que es el más importante del mundo en cuanto a animación, fue el único corto español compitiendo y obtuvo una reacción espectacular.
Allí lo vieron el crítico Jerry Beck y también John Musker, director de ‘La Sirenita’ , ‘Aladdin’ o ‘Vaiana’, y le gustó mucho. También estuvimos con Raúl García, el animador español que trabajó con Disney en los noventa..
También estuvimos en el mercado del festival de Cannes. Ya en España en el Weird Market obtuvimos el Premio del Público al Mejor Cortometraje Nacional.
Y recientemente en FANT Bilbao hemos recibido el premio del jurado al Mejor Cortometraje Vasco y no era un premio de animación. Era un premio en el que también estábamos compitiendo contra películas de acción real y la competencia no era nada fácil. Había directores de renombre y de repente a este corto de dibujitos animados lo han considerado como el mejor cortometraje vasco. Eso a mí me ha parecido la leche.
¿Cómo va en general el proyecto Chuminadas Animadas? El segundo corto ya debe estar muy avanzado… En ‘Con rieles y a lo loco’ Conej, Claire y el caballo Macedonio son músicos y deciden subirse a un tren de alta clase para conseguir alguna limosna. En ese tren viaja Charles Bacon Piglesinger, que es el cerdo más corrupto y malvado del Valle de las Pamplinas y no soporta la música de los chicos. Entonces les manda a estudiar una ingeniería, pero ellos no quieren estudiar ninguna ingeniería.
Les persigue por todo el tren porque no puede tolerar que exista gente llevando vidas tan poco ortodoxas. Mientras el tren se va directo a un precipicio sin fondo o un agujero negro gigante y el resto del corto consiste en ellos intentando sobrevivir. Ahora mismo estamos animándolo y lo único que puedo decir es que si a la gente le gustó ‘La gran cita de Conej’, este va a ser el triple de largo porque va a durar prácticamente 15 minutos y va a tener más chistes, más gags, más emoción y más música de Jordi Arcusa, que fue el compositor del primer corto, incluyendo una nueva canción. Texto de Roberto González.