Lolita. Poder vivir el amor en libertad.
Poncia es la criada en la casa lorquiana de Bernarda Alba y la que llora la muerte de la más pequeña de las hijas, Adela. En esa casa donde reina el silencio Poncia, tras el shock de esa muerte, empieza a hablar sola y también con la señora de la casa y sus hijas. Unas palabras en las que la reflexión, la libertad, el amor y hasta el sexo cobran todo el protagonismo. Hablamos con la voz y el rostro de Poncia, Lolita Flores, sobre la adaptación de Luis Luque de esta obra de Federico García Lorca.
Lo curioso de esta obra es que está implicada, de una forma casual y muy bonita, tu madre, Lola Flores Sí. Miguel Narros, el que fuera maestro de Luis Luque y director del Teatro Español de Madrid, le propuso a mi madre a mediados de los ochenta hacer este papel de Poncia en un nuevo montaje de ‘La casa de Bernarda Alba’ que iba a dirigir José Carlos Plaza. Sin embargo, mi madre no llegó a hacer ese papel por cuestiones de agenda y años más tarde ha surgido esta oportunidad tan bonita para la que me llamó Luis y me propuso ese mismo papel que no pudo hace mi madre.
Ella se quedó con esa pena, pero como siempre digo yo llevo algo de ella dentro de mi y sí es verdad que la energía no muere, sino que se transforma. Por eso siento que ella está feliz y disfrutando con todo lo que estoy yo disfrutando haciendo de Poncia.
Poncia es la criada de la casa de Bernarda Alba. Es un ejemplo más de las historias, los secretos y la fascinación que levantan este tipo de personajes del servicio. Ten en cuenta que son personas que llevan en esas casas muchos años y son los pies y las manos de los señores de esas casas, casi como me pasa a íi a nivel personal en mi casa. Y ellos son los que conocen todo, saben todo y en muchas ocasiones saben todos los secretos de lo que sucede entre esas cuatro paredes y, en casos como los de Poncia, encierran mucha sabiduría de las clases más populares y sus palabras son reflexiones verdaderas.
¿Cómo es la Poncia que interpreta Lolita en esta versión de Luis Luque? Yo digo así de una manera simpática y divertida que estamos ante un spin off de ‘La casa de Bernarda Alba’ que muy inteligentemente ha hecho Luis. Es una mujer con la que yo comparto muchos ideales, ideales que ya traía yo de antes de hacer este papel, a la hora de clamar por todo lo que sean injusticias, la poca libertad, de amar a quien quieras amar o a la hora de luchar porque se escuche su voz… y eso que hablamos de unos años, antes del comienzo de la guerra y de que mataran a Federico García Lorca, en la que las mujeres no tenían ningún tipo de libertad. Y todo esto lo ha sabido encajar de una manera muy coherente y acertada Luis en el relato y el personaje que ha creado de Poncia y a la que yo le pongo mi voz, mi rostro, mis manos, mi sentimiento…
«Fíjate, yo creo que en otra vida he sido Poncia, porque me sale por los poros de mi piel el ponerle voz. De ella me quedo con su libertad que es algo con lo que yo he crecido y tenía innato ya que en mi casa las mujeres han sido siempre muy libres y yo a mis hijos les he educado también en esa libertad».
¿Qué le está dando esta Poncia a Lolita dentro y fuera de las tablas de un escenario? Fíjate, yo creo que en otra vida he sido Poncia, porque me sale por los poros de mi piel el ponerle voz. De ella me quedo con su libertad que es algo con lo que yo he crecido y tenía innato ya que en mi casa las mujeres han sido siempre muy libres y yo por ejemplo a mis hijos les he educado en esa libertad y con esa férrea disciplina como Bernarda en esa casa en la que llevan años llorando a un padre que ha muerto. Y también me quedo de este personaje el hecho de que tiene un corazón y una sensibilidad que a simple vista no se ve con esa coraza de hierro que se pone y que la hace parecer más dura de lo que realmente es.
Y además Poncia me ha dado unas satisfacciones inmensas cuando veo la cara de la gente que va a vernos al teatro, las críticas, las reseñas… Es una maravilla.
¿Qué le dirías a la gente para que vaya a ver a Poncia al teatro? Nada (risas). Yo soy más bien del factor sorpresa y de que la gente descubra las cosas por sí mismas, no porque yo le haya dicho que tiene que ir a tal sitio o ver tal obra de teatro que le va a gustar. Yo te puedo hablar maravillas de Poncia y de lo mucho que merece la pena ir al teatro, pero como hemos hablado varias veces de libertad en esta entrevista, quiero que cada uno sea libre de decidir si quiere descubrir o no por sí mismo a Poncia. No haré spoiler de lo que van a ver y lo que van a sentir, sólo te puedo decir una cosa: Poncia se lo merece. Texto de Victoria Herrero. Fotografía de Javier Naval.
‘Poncia’ llega a Bilbao los días 17 y 18 de febrero al Teatro Arriaga de Bilbao. El 19 de en el Coliseo de Eibar y el 17 de marzo al Social Antzokia de Basauri.