Depeche Mode. Nuestros mesías personales.

La gira de ‘Memento Mori’ llevó a Depeche Mode al Bizkaia Arena la noche del 21 de marzo. A las 21.30 ,con puntualidad británica, la banda de Gahan y Gore apareció sobre el escenario ante las 14.000 personas congregadas en el BEC! Antes de que quisiéramos darnos cuenta ya habían sonado dos temas de su más reciente trabajo que da nombre a la gira, ‘My Cosmos Is Mine’ y ‘Wagging Tongue’ y ya pronto nos adentrábamos en temas más clásicos como ‘Walking in my shoes’. La puesta en escena y la calidad del sonido permitían disfrutar del concierto desde puntos distantes. La gigantesca M central que hacía referencia tanto al nombre de la banda como a ‘Memento Mori’ y la proyección de videoclips y visuales ofrecían cierto espectáculo para el que viera el bolo desde las gradas, aunque obviamente también había pantallas destacando a los intérpretes y el lenguaje corporal y los característicos bailes de Gahan también se percibían desde la distancia y aportaban energía al conjunto.
Mientras ‘It’s No Good’ o ‘Policy of Truth’ preparaban el terreno el bolo fue ganando en intensidad con ‘Everything Counts’, el tema sobre la avaricia corporativa a ritmo de marimba que introdujo ya de lleno al público en un mood de pleno disfrute hasta el final de la actuación (bises incluidos). Los enigmáticos y algo siniestros visuales que acompañaron al tema ayudaron a este respecto.
A partir de aquí llegó un repertorio de temas de diferentes etapas y estilos que pasan por el rock industrial, el synthpop y toques blues, destacando especialmente las acústicas ‘Strangelove’ o ‘Home’ así como ‘A Pain That I’m Used To’, ‘Behind the Wheel’ o la potente ‘Black celebration’. En el ecuador del concierto Martin Gore cobró protagonismo tomando momentáneamente el relevo a Gahan. Por el camino también tuvieron tiempo de cantar el cumpleaños feliz a una de las fans entre el público.
El primer final llegó con ‘Enjoy the Silence’ que ya auguraba la catarata de hits que vendrían en los bises. En ellos sonaron ‘Waiting for the Night’ y ‘Never Let Me Down Again’, así como la más bailable y menos oscura del repertorio, pero no por ello menos disfrutable, ‘Just Can’t Get Enough’, para terminar con el himno ‘Personal Jesus’. Tras esta última todos los allí congregados nos fuimos a casa con la satisfacción de saber que alguien había escuchado nuestras plegarias. Texto de Roberto González.