Morgan. Un último esfuerzo antes del merecido descanso.
Morgan afrontan la última parte de su gira del disco ‘The river and the stone’, que han tenido la oportunidad de presentar en diferentes formatos, desde teatros hasta festivales, pasando por grandes estadios, junto a Fito y Fitipaldis. Ahora inician una serie de conciertos que les llevará por diferentes salas de todo el estado, y tras los que se tomarán un merecido descanso. Para hablar sobre cómo afrontan esta última parte de la gira, hemos hablado con el batería de la banda, Ekain Elorza.
Para comenzar, cuéntanos todo lo que ha dado de sí ‘The river and the stone’. Ha sido nuestra gira más larga, con más de 140 conciertos, desde que empezamos justo después de la pandemia, haciendo una veintena de teatros, como Victoria Eugenia o Arriaga… sitios increíbles, que sirvieron para hacernos sentir vivos de nuevo. Además, hemos tenido más público que nunca y hemos tocado en festivales como el Azkena de Gasteiz, y hemos tenido la grandísima oportunidad de girar con Fito y Fitipaldis por grandes pabellones por primera vez. Así que, creo que este disco y su gira nos lo han dado absolutamente todo. Ahora nos queda esta gira de salas para despedirnos como es debido, y retirarnos un tiempo para recargar pilas y volver con más ganas.
«Hemos tocado en festivales como el Azkena de Gasteiz, y hemos tenido la grandísima oportunidad de girar con Fito y Fitipaldis por grandes pabellones por primera vez. Así que, creo que este disco y su gira nos lo han dado absolutamente todo».
¿Y en cuál de esos formatos os sentís más cómodos tocando? Nos hemos sentido cómodos en todos; pero luego, depende del día, del publico y de cómo estemos nosotros, el concierto será mejor o peor. Ha habido bolos increíbles en teatros, y otros que, al venir de una racha de salas y festis, ver a la gente sentada y tan callada, nos impresionaba un poco. Pero lo ideal es poder combinar todos los formatos, y como tenemos un estilo tan variado y poco definido, eso hace que podamos adaptar el repertorio a cada escenario.
¿Qué podéis ofrecer, en esta nueva gira, a una persona como yo, que os he visto en el Arriaga, en el Azkena, y con Fito en San Mamés? Cuando estuvimos en el Arriaga, era de los primeros conciertos después de la vuelta, y todavía nos faltaba un poco de rodaje, y además, es un teatro que impresiona muchísimo; en el Azkena y en los conciertos con Fito eran setlists de 50 minutos y había que hacer una selección de los temas más cañeros. Pero para esta última gira, son bolos de casi dos horas, para los que hemos modificado el repertorio y hemos recuperado unas cuantas canciones que llevábamos tiempo sin hacer, así que ya ves que no hay excusa para que no repitas (risas).
¿Os sentís unos y unas privilegiadas, viendo todo lo que os está pasando, o crees que es, simplemente, fruto del trabajo bien hecho? Somos unos currantes, e intentamos que cada cosa que hacemos sea especial; así es como las cosas van llegando, pero no podemos más que estar agradecidos; somos conscientes de que las cosas que nos pasan son casi un milagro, porque no dejamos de ser una banda independiente pequeña, y sin discográfica que hace rock clásico en inglés. Eso sí, cuando la vida te da una oportunidad como, por ejemplo, la de girar con Fito, hay hay que estar preparado para responder, y es lo que intentamos siempre. Luego, el resultado es que nos sentimos muy queridos por el público y por el resto de bandas con las que coincidimos. Así que ahí estamos, disfrutando del momento, y ahora es el momento de agradecer todo ese cariño con esta gira, tras la que nos tomaremos un descanso, por lo menos hasta el 2025.
Para estos conciertos, también habéis editado el directo que disteis en el Wizink Center junto a The Golden Family… En Madrid hemos tocado un montón, pero siempre que hemos dado un paso adelante, hemos querido hacer algo especial para que se quede en el recuerdo de todos y que no sea un concierto más dentro de la gira, la primera vez fue cuando hicimos la Joy, y luego cuando llenamos Circo Price dos noches… son cosas que había que celebrar como algo épico, porque no sabíamos si íbamos a tener la oportunidad de volver a hacerlo. Así que ahora, también vimos que ese concierto del Wizink, con todos esos arreglos y ese formato único, también tenía que quedar registrado, para ofrecérselo a nuestros fans como un regalo especial, y por eso lo venderemos sólo en los conciertos de esta gira.
¿Y la próxima ya en el Wanda, o en San Mamés? ¡No, por favor! (risas). La verdad es que, con todo lo que nos ha pasado, todo es posible. Es cierto que, cuando estás metido en la rueda, ni te das cuenta de todo lo que te está pasando, porque tienes un montón de trabajo diario, pero hace unas semanas empezamos a hacer repaso de todo lo que nos ha pasado desde que sacamos el disco, y es impresionante.
Supongo que también se afronta con más calma una gran gira como esta, sabiendo que hay una fecha definitiva de finalización, y teniendo en cuanta además, que no hay nadie que os presione… Sí, nos sentimos unos privilegiados por poder parar, pero sí que ha habido momentos en que no podíamos hacerlo porque, económicamente, no nos daban los números. Así que ahora, vamos a aprovechar el descanso para volver cuando tengamos algo que decir. Lo que tenemos claro es que el próximo disco tiene que ser flipante para volver a tener la oportunidad de hacer una gira como la que hemos hecho con ‘The river and the stone’. Pero ahora no nos ponemos ninguna presión con ello, porque eso ya llegará. Texto de Sergio Iglesias.